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Sólo cuatro de cada diez hogares españoles con menor poder adquisitivo reciben alguna beca

Las familias con ingresos medios-altos se ahorran unos 40 euros gracias a estas ayudas, mientras que el efecto reductor de gasto es prácticamente nulo con las personas más necesitadas.

Varios niños a su llegada al CEIP El Constitución con motivo del inicio del curso escolar 2023/2024, a 11 de septiembre de 2023, en Quart de Poblet, Valencia, Comunidad Valenciana (España).
Varios niños a su llegada al CEIP El Constitución con motivo del inicio del curso escolar, a 11 de septiembre de 2023, València, País Valencià. Jorge Gil / Europa Press

Aunque las becas y las ayudas al estudio son de las mejores herramientas para paliar la desigualdad educativa, las insuficiencias del sistema no logran ayudar a todos los hogares que lo necesitan. De hecho, hasta el 60% de las familias más pobres no recibe ningún tipo de subvención de este estilo en España.

Así lo refleja el último informe de EsadeEcPol, donde se estudia el gasto que hacen los alumnos por etapa educativa cada vuelta al cole, así como las posibles vías de las que disponen las administraciones públicas para compensarlo.

El documento pone de relieve que, si bien el sistema actual de becas es progresivo, no cubre los gastos de todos los estudiantes más vulnerables en las etapas de educación obligatoria y Bachillerato. En concreto, los especialistas estiman que solo cuatro de cada diez hogares con menor poder adquisitivo reciben alguna beca.

"El problema no es que sean un 40% solo los que reciben la ayuda. El problema es que, en ese resto, la inmensa mayoría sí que tendrían derecho a beca en base a los criterios de renta, patrimonio y estructura familiar", señala Ángel Martínez, autor del estudio junto a Lucía Cobreros.

El economista compara esta situación con la de otras ayudas como el Ingreso Mínimo Vital (IMV): "Pasa porque hay un porcentaje muy significativo de familias que directamente no las solicitan. Esto puede ser por dos razones: la primera porque consideran erróneamente que no tienen derecho a a las ayudas y la segunda porque no se ven capaces de afrontar el desafío burocrático para solicitarlas", expresa.

"Luego tenemos la otra parte, que son familias que, efectivamente, hacen la solicitud, aprueban los requisitos, pero por defectos de forma es rechazada", añade Martínez.

En base a los datos del informe, desde CCOO insisten en que la educación obligatoria debe ser gratuita "para garantizar, justamente, el derecho a la educación".

"No solo el colegio debe estar financiado por el Estado, sino todo lo necesario para instruirse (libros de texto y material escolar). Hay comunidades autónomas como Madrid donde te hacen desgravaciones fiscales por el uniforme escolar y, sin embargo, te quitan la beca de comedora quienes lo necesitan", critica Paco García, responsable de Enseñanza del sindicato.

"Hay gente, como las familias migrantes que acaban de llegar al país, en clara desventaja social que no son conscientes y dependen de hasta donde lleguen los recursos de cada colegio. Eso no puede ocurrir", lamenta García.

Un sistema progresivo, pero insuficiente

A medida que el hogar tiene más ingresos, disminuye el porcentaje de becarios, siendo este del 30,4% en el en las familias de clase media-baja, y del 22% y 21% en la clase media y madia-alta, donde casi no se aprecian diferencias. 

Sin embargo, llama la atención que, según EsadeEcPol, incluso dentro del 20% de los hogares más ricos, el 13% recibe alguna beca. "Esto nos lleva a pensar que, si bien el sistema muestra un carácter progresivo, este podría ser aún mayor, garantizando una mayor cobertura para las familias con menores ingresos", apunta el estudio.

Destaca que en última instancia las familias que más dinero se ahorren sean las de estratos sociales más acomodados, donde se ahorran 40 euros de media si reciben beca; frente a las que menos dinero tienen para las cuales el efecto reductor de gasto es prácticamente nulo.

A este respecto, Martínez explica que no les impacta "tanto" que "el efecto sobre un hogar vulnerable sea menor porque directamente no tienen la opción de gastar nada si no reciben la beca". "En todo caso, si no se les concede la ayuda, acuden a sistemas extraoficiales como comprar material de segunda mano o pedírselo a amigos", argumenta.

Escasez de ayudas en Primaria y la ESO

Una parte importante del gasto que hacen las familias cada septiembre se destina a material educativo. Para un alumno en primer ciclo de Infantil, el coste total en bienes educativos ronda los 100 euros, que se disparan hasta 474 euros para un estudiante de Bachillerato, principalmente por los libros de texto y los aparatos informáticos, sobre todo a partir de Primaria. 

En este sentido, la financiación pública para hacer frente tanto a los gastos directos de matrícula, libros y material, como a los indirectos de comedor, transporte, residencia y movilidad son fundamentales. Así, "la probabilidad de que un alumno no gaste nada en libros si recibe alguna beca es un 27% mayor. Mientras que los alumnos que reciben beca gastan, de media, 24,4 euros menos en libros".

Resulta llamativo que Bachillerato, etapa postobligatoria, sea la que tiene mayor porcentaje de becarios: casi un 40% de bachilleres reciben
alguna beca frente a un 14% en ESO.

Esto tiene sentido si, como advierten los expertos de EsadeEcPol, se tiene en cuenta que hasta 4º de la ESO "el grueso de la financiación se contempla para libros de texto (54%) y que la clasificación de estas ayudas tiende a ser diferente a la de las becas y, por ende, no está contemplada en ese porcentaje". Si bien cabe preguntarse si esta inversión es suficiente para la etapa en la que se produce con más intensidad el fracaso escolar.

Tasas de cobertura y reparto desigual entre autonomías

La cobertura varía enormemente según la comunidad autónoma a la que se atienda. Las hay como Andalucía y el País Valencià, donde las becas son prácticamente universales en préstamos de material, o como Aragón y la Comunidad de Madrid donde todo depende de criterios de renta (muy restrictivos) que producen resultados de cobertura media o baja.

También varía, de acuerdo con EsadeEcPol, el reparto por centros según la titularidad de los mismos. Es decir, según sean públicos, concertados o privados. En este sentido, se observa que en Catalunya el porcentaje de alumnado que recibe beca es mayor en centros de titularidad privada que en escuelas públicas, siendo la situación similar en Balears, Extremadura, Navarra o Madrid.  

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