Deportistas y famosos prestan su imagen para la publicidad del juego, un sector que mueve cifras millonarias cuya creciente presencia en las calles y en internet, y sobre todo el binomio jóvenes-apuestas, han disparado las alarmas de quienes ya hablan de la ludopatía como la nueva gran adicción.  

La edad de acceso al juego "privado", es decir a las casas de apuestas y otros juegos con premios inmediatos, ha descendido y "cada vez acuden más familias a las consultas a pedir ayuda porque sus hijos están teniendo problemas de adicción", según los expertos del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.

El Ejecutivo tiene la competencia y el control de los juegos en línea (apuestas, juegos de casino, maquinas de azar, póquer y bingo), además de regular los que afectan a todo el territorio (como las Loterías y Apuestas del Estado y la ONCE).  

Hacienda ha intentado poner límites al repunte de la publicidad y a la presencia de deportistas y rostros famosos en los anuncios de apuestas online, sobre todo las deportivas, con una normativa similar a la que rige a los productos del tabaco. 

El Gobierno, con el apoyo de Unidas Podemos, se comprometió a sacar adelante una norma en este sentido, que han reclamado consumidores e instituciones como el Defensor del Pueblo, pero no ha sido posible por la disolución de las Cortes. 

Las comunidades se encargan del juego en cada uno de sus territorios, ya sea presencial (máquinas tragaperras, bingo o salas de casino, entre otros) u online de ámbito autonómico. 

La última en tomar cartas en el asunto ha sido la Comunidad de Madrid, que ha prohibido que los medios públicos autonómicos -Telemadrid y Onda Madrid- emitan publicidad sobre las apuestas, y ha planteado que los salones de juego no puedan situarse a menos de cien metros de institutos y colegios, entre otras medidas.

El mercado del juego

El mercado de las apuestas deportivas se ha multiplicado por casi 2,5 en seis años, al pasar de 303,3 millones de euros (tras restar el dinero de los premios) en 2012 a 742 en 2017, un periodo en el que su actividad ha crecido regularmente a un ritmo de un 20%.

Son los datos del último Anuario del Juego en España publicado por la compañía Codere y la Universidad Carlos III de Madrid, en el que se constata que las apuestas deportivas presenciales y en línea son la forma de juego que ha crecido más en España después de las loterías instantáneas de la ONCE.  

Los salones de juego se situaban en tercer lugar, con datos de 2017, mientras los casinos y los bingos se mantenían estables con un ligero crecimiento en torno al 4% y la quiniela y los cupones decrecían. 

El juego en general sigue creciendo, y lo hace desde 2014. En 2017 se jugaron 9.408 millones de euros (dinero jugado menos los premios pagados a los participantes, lo que se denomina el "juego real"), un 6,2% más que en 2016 y un 8% más que en 2015. 

Varias personas caminan por delante de un local de juego en el madrileño barrio de Tetuán. EFE/ Marisca

El 94% se corresponde con el segmento presencial y el 6% con la actividad online' que registró el mayor crecimiento -más de un 30%-. Los últimos datos del mercado español de juego publicados por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) apuntan a que el juego en línea ha crecido en España de 2012 a 2017 un 387%, al pasar de 2.805,47 millones de euros en actividad a más de 13.000.

Perfil del ludópada

Esta actividad del juego online está pesando en el perfil de las personas con ludopatía, que, no obstante, aún responde en su mayoría al de un hombre de 36 años, con trabajo, con niveles más elevados de impulsividad y que se inicia en el juego antes de los 18 años con las máquinas tragaperras. 

Las máquinas recreativas con premio son el juego activo problemático más frecuente, según el último proyecto de investigación sobre los factores de riesgo del trastorno del juego de la DGOJ de 2017. Le siguen las salas recreativas y los bingos.  

Las preferencias de juego para los hombres son las maquinas, loterías, quinielas, salas de juego, loterías instantáneas y apuestas por internet. Las mujeres, que suelen tener edades más avanzadas, también prefieren las máquinas, seguidas por las loterías y los bingos. 

En el análisis del perfil del jugador online elaborado por la DGOJ se detalla que el gasto medio anual de los usuarios en 2017 fue de 384 euros. El de los hombres fue de 429 euros y el de las mujeres de 134 euros.