Se cumple estos días un año desde el lanzamiento mundial de Chat GPT (del inglés Generative Pre-trained Transformer). Este fenómeno popular y de extensión viral supone una disrupción tecnológica muy especial, un ejemplo perfecto del potencial de la tecnología para cuestionar el modo en que se viene desarrollando nuestra experiencia laboral y el rol de muchos puestos de trabajo. 

Los seres humanos siempre han experimentado inquietud por los cambios. Un “miedo al futuro” que proviene de una creciente incertidumbre, de un reconocimiento de la incapacidad para resistirnos o incluso adaptarnos a las nuevas condiciones, de que la realidad pasa por encima de nosotros como una enorme ola.  

Sin embargo, la historia nos muestra otra cosa: la capacidad de sobreponernos, de adaptarnos, incluso de salir beneficiados en momentos en que las sociedades pasan por profundas transformaciones. Así fue en la Revolución Industrial, o incluso en los grandes avances tecnológicos y científicos que se han producido desde los años 80 gracias a la digitalización. Si el vértigo que suscita este velocísimo desarrollo tecnológico es natural, también constituye el origen de nuevas oportunidades. Muy en especial, para los jóvenes y las próximas generaciones. 

Nuevas oportunidades 

De lo que no cabe duda es de la necesidad de facilitar al máximo la adaptación a los trabajos emergentes y evitar el desacople entre la demanda y la oferta de empleo.  “Ya se aprecia una situación de puestos sin cubrir -muchos con perfiles correspondientes a nuevas tendencias que caracterizan los empleos del futuro- que convive con significativas tasas de desempleo”, explican en el portal de Becas Santander. 

Y para ello es fundamental poner el foco en la educación y el empleo. En este sentido, Banco Santander lleva años apostando por ayudar a que las universidades tengan muy presente la empleabilidad a la hora de diseñar sus planes de formación superior. En palabras de la propia Ana Botín, presidenta del grupo cántabro, “para lograr una economía más competitiva es necesario un enfoque integral de la educación donde la empleabilidad debe ser una prioridad tanto para las universidades como para las empresas. Es fundamental fomentar las capacidades correctas desde la universidad y durante la vida laboral con un enfoque dinámico”. 

Santander Universidades, a través de Becas Santander, recoge un estudio elaborado recientemente por el Foro Económico Mundial (WEF) a partir de una detallada encuesta a 803 grandes compañías que emplean a más de 11 millones de personas en 45 economías de todas las regiones del mundo. Casi el 75% de las firmas encuestadas estima que adoptará la inteligencia artificial en su negocio, al tiempo que confirma que las dos profesiones emergentes con mayor proyección de crecimiento en el próximo lustro son los especialistas en inteligencia artificial y los expertos en aprendizaje automático.  

Pero al mismo tiempo van surgiendo otras oportunidades laborales. Sin ir más lejos, un aumento de las contrataciones de expertos en sustentabilidad ambiental o de operadores de equipos agrícolas, trabajos que nadie esperaba que formaran parte del top 10 de los empleos más demandados en los próximos cinco años. El resto de esa lista incluye a analistas de inteligencia comercial, analistas de seguridad de información, ingenieros FinTech (Tecnología Financiera), analistas y científicos de datos, ingenieros de robótica y electrotecnología y especialistas en transformación digital. 

Como asegura Saadia Zahidi, directora gerente del Foro, “todos hemos visto lo que está pasando con la inteligencia artificial generativa y lo rápido que se está adoptando en varias industrias". Es cierto, y supone tan solo un ejemplo de esta ola transformadora. Sin embargo, el estudio concluye que con una visión optimista: según estimaciones de los empleadores de las grandes compañías, el impacto tecnológico en el mercado laboral provocará que en los próximos cinco años se creen más trabajos de los que pierdan. 

Ricardo Palomo-Zurdo, catedrático de Economía Financiera de la Universidad CEU San Pablo, afirma que “todos los empleos del futuro van a requerir una adaptabilidad continua, mantener una mentalidad de aprendizaje constante y tener disposición a adaptarse a las nuevas tecnologías y metodologías”. Y al tiempo que pone énfasis en la experiencia práctica y las certificaciones profesionales o técnicas, el profesor incide en potenciar y poner en valor las cualidades esenciales del ser humano basadas en su verdadera inteligencia creativa, emocional, relacional e interpretativa. 

Santander, con la educación superior y el empleo 

Para ayudar al progreso de las personas, superar los desafíos que presenta la cuarta revolución industrial y crecer de manera inclusiva y sostenible, Banco Santander apuesta por tres conceptos clave para impulsar la empleabilidad: el aprendizaje continuo, el reciclaje profesional y la capacitación adicional. La entidad lleva más de 26 años contribuyendo a mejorar las perspectivas profesionales y la empleabilidad de nuestras comunidades a través de la educación, la empleabilidad y el emprendimiento. El banco ha apoyado a más de 1 millón de personas y empresas e invertido más de 2.200 millones de euros. “Apoyamos la formación a lo largo de la vida, ofreciendo becas, programas y contenidos formativos gratuitos para adultos de cualquier edad”.