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ENTREVISTA

Rozalén: "No entiendo que no se comprenda que haya que dignificar a las víctimas de la guerra y el franquismo"

Rozalén presenta su disco 'Matriz' en la tienda castellanomanchega Eturel, en Madrid
Rozalén presenta su disco 'Matriz' en la tienda castellanomanchega Eturel, en Madrid. Cristina del Gallego Baraibar

Folklore, variedad lingüistica, duelo, memoria histórica y, por encima de todo, emociones a flor de piel. Así es Matriz (Sony, 2022), el nuevo trabajo musical de Rozalén. "Como estaba muy cogido el concepto de matria, pues fusioné matria y raíz para el título del disco, de donde nace la vida, el útero. No hay nada más profundo, que te arraigue más, que el útero de una madre".

Su familia ha sido testigo directo de lo que supone no saber dónde se encuentra enterrado uno de los tuyos. "No entiendo que no se comprenda que haya que dignificar a las víctimas de la guerra y el franquismo", asevera tajante la cantautora, para añadir: "Es hacer el duelo y saber a dónde llevar una flor a tu desaparecido. Es decir, es algo que creo que es justicia ética".
 
Con este disco, la castellanomanchega se ha dado un "capricho". Cumple diez años en la música de manera profesional y lo celebra dándole las gracias a toda la gente que escucha sus versos: "Es surrealista. Yo me siento aún una recién llegada". Y lo hace con un guiño a sus regiones, adentrándose en sus costumbres y, en definitiva, embarcándose en un viaje por España a través de sus ritmos. Un viaje literal y figurado, desgarrador, pues llega en un año complicado para Rozalén, que ha sufrido varias pérdidas familiares en muy poco tiempo.

¿Cómo está?

Ay, qué bien que me preguntes esto. Pues estoy un poco constipada y con jet lag, pero muy contenta. Muchas gracias.

Se cumplen 10 años de su primer concierto en la sala Galileo Galilei. Y, dentro de muy poco, hará una década desde que se publicó su primer disco, Con derecho a... ¿Cómo ha sido este viaje, a nivel profesional y personal?

La Galileo era un súper sitio para mí entonces. No veas lo que me costó llenar la sala... Yo, en realidad, llevo tocando desde los 16 años e instrumentos desde los siete, pero no me puedo creer todo lo que he vivido en estos diez años a nivel profesional, con discos en la calle... Es surrealista. Cuando en las entrevistas me hacen un listado de todas las cosas que he vivido en este tiempo es como si no fuera mi vida. Yo aún me siento una recién llegada.

Entonces, este disco es un capricho que me he dado. Quería dar las gracias a toda la gente que nos ha seguido durante estos años y lo he hecho también haciéndole un guiño a muchas regiones y cantando canciones tradicionales -y algunas nuevas-, pero todo basado en la tradición.

En este nuevo trabajo hace un doble viaje: uno, por casi toda España a través de sus ritmos, y un segundo, más emocional, hacia la matria, hacia la raíz, como sugiere 'Matriz', el título del disco, ¿no?

El concepto de matria es que me gustaba mucho y me daba cuenta de que en este disco hay mucho patriotismo, o matriotismo. Es un amor inmenso a todo mi país: diverso, plural y maravilloso. Y, como estaba muy cogido el concepto de matria, pues fusioné matria y raíz y dejé de título Matriz, de donde nace la vida, el útero. No hay nada más profundo, que te arraigue más, que el útero de una madre.

Entonces, este disco tiene una parte de cariño, de investigación, de echarle un vistazo a tanta riqueza de ritmos, de lenguas, de canciones de todas partes... Y, luego, están todos mis ancestros ahí: hay temas que representan a cada uno de mis abuelos, a mi padre, a mi madre... Hay mucho duelo, porque el duelo está muy presente en el folklore, pero también porque se me ha puesto delante.

Rozalén: "En 'Matriz' hay mucho duelo, que también está muy presente en el folklore, es súper sanador"

Y luego están los interludios, que eso ya es una matada, porque me he ido a cantar a la tumba de mis abuelos y de mi padre. Y se nota mucho en mi voz lo que pasa ahí: me falta el aire, se me nota el tono más grave... Está el dolor y la nostalgia en esos interludios. Pero, a la vez, es súper sanador este ejercicio que he hecho.

Hizo un viaje a la historia de su familia en 'Cuando el río suena', un segundo viaje hacia el interior de usted misma en 'El Árbol y el bosque' y, ahora, vuelve a viajar con 'Matriz'. ¿Se cierra ya el círculo o aún queda camino por recorrer?

Esto de viajar musicalmente engancha y aún me faltan muchos lugares. Es imposible meter todo un país en un disco. Pero, además, es que hay rincones que tienen un folklore muy rico, como son las Islas Canarias, de donde no he metido nada en este disco. Eso quiere decir que tengo la obligación de continuar esto, porque yo quiero conocer mucho más y, encima, es que es que es brutal, porque oyes las letras que cantaban los abuelos de nuestros abuelos y te das cuenta de lo modernos que eran para muchas cosas.

Sí, es muy sorprendente.

Exacto. Y, además, con estas canciones entiendes cómo era su vida. No hay nada más bonito para conocerse una misma que saber de dónde vienes, porque vas a entender a entender perfectamente cada una de las cosas que a ti te pasan y por qué te pasan.

Chotis, fandangos... 'Matriz' es folklore puro, recoge muchos sonidos tradicionales de nuestro país y se escuchan varios instrumentos clásicos, ¿por qué decidió hacer un disco así?

La verdad es que esto es lo que yo hago naturalmente desde los siete años, que empecé en la rondallas. El folklore siempre está en mi vida y, aunque en todos los discos había alguna cosita de folkore, tenía muchas ganas de hacer algo así, un poco más puro. Es verdad que también hay muchos elementos electrónicos y modernos en el disco, pero esto era un capricho que me quería dar y no veía el momento, así que por fin ha llegado.

Y se atreve con muchos de los idiomas de nuestro país: catalán, euskera... ¿Qué significa para usted esta pluralidad lingüística que hay en España?

Es belleza pura, riqueza pura, te abre la mente... Esta no es la primera vez que canto en otros idiomas. En asturiano sí ha sido la primera vez, con Rodrigo Cuevas y he cantado casi una estrofa en este idioma.

Además, sé lo importante que es que una tía de Albacete cante en gallego, en euskera o en catalán, por ejemplo. Para mí es una muestra de respeto absoluto, de cariño... De igual manera que a mí, cuando vienen a mi tierra, me encanta que se preocupen por lo que comemos, lo que hacemos, lo que hacían mis antepasados... Creo que es la manera más bonita de decir "te quiero", cantar en tu idioma desde el cariño, desde el respeto. Me parece que, más que separar lo que hace es unir. O sea, si yo canto en gallego, a mí eso me une mucho más a esa tierra y al revés.

¿Supone un reto cantar en diferentes idiomas, siendo usted albaceteña?

Claro. Y, encima, hay conceptos que no existen en castellano, pero que sí que existen en esas lenguas. Entonces, es todo riqueza pura para el alma, para la mente. O sea, tenemos un idioma con una raíz diferente, como es el euskera... ¡Eso es una barbaridad! Es una joya que hay que cuidar.

Pero es que, además, a mí me divierte mucho de repente ver que no puedo pronunciar una consonante, me gusta el reto de intentarlo.

La canción 'Si me quieres escribir' se la dedica a su abuelo paterno, que fue camillero en la Guerra Civil en la 43 División del bando republicano. ¿Cuál fue su historia?

Esa canción es mitiquísima y sigue, claro, asociada al bando republicano. Yo siempre se la escuchaba a La Ronda de Motilleja, que es con quién la canto. Es una ronda de un pueblo de Albacete y siempre vienen al festival Leturalma, que yo misma organizo, por lo que esa canción no puede faltar.

Si me quieres escribir, además, cuando la escuchábamos mi padre y yo es que eran lagrimones como puños lo que soltábamos, porque yo tengo un diario de mi abuelo paterno, que es lo máximo que conozco de él, porque no tuve la suerte de conocerlo. Es un diario que mi padre me plastificó de la guerra y es súper potente.

Él fue camillero, vivió la batalla del Ebro, la Bolsa de Bielsa -que, a raíz de eso, yo conocí a los de La Ronda de Boltaña-, fue de los que pasó a Francia, estuvo en un campo de concentración en Pamplona... O sea, hizo una gira en la guerra durísima y yo tengo ese diario. Entonces, claro, hablar de nuestro folklore es, por supuesto, hablar de nuestra Historia más reciente. Menos mal que entonces también estaban las canciones que, al final, te calman un poquito.

Vuelve a cantar sobre memoria histórica. Siendo un asunto tan relevante para muchas familias, determinados sectores de la sociedad aún lo desprecian. ¿Nos queda mucho por hacer?

Bueno, mientras se sigan dando pasos hacia la libertad, la democracia y la justicia y la reparación, como la reciente exhumación de Queipo de Llano, pues vamos bien. Por eso yo sigo cantando este tipo de canciones.

Rozalén: "No se nos ha explicado que hay unas víctimas de la Guerra Civil que fueron reparadas y otras, no"

Acabo de venir de Argentina y estuve en el aniversario de las Abuelas de Plaza de Mayo. Fíjate en las casualidades... Aunque creo que no son casualidades, sino que me explican muchas cosas. Estando allí, una inevitablemente compara y el hecho de que aquí sigan echándose las manos a la cabeza por querer que todos los muertos valgan lo mismo... No lo entiendo.

Y usted puede decir esto en primera persona, pues su familia lo ha vivido.

Claro, esto lo digo desde mi historia personal, sabiendo lo que significa, que es dignificar, hacer el duelo y saber a dónde llevar una flor a tu desaparecido. Es decir, es algo que creo que es justicia ética. Entonces, pues no entiendo que haya personas que no lo comprendan. Quizás sea porque no les ha pasado de esa misma manera o porque no se nos ha explicado que unos fueron reparados y otros no. Y eso no es justo y lo que a mí no me parece justo, pues lo digo y creo que lo digo, o lo canto, con mucho amor y mucho cariño.

En el disco se incluye un homenaje a Lorca con su 'Anda jaleo'. Es uno de los más grandes escritores de nuestro país y, sin embargo, su cuerpo sigue desaparecido en alguna cuneta.

Y por eso no se echan las manos a la cabeza, es absurdo. Pero sí, el Anda jaleo yo precisamente lo he metido porque este año -gracias a Juan Diego Botto y a Sergio [Peris-Mencheta] y también con Las cartas perdidas, otro documental que ha salido de víctimas del franquismo- he cantado a Lorca varias veces y me he encontrado con él de otra manera, muy hermosa. No podía faltar en este disco. Y encima, claro, esta es una canción todos nuestros abuelos, fueran del bando que fueran, la han cantado.

¿Y qué decir de 'Amor del bo'? Una canción con Silvia Pérez Cruz, premiada hace muy poco por el Ministerio de Cultura, y, además, dedicada a su padre.

Esta canción es un disparo. Porque tiene una historia detrás que es muy fuerte a nivel emocional y trata sobre el duelo. Además, es la primera habanera que hace ella, teniendo en cuenta que su padre lo que hacía eran habaneras.

Es un tema que habla de nuestros padres. O sea, creo que esto me ha unido a Silvia para siempre porque es muy fort. Hay frases que me matan: "Ai pare que m'abraces fort amb el vent i sense cos" ["Ay, padre, que me abrazas fuerte con el viento y sin cuerpo", en catalán].

Cuando grabamos el vídeo, yo terminé de grabar la escena que se quedó y me mareé del llanto que me entró, ¡imagínate! Pero todo este disco me ha servido mucho para depurar y para trabajar mucho el duelo.

Fue catártico.

Y, encima, el día que salió la canción Silvia estaba pillando un avión en Barcelona, yo en Madrid, íbamos las dos a Buenos Aires y comimos juntas allí. A veces, dices: "Por favor, dejad de mover los hilos porque se os está notando ya mucho".

También trata de la migración forzosa en el vals 'La tumba de la golondrina'. España es un país migrante y, a su vez, receptor de migración. Este es un tema que ya ha tocado en otros discos, ¿qué significa este asunto para usted? 

Y somos un país de migración, de hecho, ya simplemente interior. Toda mi familia emigró para Catalunya, por eso oigo catalán desde niña. Es que en España hay un cruce de culturas brutal. Como digo en La línea: "Ay, pobre del pueblo que ignora su herencia migrante". Al final, la historia es todo el rato así y algunas veces nos toca a nosotros. Y nunca se sabe.

Cierra el disco con un canto de siega en el que Javi Collado entona: "Todo lo cría la tierra, todo se lo come el sol, todo lo puede el dinero, todo lo vence el amor". 

Es una estrofa muy popular de una canción de segadores del folklore ibérico, de Castilla y León. La mayoría de los versos que escuchamos en la tradición tienen que ver con el trabajo en el campo y, además, lo canta Javi Collado, que es un hermanito para mí también, de Tarancón, y lo canta de la manera que lo cantaban los pastores. He estado hasta recopilando cantos de pastores. Es súper impactante porque, mientras cantaban, hasta iban metiendo gritos a la burra. Y es brutal escuchar eso de la manera en que lo cantaban así, tan fuerte.

Y zanja con una sola palabra que no canta, sino que pronuncia de manera tajante: 'Matriz'. ¿Por qué decidió terminar así este disco?

Dicha frase me parece que es un resumen de la vida brutal: "Todo lo cría la tierra, todo se lo come el sol, todo lo puede el dinero, todo lo vence el amor". Y, encima lo acabo yo con ese Matriz, con el útero y con un latido de corazón.

Me parecía que era la manera en la que tenían que estar esos versos al final del disco. Es lo que lo resume todo y, aparte, va a tener un sentido en el directo, aunque no quiero hacer spoiler. Pero sí, es como muy matador: Matriz y ya. Fin.

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