La integración de los servicios centrales de Santander España y Banco Popular supondrá un ajuste de más de 2.100 empleados, según explicaron  fuentes de UGT y CCOO en el marco de un proceso de consultas de los sindicatos con el banco cántabro que comenzó el pasado viernes.

Tras la absorción de Popular, el grupo Santander cuenta con unos 201.000 empleados en el mundo. De ellos, aproximadamente un 6% corresponden a Popular, puesto que la entidad cuenta con 15.020 trabajadores, 13.449 de ellos en España. 

Entre los dos bancos, los servicios centrales en España suman 7.000 empleados. El ajuste de los servicios centrales de ambas entidades también repercutirá sobre las unidades territoriales de apoyo.

El banco de Ana Patricia Botín ha planteado la recolocación de unos 585 trabajadores (fundamentalmente, del Popular) en otras empresas del grupo (principalmente en el área de Tecnología de Banco Santander) y la salida de unos 1.580 empleados mediante prejubilaciones a partir de los 58 años y bajas incentivadas, si bien los detalles están sujetas al proceso de negociación, que comenzará formalmente el próximo 16 de noviembre.

En este sentido, los sindicatos consideran que el ajuste es "excesivo" y creen que hay "más recorrido" en el ámbito de las recolocaciones.

Según explicó Santander el pasado viernes el ajuste de plantilla se efectuará mediante un criterio de meritocracia en el que se aprovechará "el mejor talento" de ambas entidades, con un "esfuerzo especial" para que las salidas que se produzcan se realicen en "buenas condiciones".