La administración concursal de Isolux ha presentado este lunes formalmente su anunciado el expediente de regulación de empleo (ERE) para todos aquellos trabajadores de la empresa, actualmente de unos 575 efectivos, que no sean subrogados por quienes compren la empresa o algunos de sus negocios.

Se trata de un ERE de afectación total con ejecución diferida en fases, esto es, un ajuste en el que los empleados irán saliendo de la compañía de forma escalonada, en función del ritmo de liquidación de sus activos, según detallaron en fuentes sindicales.

Los administradores y los sindicatos de la empresa, actualmente en concurso y controlado por sus bancos acreedores, mantuvieron este lunes una primera reunión con la que se puso en marcha el preceptivo proceso de comunicación oficial del ajuste, la constitución de la mesa de negociación y el inicio del periodo de consultas.

El ERE se plantea apenas dos meses y medio después de que a finales del pasado mes de agosto concluyera el último, que afectó a 356 empleados, y un año después del anterior, por el que salieron 435 trabajadores.

La administración concursal del grupo de construcción e ingeniería confía abordar el proceso de ajuste de personal en paralelo al proceso de venta express de los activos productivos de Isolux, que inició a comienzos del pasado mes de septiembre y al que se han presentado cuatro ofertas.

Una de ellas es la que planteó in extremis la actual directiva de la compañía, a través de a través de una operación de management buyout, que se sumó a las tres propuestas que ya se habían recibido.

No obstante, la oferta de la dirección atiende en mayor medida a uno de los principales objetivos de los administradores concursales de Isolux, el de salvar el mayor número de empleos de la empresa.

La propuesta de la dirección contempla admitir a 106 trabajadores, 88 en España y 18 en el exterior, lo que equivale al 18,4% de la actual plantilla de Isolux.

En la actualidad, la administración concursal, que no ha identificado a ninguno de los otros tres oferentes, analiza las distintas propuestas para decantarse por una de ellas.

Isolux se acogió finalmente al proceso concursal el pasado mes de julio tras dos años de negociación con los bancos acreedores y un año después de que estos rescataran a la empresa tomando el control de su capital. La firma quebró con un agujero patrimonial de 802 millones de euros, una deuda financiera de 1.270 millones y adeudos a proveedores.