Desde hace un mes y medio un grupo de personas acampa en el Puertito de Adeje para pedir la paralización del proyecto de Cuna del Alma (una iniciativa con inversión belga que convertirá en villas de lujo un barranco canario). Desde entonces, ciudadanos, científicos y colectivos ecologistas han señalado a la empresa promotora, Segunda Casa Adeje SL, de destruir la biodiversidad de la zona.

El último varapalo al proyecto viene por parte del Cabildo de Tenerife. Los colectivos sociales exigieron la presencia de los responsables de medioambiente de las diferentes instituciones públicas ante el avance de las obras. ¿El motivo? Dos especies protegidas estaban en riesgo de ser destruidas. Una de ellas ni siquiera aparecía en la memoria ambiental del proyecto.

Se trata de la viborina triste (Echium triste), una planta que forma parte del Catálogo Canario de Especies Protegidas "como especie de protección especial", según recoge el documento emitido por el Cabildo de Tenerife al que ha tenido acceso Público.

Las organizaciones ecologistas Salvar La Tejita y la Asociación de Amigos de la Naturaleza (ATAN), así como las decenas de personas que se intercambian a diario en el Puertito de Adeje, han denunciado la presencia de esta especie, pero no ha sido hasta ahora cuando una institución pública ha reconocido que existen ejemplares de viborina en la zona y que este hecho se omitió en los documentos del proyecto.

"Dicha especie no se había detectado hasta la fecha, ni aparecía relatada en el contenido de la Memoria Ambiental aprobada por la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (COTMAC) el 6 de marzo de 2018", relata el documento del Cabildo de Tenerife.

Hasta el momento, la promotora de Cuna del Alma ha insistido en que "todas las actuaciones se están realizando de acuerdo con los informes emitidos por el Órgano Ambiental del Gobierno de Canarias". Sin embargo, la existencia de viborina triste no aparecía en ninguno de los documentos entregados por Segunda Casa Adeje SL a las instituciones públicas.

El área de Gestión del Medio Natural del Cabildo de Tenerife remitió un oficio al Ayuntamiento de Adeje, al Gobierno de Canarias y a la empresa promotora del Complejo en relación con la recién conocida afección de las viborinas. El informe elaborado por los Agentes Medioambientales del Cabildo estaba motivado por las "denuncias de los movimientos sociales y ecologistas".

Desde Cuna del Alma también han confirmado la recepción de dicho texto. "Se está estudiando por parte del equipo técnico", añadieron fuentes de la promotora. Pero no hacen referencia a la falta de esta especie en la citada Memoria Ambiental.

Con esta notificación, el Cabildo de Tenerife emplaza a la Consejería de Transición Ecológica "a valorar la situación y a comunicar" al Ayuntamiento de Adeje "las medidas que proceda adoptar" con respecto a la presencia de esta especie protegida.

La asociación Salvar La Tejita viene alertando desde el mes de mayo de la destrucción de ejemplares de cardón, viborina canaria y tabaiba dulce. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que una institución pública se ha pronunciado al respecto.

El cardonal-tabaibal

El Cabildo de Tenerife también se ha pronunciado con respecto al debate sobre la preservación del cardonal-tabaibal y la iniciativa ciudadana en redes sociales bajo el lema "no me toques los cardones". "El proyecto debe cumplir con hasta un total de 65 medidas y cuyo cumplimiento y chequeo debe ser exigido por el Ayuntamiento de Adeje y el Gobierno de Canarias que son las instituciones que lo han probado", justifica el Cabildo.

El área del Medio Natural del Cabildo se encarga de proteger los límites del Sitio de Interés Científico de La Caleta, colindante con Cuna del Alma, el tratamiento de la flora y el cuidado de los ecosistemas, según la institución insular.

Ante las críticas de los ciudadanos a raíz de las imágenes de cardones destruidos por las obras de una carretera que conecta dos puntos turísticos del municipio de Adeje con el proyecto de Cuna del Alma, la institución insiste en que en la autorización se especifican cómo deben ser tratados, arrancados y trasplantados los ejemplares de esas plantas protegidas.