A cinco días de las elecciones, Catalunya levanta el estado de emergencia por sequía. Así lo ha comunicado el conseller de Acción Climática, David Mascort, quien sitúa el umbral del 25% de reservas en los embalses del sistema Ter Llobregat (que abastecen a casi seis millones de personas) y, según los últimos datos, esta cifra ya se ha rebasado gracias a las lluvias de las últimas tres semanas.

Actualmente, en los embalses de Ter Llobregat las reservas se encuentran superiores a 150 hectómetros cúbicos. En el momento más crítico, había menos de 100. El plan de sequía contempla la salida en emergencia a partir de los 100 hectómetros de reservas (igual que la entrada) pero fuentes de la Agencia Catalana del Agua han admitido que hay que asegurar un cojín de reservas para no entrar y salir de este estado de emergencia constantemente. Según el Govern, ese cojín existe y, por lo tanto, se pueden suavizar las restricciones. 

El conseller ha apuntado que Catalunya está en la misma situación que el año pasado, pero "mucho más preparados como país". Según Mascort, en 2023 el 65% del agua que se consumía procedía de los embalses, porcentaje que este año ha bajado hasta el 50%. 

"La sequía no ha acabado"

"El aumento de las reservas nos permite levantar restricciones, pero la sequía no ha acabado", ha advertido el conseller. Así, sigue prohibido el uso de agua para regar jardines y zonas verdes, sean públicas o privadas y sólo se permite el riego de supervivencia y el uso de aguas freáticas. Tampoco se podrá regar ningún césped que no sea destinado a prácticas de deporte federado. 

Sobre las piscinas, se vuelve a permitir el llenado y rellenado de las piscinas públicas, por lo que ya no es necesario que los Ayuntamientos las declaren refugio climático. Y sigue prohibido llenar piscinas de uso privado. La única excepción sería para las de hoteles, centros deportivos o comunidades, que pueden optar por declararlas refugio climático y abrirlas al conjunto de la ciudadanía. 

El conseller ha asegurado que el Govern sigue adelante con las inversiones para instalar la desalinizadora flotante en el puerto de Barcelona. "Hemos empezado inversiones y no las pararemos, independientemente del estadio en el que estemos", ha asegurado, con el objetivo de "no volver a repetir esta sequía".

La peor sequía del último siglo

Catalunya vive la peor sequía del último siglo. Pese a las lluvias de los últimos meses, los principales embalses están bajo mínimos y las restricciones de agua ya son una realidad en buena parte del país. Incluso hay pueblos que se han visto obligados a cortar el agua durante unas horas al día, como la L'Espluga de Francolí (Conca de Barberà).

Después de tres años de sequía, las restricciones al sector primario han puesto a los agricultores en pie de guerra, mientras el sector industrial ha avisado que reducir el volumen de agua puede tener efectos muy negativos para la producción. Por su parte, el sector turístico ha intentado buscar soluciones para poder llenar las piscinas y no tener que poner límites al consumo de agua a los turistas. 

El president de la Generalitat y candidato de ERC, Pere Aragonès, situó hace unos meses la sequía como el mayor problema de Catalunya. El pasado 21 de marzo, el Centro de Estudios de Opinión (CEO) publicaba su último barómetro preelectoral, donde destacaba que la crisis climática y la sequía (con un 15%) son el primer problema de la comunidad.