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Periodistas francesas denuncian "ser víctimas del sexismo" por parte de los políticos

Un grupo de 40 profesionales de los medios publican un manifiesto en el que evidencian el trato machista al que se enfrentan en el desarrollo de su trabajo.

Portada del diario Libération del martes 5 de mayo

B. GORDALIZA

MADRID.- El diario francés Libération recoge este martes en primera página el manifiesto de 40 periodistas francesas que denuncian el trato sexista que reciben de los políticos cuando están realizando su trabajo.

La portada del diario abre en grande con la expresión: ¡Quítame las manos de encima! para informar de la denuncia que hacen un numeroso grupo de periodistas francesas que cubren la política nacional y que recogen en un manifiesto titulado: "Nosotras periodistas políticas, y víctimas del sexismo".

"Con demasiada frecuencia, las mujeres periodistas encargadas de cubrir la política son víctimas del sexismo por parte de algunos funcionarios electos." Así comienza el manifiesto con el que se unen 40 periodistas que representan a los principales medios del país como France Inter, le Monde, France 3, Mediapart, Libération, Paris Match o Le Parisien.

Este grupo de profesionales afirma que ellas "no son la Generación Giroud", haciendo referencia a la cofundadora y editora del periódico l'Express Françoise Giroud, una de las primeras mujeres en dirigir un semanal generalista en los años 70. Giroud impuso una línea entre el cliché machista y la eficacia editorial, convencida de que los políticos iban a desvelar información más fácilmente frente a las mujeres.

Pero 40 años después "la generación de mujeres periodistas encargadas de cubrir la política francesa bajo las presidencias de Sarkozy y Hollande, vivimos todos los días esta ambigüedad, a menudo alimentada por los políticos", continúan en su manifiesto.

Recogen ejemplos de situaciones y comentarios sexistas que han recibido mientras ejercían su trabajo por partes de senadores y políticos como, por ejemplo, "un diputado que les pasa la mano por el pelo para darles la bienvenida" o "un parlamentario del Senado que se lamenta de que lleven jersey de cuello alto en lugar de escote".

También actuaciones como que "un candidato a las primarias en plena rueda de prensa delante de los micrófonos en un día de verano", responda a las preguntas de una de las periodistas "porque lleva un vestido bonito". También cuentan como "durante la última campaña presidencial, a bordo de un avión, un portavoz toma fotos de las periodistas mientras dormían".

Concluyen que mientras "la política siga en manos de los hombres heterosexuales de los sesenta, nada va a cambiar". Y que les "hubiera encantado a todas poder firmar el texto sin tener que esconderse bajo el anonimato". Pero algunas están en condiciones complicadas y saben que firmar esto puede traerlas "consecuencias discriminatorias  o situaciones de trabajo difíciles".

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