Históricamente, Barcelona ha sido una ciudad de cines. A principios de los 60, había más de un centenar de salas repartidas mayoritariamente por el centro de la capital catalana. De hecho, Barcelona se encontraba en el TOP 3 de metrópolis con más cines del mundo. Diorama, Dorado, Fantasio, París, Pelayo... Actualmente, no queda mucho de esa época dorada, sólo la nostalgia de un pasado cinematográfico que todavía resuena por las principales avenidas de Barcelona.

Las salas de cine empezaron a vivir un claro declive en los años 80, con la llegada en masa de la televisión a las casas, la irrupción de los videoclubes y, a principios de los 2000, Internet y la piratería. No hace falta decir que actualmente las reinas del consumo audiovisual son las plataformas de streaming, la estocada final a un sector que está buscando cómo sobrevivir y adaptarse en la era de Netflix, HBO y Amazon Prime Video.

Una fórmula que quizás han encontrado las productoras Isona Passola y Anna Rosa Cisquella, que junto con Flyhard Produccions y la cooperativa Barc, han puesto en marcha un proyecto para dar una nueva oportunidad a los icónicos Cines Texas de Gràcia. En el 2020, su gestor bajó la persiana por la pandemia y ya no volvió a levantarla. Sin embargo, en otoño volverán a abrir reconvertidos en un espacio cultural: tendrá dos salas de proyecciones de películas, un teatro y un espacio gastronómico y ofrecerá propuestas culturales y lúdicas de todo tipo.

Sin embargo, los Cines Texas son la excepción. Repasamos las salas de cine más míticas de Barcelona que han desaparecido en los últimos años para convertirse en tiendas, parkings o supermercados.

Cines Urgell

Era una de las salas de cine más grandes de Barcelona, con un total de 1.832 localidades. Pero en 2013, cuando estaban a punto de llegar a los 50 años de vida, cerraron para seis años después, en noviembre de 2019, convertirse en un supermercado. Una de las últimas películas que proyectó fue Fast & Furious 6. Los motivos del cierre no fueron otros que un claro descenso de la venta de entradas, la subida del IVA de las mismas y las plataformas, que ya empezaban a sacar la cabeza.

Urgell abrió sus puertas durante la época dorada de las salas de cine en Barcelona, en 1963, con la película musical Carmen Jones, dirigida por Otto Preminger. A lo largo de su historia ha proyectado éxitos como Tiburón, ET o Indiana Jones.

Palau Balaña

Palau Balañá, el gran multicine del Grup Balañá, junto a la estación de Sants, cerró sus puertas en febrero del 2020, un mes antes del inicio de la pandemia. Las siete salas estaban equipadas con tecnología digital 3D.

El cine, inaugurado en 1965, fue la última de las grandes salas que abrió el fundador del grupo, Pere Balañá Espinós. Tenía capacidad para 1.600 espectadores, pero el cambio de hábitos de los consumidores llevó a su cierre. Actualmente está cerrado y de momento no hay ningún proyecto en marcha.

Cines Rex

Aún podemos ver el emblemático edificio de cines Rex en el número 463 de la Gran Vía de las Corts Catalanes de Barcelona. Abrió sus puertas el 24 de diciembre de 1940 y cerró definitivamente el 29 de julio de 2010. Ofrecía títulos en versión doblada, pero también se proyectaban cintas en versión original subtitulada.

La última película que proyectó fue Le concert, del director francés Radu Mihaileanu. En los últimos años también acogió al festival de documentales In-edit. Pertenecía al Grup Balañá.

Cines Casablanca Kaplan

Era uno de los templos del cine independiente y de autor de Barcelona, pero en el 2011, en plena crisis económica, bajó las persianas para convertirse siete años más tarde en una tienda de ropa.

El local del paseo de Gràcia estaba regentado por Salomón Shang y abrió sus puertas por primera vez en diciembre de 1980. Los primeros títulos que se proyectaron fueron: Cabeza borradora, de David Lynch, y Johnny Guitar, de Nicholas Ray.

Cines Alexandra

La sala abrió sus puertas por primera vez en 1949 en el emblemático edificio de la Rambla, que actualmente es una tienda. Tenía capacidad para 1.051 personas, con localidades repartidas entre la platea y el anfiteatro. Pertenecía a la familia Castañé y la primera proyección fue Sitting Pretty, una comedia de la Fox.

Como curiosidad, el 13 de mayo de 2002 se desplomó la marquesina del cine y dejó dos heridos leves. Casi diez años después, en el 2013, cerró definitivamente por la crisis del sector. La última película que se proyectó fue la que inauguró la sala sesenta años antrás, Sitting Pretty.

Club Coliseum

Fue el último gran cine de la Rambla y uno de los más señoriales, puesto que estaba ubicado en uno de los edificios históricos más importantes de Barcelona, proyectado por Francesc de Paula Nebot. La primera película que se estrenó en el Club Coliseum fue el filme biográfico Valentino en 1978. La última fue El amanecer del planeta de los simios, en 2014. Actualmente es una tienda.

Aribau Club, el cine de los mil nombres

Sin previo aviso ni despedida, las dos salas de los cines Aribau Club de Barcelona proyectaron en julio del 2018 sus últimas películas: Lola Pater y Mary Shelley. El Grup Balañá decidió cerrar este histórico cine, inaugurado en 1936 como Doré y adquirido por su familia en 1976.

Programado en los primeros años por la CNT, dos años después fue rebautizado como Durruti, en homenaje al líder anarquista. Durante el franquismo se convirtió en el cine Dorado, un nombre que conservaría hasta 1994. Aquel año pasó a llamarse Club Doré, recuperando parcialmente la denominación original. Por último, la sala adoptó en 2006 el nombre con el que llegó hasta su cierre, Aribau Club.

Cine Méliès

Los cines Méliès, ubicado en el 102 de la calle Villarroel, también cerraron sus puertas en el 2020 tras 24 años por la crisis económica derivada de la pandemia de la covid-19 y las malas condiciones de la finca

Las dos salas del cine abrieron sus puertas por primera vez el 20 de diciembre de 1996 con una programación que oscilaba entre el cine clásico y el cine europeo, alternativo y de estreno. El 2 de junio del 2011 el cine sufrió un incendio que obligó a cerrar temporalmente sus puertas, hasta su reapertura el 5 de enero del 2012.