Los contagios de la sexta ola se ralentizan y aunque se han contado 400 fallecidos en los últimos siete días, los datos indican que sin la vacunación, con este disparado número de contagios, las consecuencias podrían haber sido trágicas, a juzgar por la última actualización semanal que ha realizado el Gobierno entre el impacto de la covid-19 entre vacunados y no vacunados.

Las diferencias entre vacunados y no vacunados es abismal, según los datos que facilita el Ministerio de Sanidad. La incidencia está disparada en toda España, pero la franja entre los no vacunados, que son unos cuatro millones de personas en todo el país, es alarmante. Y por tanto, los ingresados, hospitalizados en UCI y fallecidos, son notablemente más bajo que entre los que han sido vacunados con la pauta completa.

Mientras que la tasa de contagios entre vacunados la última semana entre vacunados es de 364,68 (un millón de casos diagnosticados), entre los no vacunados la tasa es de 1.164,54 por cada 100.000. Por edades, la diferencia es notable y queda demostrado que la vacuna reduce significativamente la posibilidad de contagio.

Una encuesta del Instituto de Salud Carlos III aseguraba que el 72% de las personas que han rechazado las vacunas en España desconfiaban porque "se han desarrollado muy rápido", pero los datos demuestran cómo reduce el número de ingresos hospitalarios.

Hasta el 3 de octubre de 2021, se habían administrado en España 70.186.758 dosis de vacunas, habiéndose registrado 46.573 notificaciones de acontecimientos adversos. Un 0,07%. En este sentido, el dato de ingresados en UCI es llamativo, puesto que número total entre vacunados y no vacunados es parecido, aunque con un matiz delicado: hay 37 millones de vacunados y 4 de no vacunados. Cuando se calcula la tasa, la diferencia es notable. 

Entre la franja de 30 a 59 años, hay 323 personas vacunadas en UCI y 477 no vacunados. 796 por 508 entre los de 60 y 79 años; 68 y 28 respectivamente entre los mayores de 80... Pero la tasa proporcional del siguiente gráfico es demoledora: la vacuna frena en seco los ingresos en UCI. 

Y al entrar en los datos de fallecidos, la diferencia es palpable. La tasa entre las personas mayores, los que más riesgo tienen de morir, se desploma. Sin embargo, los no vacunados siguen con índices muy altos, a pesar incluso de la irrupción de ómicron y su aparente menos agresividad.

Aunque los datos son irrefutables, todavía hay quienes no se fían de la vacuna o no creen en el coronavirus. En una radiografía de los antivacunas y de los errores que han dado alas a su negacionismo realizada por Público, quedó constatado que la desinformación es un hilo conductor.