Los vecinos de un edificio de 47 viviendas en Massanassa (València), próximo al CEIP Lluís Vives, donde murió un trabajador este fin de semana, han alertado del mal estado del inmueble y temen volver a sus casas, según ha publicado À Punt. Con todo, han recibido la autorización para retornar a la finca.

"Estamos en un peligro enorme. Esto (el techo del garaje) se nos ha hundido y todo el forjado de la finca se está desmoronando. Nos han dicho que no hay peligro y que podemos volver, pero ante esta situación nos lo estamos pensando mucho. Hay vecinos que han vuelto y otros que no se atreven", ha explicado al medio valenciano uno de los residentes.

El garaje del edificio todavía tiene más de una decena de vehículos atrapados en el barro, entre escombros, con un aparente "peligro" para la "salubridad" pública. "Yo, hasta que no vea esto limpio, no me atrevo a volver", ha señalado el mismo vecino de Massanassa.

Otro de los temores de los residentes es que ceda una de las escaleras, lo que podría provocar que vecinos se queden atrapados en sus pisos, según recoge el mismo medio.

A poca distancia de este bloque de viviendas, el pasado domingo, un operario de 51 años que estaba llevando a cabo tareas de limpieza en el colegio Lluís Vives de Massanassa murió tras el derrumbe de parte del tejado. Otro operario resultó herido.

El conseller de Educación del Gobierno valenciano, José Antonio Rovira, señaló que el colegio no estaba destinado necesariamente a ser demolido, aunque había sido clasificado como "rojo" debido a los daños causados ​​por la DANA. Rovira ha afirmado que "en ningún caso se consideró un centro con riesgo de colapso, y no ha ocurrido así; el accidente se produjo en un porche, posiblemente debido a un daño en un pilar, y se desplomó".