Casi una semana después de su rescate, los 168 migrantes localizados y rescatados por la Guardia Civil frente a las costas de Mauritania ya han sido devueltos a Senegal, desde donde había zarpado el cayuco con el que se dirigían a la Islas Canarias.

El Ministerio del Interior ha informado este miércoles de que todos los migrantes se encuentran "a salvo en tierra" en el puerto de Saint Louis, en Senegal, después de que los rescatara la patrullera española Río Tajo de la Guardia Civil frente al puerto de Nuadibú (Mauritania).

La situación de estas personas a bordo de la patrullera había sido foco de tensión durante los seis días que han permanecido hacinados y retenidos en el buque, ya que Mauritania se ha negado a dar su permiso para que fueran desembarcadas.

El nerviosismo y la incertidumbre de los rescatados llevó incluso a que los agentes de la patrullera tuvieran que disparar al aire para disipar intentos de motín a bordo y se reforzara la seguridad en el buque con otros 16 agentes destinados en el país.

Plante de Mauritania

La patrullera de la Guardia Civil zarpó de Nuadibú el pasado lunes después de intentar sin éxito que las autoridades mauritanas los recibieran. Un hecho que sorprendió al Gobierno, ya que el país africano mantiene estrechos acuerdos de colaboración con España en materia de control migratorio y lucha contra la inmigración irregular. Mauritania ha accedido en el pasado a recibir a ciudadanos devueltos por España tras entrar irregularmente en el país. Eso ha incluido a personas de otras nacionalidades.

La reacción mauritana marca un hito en la política migratoria española y arroja incertidumbre sobre la estabilidad de acuerdos por lo que recibe de España alrededor de diez millones de euros al año para control migratorio y donde Policía y Guardia Civil trabajan en una base propia, además de colaborar en patrullas junto a la gendarmería mauritana.

Tras concluir el traslado de todos los migrantes y devolverlos a Senegal, el ministro del Interior español en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha subrayado la "extraordinaria" labor de la patrullera Río Tajo y la Guardia Civil que participaron lo que califica una "operación humanitaria" que ha "conseguido salvar la vida de todos los rescatados".

Críticas a la devolución a Senegal

El martes, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) denunció que este retorno a Senegal de los rescatados podía "incurrir en una posible vulneración de la legislación internacional" al ser considerada "una posible devolución colectiva" en el mar. Colectivos de abogados en materia de Extranjería también alertaban de esta posibilidad.

Según CEAR, los 168 migrantes, de los que Interior no ha facilitado la nacionalidad, se encontraban bajo jurisdicción española al estar bajo custodia de la Guardia Civil. Por este motivo pedía que se garantizara el cumplimiento del Convenio Europeo de Derechos Humanos y se ofreciera la posibilidad de pedir asilo a los rescatados antes de ser devueltos a Senegal, envuelto en una crisis política y social que ha provocado un aumento de la represión.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dicta que estas personas tienen derecho a ser informadas por personal capacitado de la posibilidad de pedir protección internacional, con el apoyo de intérpretes y asesores legales, y enfatiza que debe garantizarse que no se devuelva a personas a países donde sus derechos y sus vidas puedan correr peligro.

Para CEAR, este plante de Mauritania representa un "fracaso" de las políticas migratorias de externalización fronteras, ya que "en esta ocasión, ni siquiera las ingentes cantidades de dinero que recibe el país africano han sido suficientes para que abran sus puertos a las personas rescatadas en sus aguas".

JUCIL pide una investigación en el Congreso 

La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) solicitó el martes que el Congreso de los Diputados investigue las responsabilidades de lo que considera una "la mala gestión" de este rescate.