La exposición de los menores a espectáculos de violencia taurina sigue repitiéndose por toda España a pesar de la recomendación en contra del Comité de Derechos de los Niños de la ONU. De hecho, lo menores no sólo siguen teniendo vía libre en las plazas de toros, sino que las empresas de tauromaquia se afanan cada vez más en promocionar actos dedicados especialmente para la infancia.

Cartel de los actos del fin de semana en la Plaza de Toros de Hellín.

El próximo ocurrirá en el municipio albaceteño de Hellín durante este fin de semana. Allí, y según ha anuncia la Plaza de Toros de la localidad, tendrá lugar “una clase magistral de toreo de salón” para los más jóvenes del pueblo, de la mano del torero Diego Carretero. La cosa no quedará ahí, porque, según el mismo cartel, el diestro “regalará”, además, cien entradas para la corrida de todos del día siguiente a los cien primero niños en llegar.

Los dos actos se han programado coincidiendo con las fiestas patronales de Hellín en honor a la Virgen del Rosario. Consultado por este periódico, el Ayuntamiento se ha desligado de la programación de la Plaza de Toros, que es “responsabilidad del empresario a quien se le adjudica” y que “puede organizar lo que crea conveniente”. “Es lo mismo que las instalaciones de la feria que se le adjudican al feriante, nosotros ahí no…” han señalado desde la Secretaría de la Alcaldía.

El pasado febrero, el Comité de los Derechos de los Niños de las Naciones Unidas recomendó a España que prohibiera la participación de los menores de 18 años en las corridas de toros, ya fuese como toreros o como espectadores, “a fin de prevenir los efectos dañinos de la tauromaquia en niños”. Aunque el Comité no se mostraba en contra de la tauromaquia, sí que instaba al Gobierno a actuar al considerar que usar niños como toreros o como meros espectadores de esas actividades resultaba “un ejercicio violento”.

En España, la edad mínima para poder entrar en una escuela de tauromaquia es de 14 años, pero no existe ninguna normativa que prohíba la entrada de los menores o que establezca un mínimo de edad para asistir como público a corridas de toros. La ley de 1991 de Potestades Administrativas en Materia de Espectáculos Taurinos tampoco impone ninguna limitación en este sentido. No obstante, cada comunidad autónoma tiene competencias para regular en materia de tauromaquia.