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Las diez cosas que nunca debes compartir por internet ni por tus redes sociales

Tener cuidado con lo que se publica bajo tu nombre es esencial para llevar tu seguridad personal a raja tabla y que otros no se hagan con información que no deberían tener bajo ningún concepto.

Un terminal móvil.- E.P.

EUROPA PRESS

MADRID.- Las redes sociales, e Internet en general, tienen cientos de ventajas, pero también tienen sus peligros para los usuarios. Tener cuidado con lo que se publica bajo tu nombre es esencial para llevar tu seguridad personal a raja tabla y que otros no se hagan con información que no deberían tener bajo ningún concepto.

Los jóvenes, sobre todo los adolescentes que tienen por primera vez un móvil o un ordenador con acceso a Internet, están hartos de escuchar que tengan cuidado con lo que comparten. Los adultos, aunque se saben el cántico de memoria, también tienen descuidos o lapsos – algunos creen, incluso, que no hay peligro por dar ciertos datos por el mero hecho de ser mayores de edad – en los que muestran cierta información que no deberían mostrar de manera pública, como las quejas relacionadas con su ambiente laboral o alguna que otra fotografía que no les deja en buena posición, por ejemplo.

Aunque cada quien puede hacer lo que quiera con sus datos personales y sus redes sociales, determinadas cosas no se deberían hacer públicas bajo ningún concepto. Esto es lo que debes evitar compartir en las redes sociales y en Internet para que tu seguridad personal o tu privacidad no se vean comprometidas.

1. Tu correo electrónico

Nunca des tu correo electrónico públicamente por Internet por dos razones fundamentales. La primera, porque te pueden mandar correos maliciosos que infecten tu dispositivo y que te roben información personal; la segunda, porque lo más probable es que tu bandeja de entrada se convierta en un almacén de correos de ‘spam’ o de cosas que no te interesan lo más mínimo.

   Es más, lo ideal es que crees un correo electrónico para los registros en las redes sociales, de manera que si dicho correo se vuelve público por lo que sea, no afecte al resto de tu comunicación. Además, así concentras en un solo sitio todo lo que las propias redes sociales te envían.

2. Tu número de teléfono

Con el número de teléfono pasa igual que con el correo electrónico: como lo publiques en Internet, lo más normal será que recibas llamadas continuamente que no te interesen.   Lo mejor que puedes hacer antes de dar tu número de teléfono en aquellos sitios que lo pidan (ciertos registros en webs, determinados formularios, etc.) es asegurarte de que sea totalmente necesario. Además, mira también que el protocolo de la página sea HTTPS para que sea un sitio seguro y que haya una cláusula de protección de tus datos personales.

3. Tu ubicación

Sí, sabemos que la mayoría de las redes sociales permiten compartir la ubicación cuando publicas un texto o una fotografía (Facebook, Instagram o Twitter lo dejan), pero hay que tener mucho cuidado con esta función.   No des una ubicación tremendamente exacta y si puedes evitar darla en el momento en el que te encuentras en ella, mejor. Por ejemplo, si estás en un restaurante comiendo, es mucho mejor que esperes a irte para señalar que has comido en “Casa Paco”. De esta manera, evitarás posibles peligros de gente que dé contigo y llegue a acosarte o seguirte por la calle.

4. Cuándo y dónde te vas de vacaciones

Aunque parezca una tontería decir que vas a pasar la primera semana de septiembre en Valencia de vacaciones, lo cierto es que esto puede traer más de un quebradero de cabeza, ya que hay gente que merodea por las redes sociales en busca de lugares que desmantelar aprovechando que están vacíos.   La Policía lo dice cada verano una y otra vez para que a la gente no se le olvide, pero esto es algo que debes aplicar siempre que vayas a estar fuera de casa unos días, sea cual sea la época del año. No difundas tus planes por lo que pueda pasar.

5. Fotos de menores

Las redes sociales están plagadas de fotos de menores. Muchos padres tienen en mente que no pasa nada por subir una fotografía de su hijo a Facebook para que todo el mundo vea lo guapo que es o lo contento que está de tenerle, pero esto puede ser un peligro para la integridad física y moral del niño.   La pederastia es algo, por desgracia, que se sigue dando con relativa frecuencia hoy en día. Evita subir fotos comprometedoras de tus hijos por ello y porque no sabes si, dentro de unos años, a tu hijo le hará gracia ver esas fotografías por Internet. Lo mejor que puedes hacer es taparle siempre la cara o que salga de espaldas, si quieres subir alguna fotografía con un menor.

Si los menores no son hijos tuyos, pide siempre permiso explícito a los padres antes de subir cualquier fotografía a una red social, te evitarás futuros problemas.

6. Fotos comprometedoras

Todos hemos subido alguna vez una fotografía saliendo de fiesta o haciendo alguna broma. Aunque puede ser gracioso de ver o incluso un bonito recuerdo, no es algo que debamos hacer, ya que puede hacer que nos veamos como quien no somos y que perdamos, incluso, credibilidad en determinadas circunstancias (por ejemplo, si alguna empresa da con el perfil donde está la imagen en cuestión).

7. Fotos de otras personas

 Por mucho que hoy en día rara sea la persona que no utiliza alguna red social, no a todo el mundo le gusta exponerse de cualquier manera. Si vas a subir alguna imagen de tus amigos, asegúrate de que saben perfectamente que la vas a subir y que no están en desacuerdo con ello – si has subido algo y no ha gustado a la persona implicada, bórralo inmediatamente -.

8. Quejas del amiente laboral

   Todos nos hemos encontrado alguna vez con un compañero pesado, un jefe demasiado estricto o algún otro tipo de situación en el trabajo que no nos ha agradado lo más mínimo. Lo normal en estos casos es quejarse, pero evítate problemas y no lo hagas por las redes sociales. De una forma u otra – si es que no lo han hecho ya – pueden dar contigo y que tu comentario público te genere algún conflicto más.

9. Conversaciones personales

 Si tienes una conversación privada por email, WhatsApp u otro tipo de aplicaciones de mensajería instantánea – incluso a través de mensajes privados en las redes sociales -, no la difundas públicamente. Hay que saber separar aquello que es para todos los públicos de lo que se habla de tú a tú con una o varias personas.    Además, si dicha conversación incluye información muy personal, puedes llegar a tener problemas con los individuos en cuestión, así que lo mejor es evitar quebraderos de cabeza.

10. Documentos privados

Los documentos privados son privados por algo. Un archivo de este tipo puede incluir desde algo relacionado con el trabajo, una factura en la que venga algún detalle muy personal o hasta un informe de cualquier tipo.

   Exponiendo en las redes sociales documentos así no es bueno, ya que se trata de información que, de alguna manera, es confidencial. Si por lo que sea acabas publicando algo así, asegúrate muy bien que los datos más privados quedan totalmente borrados (el número de la tarjeta de crédito, de teléfono, tu dirección, una cuenta de correo, etc.).

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