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Sanidad activa la alerta por frío en varias provincias y pone el foco en el riesgo para la salud de colectivos vulnerables

Sevilla está en el nivel 3 de por las bajas temperaturas, mientras que Huelva, Córdoba, València, Zaragoza y Girona se encuentran en uno inferior.

Un niño abrigado con gorro y bufanda. A 19 de diciembre de 2023, en Sevilla (Andalucía, España).
Un niño abrigado con gorro y bufanda, a 19 de diciembre de 2023, en Sevilla (Andalucía). María José López / Europa Press

Las comunidades y los ayuntamientos deberán intensificar la información a los profesionales sanitarios y a los colectivos vulnerables sobre el riesgo para la salud que el gélido frío que asolará a algunos territorios a los largo de los próximos días puede implicar. El Ministerio de Sanidad ha informado de que Sevilla está en el nivel 3 de por las bajas temperaturas, mientras que Huelva, Córdoba, València, Zaragoza y Girona se encuentran en uno inferior.

Estas son algunas de las medidas preventivas que llevan aparejadas estos dos niveles de riesgo en el Plan Nacional de actuaciones preventivas por bajas temperaturas que Sanidad, gabinete ahora liderado por Mónica García (Más Madrid), pone en marcha cada año para reducir el impacto del frío en la salud.

Con este objetivo, cada día la institución envía a las comunidades la información que le proporciona la Aemet, desagregada por provincias. En función del nivel de riesgo, el plan establece medidas para coordinar a todos los agentes.

Buena parte de las recomendaciones se centran en la necesidad de poner el foco en las personas y grupos más vulnerables, así como adoptar medidas adicionales y específicas dirigidas a su protección.

En concreto, se advierte sobre el riesgo para quienes que viven en la calle, aquellas cuyo bajo nivel de renta les impide encender la calefacción (lo que se denomina pobreza energética), los mayores y los niños.

Sevilla, con una mínima prevista de 1 grado y una máxima de 16, está en nivel 3, en cuyo caso se deberán intensificar estas medidas y se requerirá una valoración del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del estado de la situación.

La mortalidad diaria en los meses de invierno es superior a la que se produce en verano, y el efecto de una ola de frío se manifiesta hasta 14 días después debido, en parte, a enfermedades respiratorias de carácter infeccioso y a un aumento de mortalidad por patologías cardiovasculares.

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