El último crimen machista ha vuelto a poner el foco en la violencia de género en los menores. Claudia tenía 17 años cuando la asesinó su expareja. No es un caso aislado. Según datos del Ministerio del Interior facilitados a la SER, hay 836 menores con algún tipo de seguimiento y protegidas por la Policía.

El número de adolescentes dentro del Sistema VioGén (Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género) ha aumentado un 26% respecto al año pasado. De las 836 menores protegidas, 360 están en riesgo bajo, 173 en medio y 15 en riesgo alto. Dependiendo del nivel en el que se encuentren reciben diferente protección, pueden ser llamadas o WhatsApps, control de los lugares que frecuentan y hasta vigilancia aleatoria de su maltratador, apunta la SER.

Pese al incremento de mujeres menores bajo protección policial, uno de cada cinco jóvenes ve la violencia de género como un invento ideológico, una idea que se ha duplicado desde el auge de la extrema derecha, que ha alimentado este discurso. Además, la preocupación por esta lacra ha disminuido cuatro puntos entre los jóvenes, quienes creen que la violencia machista no es un problema grave, según el último barómetro Juventud y Género 2021.

El problema de la negación de la violencia de género procede de la normalización de esta. El informe No es amor de Save the Children alerta de como los adolescentes asimilan conductas machistas  y repiten roles sexistas. La ONG apunta a la necesidad de integrar la perspectiva de infancia y la de género, además de introducir a las niñas y menores de 18 años en las campañas y recursos contra la violencia machista.  

El número de víctimas mortales por violencia de género desde que se tiene registro asciende a 1.129, tres en lo que va de año. Pese a que 2021 fue el año con menos asesinatos machistas, la conocida como violencia vicaria (utilizar a los hijos para infligir dolor y control a las madres) se duplicó, hasta alcanzar los siete menores asesinados.