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Josele Santiago (Los Enemigos): "Me siento más seguro en un descampado que en la Plaza Mayor"

Los Enemigos, en concierto, este viernes y sábado en Madrid. A la derecha, Josele Santiago.
Los Enemigos, en concierto, este viernes y sábado en Madrid. A la derecha, Josele Santiago. OSCAR CARRIQUÍ

Los Enemigos tocan este viernes el disco Nada en Lula Club (Madrid). El sábado interpretan Tras el último no va nadie y Bestieza, su último álbum, donde recuperan su vena más punk. Tercera y cuarta entrega de los Universarios, un regalo para sus fans, quienes ya pudieron disfrutar con los directos de La vida mata y La cuenta atrás. Josele Santiago (Madrid, 1965), además de hablar de música y política, adelanta en esta entrevista dos acontecimientos que alegrarán los oídos —y la vista— de la feligresía enemiga.

Cinco discos y cuatro conciertos de dos horas. Un ciclo que podría repetirse en el futuro con otros álbumes.

Claro. Son muchos temas, incluso algunos que nunca habíamos tocado en directo. Un currazo, porque he tenido que meterme un taco de folios en la cabeza [risas]. ¿Pero qué pasa? ¿Huele un poco a póstumo o qué?

En absoluto. Es una fórmula a la que han recurrido muchos otros grupos.

Como es un repaso a la carrera, a veces se suele pensar: "Estos se separan". No van por ahí los tiros, al contrario. Empezamos ampliando el repertorio, se nos fue un poco de las manos y, al final, se enteró el jefe [Carlos Mariño, su mánager] y propuso esto.

El sábado 29 iban a tocar solo Bestieza, aunque luego sumaron Tras el último no va nadie. No se podía quedar fuera, ¿no?

Ha quedado una mezcla muy curiosa. Como es una operación rescate, no tenía mucho sentido tocar solo Bestieza, por lo que añadimos unas cuantas canciones de Tras el último no va nadie, un disco muy maltratado por la historia: la gente lo aprecia, pero nunca se ha reeditado y es muy difícil de conseguir. Pese a ser oscuro, me gusta mucho.

El contenido de algunas canciones sigue vigente, desde las injusticias hasta los reveses de la vida. Sucede también con Ilegales, por citar otro grupo veterano: letras que parecen que han sido escritas hoy.

Los Ilegales están en una forma que te cagas: Jorge Martínez es sobrehumano. Nuestras letras siguen vigentes porque aluden a temas universales y eternos. También ayuda que nunca hemos estado adscritos a ninguna corriente. Recuerdo que me decían: "Vosotros no tocáis el tema social…". A mí me sorprendía mucho y ahora me doy cuenta de que tenía razón al sorprenderme, porque en los noventa ya hablábamos del fanatismo religioso, de la violencia machista (Sangre, sudor y chicles de fresa), de la mecánica genética, etcétera.

Un montón de cosas que entonces sonaban a ciencia ficción. Por ejemplo, Clonaciones S.A., ambientada en un futuro distópico, planteaba la posibilidad de tener niños a la carta, algo impensable en la época. De hecho, es anterior a la oveja Dolly ["Críe cabezones sanos y a cualquier edad. / Usted puede elegir el color, / no se lo piense más. / Clonaciones tiene la más amplia variedad"]. Tampoco es algo de lo que esté especialmente orgulloso, porque no he profetizado nada: se veía venir todo.

Claro que había crítica social.

Había sobre todo introspección, pero también tocábamos temas sociales. Desde el jergón mete el dedo en la llaga, porque va de un tío que está en la cárcel y no ha hecho nada, simplemente es un yonqui. Más recientemente, Firme aquí habla directamente del timo de las preferentes.

Son letras críticas, aunque no explícitas: más erotismo que pornografía.

Son canciones, no panfletos. Necesito que haya una historia y ese marco es el que la condiciona. Como están escritas en primera persona, a lo mejor dan lugar a confusiones, pero yo nunca he estado encarcelado ni me he suicidado (Septiembre). Me gusta escribir en primera persona porque tiene más fuerza. Yo me lo creo más.

El público es inteligente: nadie se tira por la ventana después de ver Superman.

Bueno, en su día hubo de todo… Cuando al rock le dio por el compromiso social, me lo echaron en cara: "El artista tiene que comprometerse". Oye, yo cuento historias, porque de lo contrario haría panfletos y no canciones. Una canción es otra cosa. Y el marco, insisto, tiene que ser este planetilla en el que vivimos. O no.

Josele Santiago, cantante y guitarrista de Los Enemigos.
Josele Santiago (a la derecha), cantante y guitarrista de Los Enemigos. OSCAR CARRIQUÍ

Igual que en sus discos en solitario hay alguna canción enemiga, ha terminado llevando al directo su vertiente más joseliana. ¿Lo ve así, aunque todo quede en casa?

No. La otra orilla o Desde el jergón son de principios de los noventa y podrían estar en cualquiera de mis discos en solitario. Desde dentro, no veo tanta diferencia. Intento que la melodía y la letra sean maravillosas. Lo único que cambia son los arreglos. De hecho, la mayoría de los temas de Los Enemigos aguantan perfectamente con una guitarra acústica.

No cabe duda de que canciones como An-Tonio podrían formar parte de su etapa en solitario, por lo que reformulo la pregunta. Algunas han ido remodelándose en el directo. Más allá de los nuevos arreglos, a veces parece que alarga o retrasa la frase de turno para desmarcarse del público que corea.

Alguna vez lo hago de cachondeíto, pero no es la intención, sino más bien la consecuencia [risas]. Las canciones han ido cambiando y la gente sigue coreándolas como en los discos. Sin embargo, no me gusta ceñirme a las grabaciones originales. Es más divertido darle otro aire y, además, me gusta jugar con la voz.

Tras un parón de varios años, regresaron con más… ¿mala hostia?

En Bestieza nos hemos retrotraído a nuestra vena más punk. ​​Quizás los tiempos estén más jodidos y la cosa, más cabreante. Desde que lo dejamos en 2002, el neoliberalismo se ha adueñado del mundo con un descaro tremendo y escandaloso. Antes entraba en el banco con confianza a ver al señor que me atendía siempre y ahora voy cagado, pensando que me la van a meter... El mundo se ha vuelto muy hostil en Occidente. O sea, que nos están dando por culo constantemente. Y todo eso me cabrea, claro.

"El neoliberalismo se ha adueñado del mundo con un descaro tremendo y escandaloso"

El fascismo también está presente en La ofensa —que se sitúa en la República de Weimar, antes del ascenso de Hitler al poder—, donde un tío dice: "¡Os vais a cagar!". Vamos, lo mismo que está pasando ahora.

¿Lo ve posible en España?

Hay bastantes más posibilidades de que ocurra ahora que hace diez años.

¿Pensó que la extrema derecha podría llegar a tener tanta fuerza? Porque el PP, de alguna manera, lo contenía todo.

Antes estaban agazapaditos… Pero si pasa en Europa, ¿cómo no va a pasar aquí antes o después? Vivimos en un mundo globalizado y, cuando Donald Trump ganó las elecciones, los partidos de extrema derecha vieron un filón.

Josele Santiago (a la derecha), cantante y guitarrista de Los Enemigos.
Josele Santiago (con gorra y gafas de sol), líder de Los Enemigos. OSCAR CARRIQUÍ

Hace tiempo que dejó Madrid. ¿Ese mundo del que hablaba es menos hostil en un pueblo?

Vivo en el extrarradio de Barcelona, muy cerquita del campo. Cuando vengo a Madrid, a los cinco o seis días ya me agobio. A Barcelona no bajo, excepto que sea muy necesario. No me gustan las ciudades grandes.

Curiosamente, de joven ya le gustaba el campo.

Mi barrio, Puerta del Ángel, está cerca de la Casa de Campo. Me gustaba ir allí a jugar y a descubrir cosas. Y por el otro lado, teníamos un montón de descampados. Yo me siento más seguro en un descampado que en la plaza Mayor [risas]. Ahí tienes un buen titular.

¿Le molesta que titulen una entrevista suya con una frase de contenido político?

Hombre, claro. Pero no porque sea político, sino porque en la charla quizás se pasa de una manera muy tangencial por ahí. Un titular te puede desvirtuar una entrevista entera.

¿La retranca y el sarcasmo son un arma efectiva?

No lo sé. Doy por terminada una canción cuando me toca por dentro. Es un instinto que tengo bastante desarrollado. Así se llenan papeleras y va uno acercándose a lo que quiere.

¿Nunca ha pensado en publicar un poemario con sus canciones?

A lo mejor lo hago un día, no lo sé… Me da rabia que, si buscas las canciones en Google, estén tan mal transcritas. Sí, claro que lo he pensado…

Por ejemplo: "Un mendigo que te escupe, un pan blanco manchado de sangre". ¿Va con coma o sin ella?

Son dos imágenes distintas, separadas por una coma. Pero también mola que un mendigo te escupa un pan blanco manchado de sangre.

Segundo Grandío estuvo en los dos primeros Universarios.

Sí, andaba por allí.

Bueno, andaba por allí… grabando. ¿Se van a emitir los conciertos en vídeo?

Pues no lo sé. Ya que está, supongo que algo haremos. Yo ahí ni pincho ni corto. Podría explicarlo mejor Fino Oyonarte [bajista de Los Enemigos e histórico del grupo junto al batería, Chema Animal Pérez].

Conciertos de Los Enemigos: 'Nada' (viernes 28) y 'Bestieza' y 'Tras el último no va nadie' (sábado 29).
Conciertos de Los Enemigos: 'Nada' (viernes 28) y 'Bestieza' y 'Tras el último no va nadie' (sábado 29). 

Entre el merchandising de la tienda, lucía la banda sonora de ​​Se buscan fulmontis.

Fue una grabación bastante desagradable. Nos la encargó Álex Calvo-Sotelo, el director de la película, cuando terminamos Nada. El cebo fue Raimundo Amador, porque nos molaba trabajar con él y aceptamos. Sin embargo, el disco no nos gusta, hasta el punto de que no lo contamos.

​​En cambio, ha reivindicado otro álbum supuestamente menor, Sursum corda.

Siempre lo he defendido, pese a que la portada no le hace justicia. Nos habíamos ido a RCA, pero le debíamos un disco a la discográfica GASA, para la que grabamos Sursum corda. Tiene mucha más enjundia de la que puede parecer a priori. Es un disco que me encanta.

Incluso algunos críticos, aficionados y usted mismo han llegado a sugerir que el disco bueno era ese y no Tras el último no va nadie, lo que no deja de tener su coña.

Tampoco le íbamos a entregar a GASA una mierda de disco, aunque a lo mejor tenían razón… Cuando vimos el percal, empecé a tirar de fondo de armario, trabajamos como cabrones y grabamos los dos elepés casi a la vez.

Suena a disco primerizo, de la época fundacional de Los Enemigos, fresco y espontáneo.

Cuando lo grabamos, estábamos más relajados y también improvisamos mucho. Tras el último no va nadie es más cuadriculado, tiene mogollón de pistas, unas mezclas imposibles... Una lástima, porque Sursum corda, con una buena portada y en otras circunstancias, hubiera sido otra cosa y se habría tenido más en cuenta.

"Los Enemigos, más en forma que nunca". "Bestieza, uno de los mejores discos de Los Enemigos". Si siguen así, se van a pegar un hostiazo contra el techo.

Bestieza es uno de nuestros mejores trabajos. Al menos como elepé: es muy compacto, redondo, claro y con una personalidad definida. Y, a la vez, variado y con una producción cuidada. Quizás sea nuestro disco más punki, con mucha caña y distorsión.

"Yo cuento historias, porque de lo contrario haría panfletos y no canciones"

Era lo que nos hacía falta. Parte de una idea potente y nos pilla en un momento en el que casi nos vamos al carajo. Menos mal que apareció David Krahe con su guitarra y nos recompusimos como pudimos.

Si le suman el disco Gas y trallazos como Me sobra carnaval o Dentro, tendrían para una noche punk de Universarios.

Siempre hemos tenido una vena un poco punk, aunque sin cresta, porque empezamos a escuchar música en esa época. Hay un montón de grupos de finales de los setenta y principios de los ochenta que están muy presentes en nuestra médula.

Josele Santiago y Los Enemigos.
Josele Santiago y Los Enemigos. OSCAR CARRIQUÍ

Fino Oyonarte está a punto de sacar su segundo disco en solitario, Arrecife. ¿Usted tiene alguno a la vista?

Yo estoy centrado en el siguiente disco de Los Enemigos.

O sea, que en 2023 habrá nuevo disco del grupo.

Es bastante probable. Veintitrés, veinticuatro, veinti…

No, hombre, en 2025 no.

He dicho en 2024 [risas]. Sí, sin duda estará listo a finales de 2023.

En su día escribió en Babelia, el suplemento cultural de El País, colaboró en Ruta 66 y ahora lo hace en la revista Rockdelux. Sorprendió descubrir al Josele Santiago columnista.

En Babelia hubo columnas mejores y peores, pero a mí me vino muy bien. Fue una escuela de puta madre, porque aprendí mucho.

¿Le gusta la faceta de escribir columnas?

Siempre me ha gustado leer y me encanta escribir. Al ser un formato limitado, tienes que ir al grano, si no te pierdes. Sí, no sé, a ver… Yo escribo habitualmente, a ver si algún día me animo y recopilo…

¿Ensayo o ficción?

De momento, lo que estoy haciendo sería una mezcla. O sea, un ensayo muy delirante [risas].

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