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El adelanto electoral en Catalunya y la guerra de Ucrania abren nuevas brechas entre PSOE y Sumar

Las diferencias en el Gobierno de coalición entre los partidos de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz aumentan en las últimas semanas y como anticipo del nuevo ciclo electoral. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, en el Congreso el pasado 21 de marzo. A su lado, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, en el Congreso el pasado 21 de marzo. A su lado, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Eduardo Parra / Europa Press

Nadie en el PSOE negaba que fuera a ser una legislatura fácil cuando allá por el mes de noviembre Pedro Sánchez fue investido presidente del Gobierno. La complejidad de pactar especialmente con Junts pero sin perder al resto de socios era el gran reto para el Ejecutivo. A nivel interno, la sensación es que la coalición entre PSOE y Sumar, espacio liderado por Yolanda Díaz, iba a ser más llevadera que junto a Unidas Podemos. 

Pero apenas cuatro meses después de la formación de Gobierno las diferencias entre ambos partidos se han visibilizado con cierta frecuencia. Más allá de algunas cuestiones ideológicas puntuales, ya esperadas, la relación entre ambas fuerzas políticas pasa por un primer bache importante por lo sucedido en Catalunya.

A eso se le suma el contexto internacional con la guerra de Ucrania de fondo o la situación en Oriente Medio. Y en el horizonte inmediato, un ciclo electoral que empieza en Euskadi y termina con las europeas donde ambas fuerzas compiten entre sí y que ha paralizado en parte la acción de Gobierno. 

En Moncloa ya se cuestionó, con resignación, que Díaz no hubiera sido capaz de retener a los cinco diputados de Podemos dentro de su espacio y de su grupo parlamentario. Su salida al Grupo Mixto despertó ya algunos comentarios, en privado, de los socialista sobre el liderazgo de Díaz. Podemos votó en contra de uno de los decretos impulsados por la vicepresidenta, el de subsidio de desempleo y los socialistas asumieron que tenían otro partido más con el que negociar. 

La situación se ha agravado mucho más con las decisiones en cadena de los Comuns en Catalunya. El espacio, integrado en Sumar como una de las fuerzas más visibles, no apoyó los Presupuestos del Govern pactados por ERC y PSC. Aquella decisión provocó que Pere Aragonès convocara elecciones anticipadas para el 12 de mayo.

Acto seguido, Sánchez dio orden de no negociar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año 2024. Una iniciativa que a su vez fue cuestionada por Sumar, que veía margen para sacar las cuentas públicas y poder desplegar algunas de sus medidas. 

La posición de los Comuns, que en Moncloa atribuyen prácticamente en exclusiva al papel de Ada Colau en Catalunya, continuó con la votación en contra de los Presupuestos de Barcelona. El alcalde socialista Jaume Collboni, se tendrá que someter a una cuestión de confianza para salvar las cuentas públicas. "Tiene aire de nostalgia", destacan en el Ejecutivo de Sánchez para criticar a una Colau a la que atribuyen afán de protagonismo y estar descolocada por no formar parte del Gobierno municipal. 

Fuentes del Gobierno cercanas a Sánchez critican que Díaz no sea capaz de controlar a los suyos. Deslizan que no ha hecho todo lo posible por convencer a sus socios catalanes de la importancia de aprobar las cuentas. Las mismas fuentes apuntan a que Moncloa le trasladó a Díaz su "preocupación" por estos hechos. "No se entiende la posición de los comunes. Quizás es que quieren marca más perfil llevarse los votos de CUP", señalan fuentes de Moncloa. 

Por su parte, Sumar responde que la autonomía de los partidos que integran la coalición es total. Sobre la decisión concreta de las cuentas de Aragonès han explicado que sus razones son políticas de peso, por la inclusión del casino Hard Rock. Critican que ni PSC ni ERC tuvieran voluntad de negociar e insisten en que no podían aprobar unos presupuestos que miran más a los intereses de grandes empresas que los de la ciudadanía trabajadora catalana. 

Diferentes estrategias

Tampoco ha sentado bien en las filas socialistas las acusaciones, realizadas la semana pasada, de Díaz sobre el clima político. La vicepresidenta criticó la estrategia del "y tú más" con la que a su juicio el PSOE está cometiendo un "error". "Sabemos muy bien quién gana, y sabemos que pierde la ciudadanía. No cuenten para esto conmigo", afirmó el pasado jueves

En cambio, el PSOE ha decidido entrar en el cuerpo a cuerpo con el PP, tanto con Alberto Núñez Feijóo como con Isabel Díaz Ayuso. Consideran que no pueden estar callados y que han aprendido algunas lecciones de la pasada legislatura. Fuentes socialistas esperaban que Díaz no fuera equidistante ante lo que creen que es, según palabras de Sánchez, una "polarización asimétrica". Es decir, unos que insultan y otros que son insultados. 

En todo este contexto, las últimas semanas y seguramente gran parte de las próximas, están marcadas por la guerra en Ucrania. Desde Sumar han criticado duramente los mensajes belicistas que se han lanzado desde la UE, con Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles, incluidos. "Sería bueno que la ministra hablara más de paz, de diplomacia", criticó Aina Vidal, portavoz de los Comuns en el Congreso. 

"Si hay que comprometerse con la paz, lo que tenemos que reivindicar en Europa es una política de defensa europea no subordinada a los intereses de Estados Unidos. Sumar es un proyecto europeísta", destacó este fin de semana la propia Díaz en la Asamblea de Sumar. Un encuentro que sirvió también para que su espacio tratara de marcar perfil propio frente al PSOE. 

"Quien piense en este momento que puede hacerlo solo, se equivoca. Quien piense que es suficiente con conformarnos, se equivoca. El único camino posible es cuidar, cuidar y cuidar el Gobierno de coalición progresista", defendió la líder de Sumar.

El portavoz del espacio, el ministro Ernest Urtasun, insistió en la idea este lunes en rueda de prensa. "Si hay una cosa que toda España sabe es que el alma del Gobierno lo aporta Yolanda Díaz y Sumar", afirmó.  Para Sumar, sin su aportación no se hubieran llevado a cabo medidas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). "Ese alma progresista lo aporta Yolanda Díaz y Sumar", reiteró.  

Durante estos últimos meses las diferencias entre ambos partidos se han visualizado en asuntos como la ampliación del Puerto de València y la del Aeropuerto de Barajas, en los índices de los precios del alquiler, el aumento del gasto militar o la posición respecto al Sáhara Occidental, entre otros. 

Fuentes del espacio de Díaz consideran que es lógico que el PSOE intente delimitar su espacio ahora en un contexto de ciclo electoral. Pero pero que los socialistas son conscientes también de que si a Sumar no le va bien, ellos tampoco pueden gobernar. 

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