Público
Público

Escola Guillem Agulló, aprendizajes para la resistencia no violenta

Òmnium encara el 2022 potenciando la formación en acciones no violentas. Jordi Cuixart dirigirá el proyecto una vez abandone la presidencia de la entidad. Será el eje fundamental de la agenda de cursos destinados a empoderar a la población de Catalunya en la defensa de la autodeterminación y el ejercicio de los derechos civiles y políticos.

Presentación de la Escola Guillem Agulló con Jordi Cuixart y otros miembros de Òmniu
Presentación de la Escola Guillem Agulló con Jordi Cuixart y otros miembros de Òmnium. Cedida por Òmnium

"Instruyámonos, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia;  movilicémonos, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo; organicémonos, porque necesitaremos toda nuestra fuerza". Con la adaptación de la emblemática cita de Antonio Gramsci, el filósofo Xavier Antich cerraba el pasado 20 de noviembre la primera jornada de la Escola Guillem Agulló, el espacio de formación creado por Òmnium Cultural con el objetivo de ofrecer herramientas para el "fortalecimiento democrático" de la sociedad ante los retos sociales y políticos que Catalunya tiene por delante.

De esta forma, la histórica entidad retoma el hilo que habían impulsado sus fundadores hace 60 años, cuando decidieron formar maestros de lengua catalana en la clandestinidad. Así se refirió Jordi Cuixart el 16 de octubre durante el acto de presentación del proyecto.  Afirmó que la Escuela pretende continuar la labor de empoderamiento y desobediencia que hoy ya ejercen la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), los colectivos que intentan rescatar a migrantes que navegan por aguas internacionales, quienes hace décadas acabaron con el servicio militar obligatorio o la sociedad catalana que, el 1 de octubre de 2017, organizó e hizo posible el referéndum de autodeterminación en Catalunya.

Según Cuixart, "hay que tener el convencimiento de que la lucha no violenta no es pasiva sino propositiva y que exige nuestra capacidad de sacrificio", indicó, para acto seguido recordar que, si la Escuela toma el nombre de Guillem Agulló, es en homenaje al compromiso que tuvo el joven independentista valenciano asesinado en 1993 por un grupúsculo neonazi. Un Guillem Agulló al que alabó por "la entrega para combatir los discursos de odio que, aún hoy, alimentan a la extrema derecha".

Jordi Cuixart no repetirá como líder de Òmnium, entre otras razones, porque quiere implicarse en la Escola Guillem

Precisamente, una de las razones por las que Jordi Cuixart ha decidido no repetir como líder de Òmnium, es para implicarse en este proyecto que, en el actual contexto de restricción de derechos y libertades, "debe ayudar a fortalecernos colectivamente como movimiento de emancipación y ganar madurez como sociedad, con más poder de lo que se cree".

Junto a Cuixart, la Escola Guillem Agulló cuenta con la participación de diversas personalidades vinculadas a espacios de todo tipo, algunos de los cuales han asumido la coordinación de las cuatro áreas de trabajo creadas hasta el momento: Producción de conocimiento e investigación está encabezada por el politólogo Jordi Muñoz y la socióloga Mariona Lladonosa; Formación e instrucción, dinamizada por el exdiputado de la CUP David Fernàndez y el propio Xavier Antich; Transferencia del conocimiento, que correrá a cargo de la periodista Mònica Terribas y el filósofo Àngel Castiñeira; y Espacio Joven, que cuenta con el jurista Dídac Amat y el actual vicepresidente de Òmnium Marcel Mauri, quien también dejará su cargo para dedicarse a formar futuros liderazgos sociales y políticos.

David Fernàndez impartiendo una de las primeras clases
David Fernàndez impartiendo una de las primeras clases. Cedida por Òmnium

Conectar las luchas compartidas

La primera actividad de la Escola Guillem Agulló se celebró en el campus de la Ciutadella de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona el 20 de noviembre, coincidiendo con una efeméride que ha marcado el imaginario colectivo por la muerte del dictador Franco pero también por los asesinatos de políticos independentistas vascos en manos de los GAL.

Ese día, en torno a diferentes coloquios y mesas redondas, 200 personas trataron el fenómeno de la no violencia y la desobediencia civil como estrategias de transformación y cambio social. A lo largo del día, los participantes analizaron cómo diseñar, comunicar y ejecutar un plan de acción no violenta a fin de que fructifique asegurando los mínimos costes represivos y el máximo cuidado de los activistas. Una tarea por la que, en opinión de la filósofa Marina Garcés, "es necesario establecer alianzas contra el régimen de servidumbre que nos invita al actual sistema capitalista".

En este sentido, Garcés defendió que la escuela de Òmnium se convierta en "una trama emancipadora que nos lleve a desafiar las desigualdades y generar instituciones a través de las cuales se ensaye y se ponga en práctica el mundo que deseamos".

Xavier Antich: "No podemos permitirnos el lujo inútil del desánimo"

También en la misma línea, Xavier Antich enfatizó que, si bien estamos inmersos en múltiples crisis que se solapan entre ellas, "no podemos permitirnos el lujo inútil del desánimo". Parafraseando a la periodista Rebecca Solnit, el futuro presidente de Òmnium llamó a "movernos en la esperanza en estos tiempos de oscuridad" y, citando a la pensadora Judith Butler, a aprovechar "la fuerza imparable de la no violencia".

La jornada en la UPF fue el preámbulo de un plan de trabajo que, de cara a este 2022, se concretará en una nueva jornada a finales de febrero y, aún pendiente de confirmarse, talleres formativos sobre activismo y desobediencia civil que se harán, el mismo día y horas, en todas las universidades públicas de los Països Catalans. Dos convocatorias que, a juicio de la socióloga y coordinadora técnica de la Escola Guillem Agulló, Carmen Pérez, "parten de la ambición de formar para estar preparados para actuar", de ahí la labor de los coordinadores para encontrar la complicidad de activistas referentes en las luchas sociales y organizaciones políticas, sindicales y sociales relacionadas con la cultura de la paz y la defensa de los derechos humanos.

A estas alturas, ya colaboran con la Escola Guillem Agulló entidades como el Institut Català Internacional per la Pau, Justícia i Pau, el Collectiu Irídia, el Consell Nacional de la Joventut de Catalunya, la Federació Catalana d’Escoltisme i Guiatge, la plataforma Aigua és Vida, la Xarxa per la Justícia Climàtica o el Sindicat de Llogaters. Espacios de intervención comprometidos en la desobediencia civil que, como recordaba el 20 de noviembre Xavier Antich, ayudarán a construir lo que el poeta Joan Salvat-Papasseit definió como "la guerrilla de quienes nunca retroceden y rompen las rejas". Una amalgama de experiencias que para Antich, futuro presidente de la entidad cívica más importante de Catalunya, harán de la Escola Guillem Agulló "una herramienta con voluntad de transformar la realidad y lograr la victoria".

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias