El vicesecretario general de organización del PP hasta este sábado, Fernando Martínez-Maíllo, trasladó el pasado miércoles a los periodistas en un “briefing” previo al cónclave de este fin de semana que “habrá alguna sorpresa”. No añadió nada más. Y no hay momento más adecuado para las “sorpresas” en un cónclave partidista que la jornada central, como este sábado por la tarde.

El caso es que en la sesión vespertina del congreso del PP hubo episodios que, al menos, sorprendieron al personal. Sin duda, quien se llevó la palma fue el nuevo presidente del Parlamento europeo, el italiano Antonio Tajani. En una intervención muy brava en defensa del espíritu europeísta frente a quienes atacan a la Unión Europea le dedicó una parte a Mariano Rajoy.}

Con un perfecto castellano, Tajani quiso alabar la figura del líder español destacando sus logros. “Mariano Rajoy preside un Gobierno que no haz hablado mucho (en Europa), pero ha hecho mucho (en España)”, ha sentenciado. Una afirmación que, proclamada desde una perspectiva europea, suena más a un reproche que a una alabanza y que, en definitiva, define el estilo político de quien no quiere complicarse la existencia en el ámbito de la UE.

El presidente del Parlamento Europeo (PE), el conservador Antonio Tajani, durante su intervención en la segunda jornada del XVIII Congreso nacional del PP, en la Caja Mágica de Madrid. EFE/JuanJo Martín

Pero Tajani no se ha quedado en esa definición. Ha ido más allá para recomendar a Rajoy que este año, tras el Brexit, “se abre una oportunidad para España. Necesitamos más España en Bruselas”, ha recalcado. Una nueva recomendación que ha sonado a crítica por la escasa relevancia española en la actual dinámica de la UE.

Pero esas palabras apenas tienen incidencia sobre una audiencia que, a medida que iba avanzando la tarde, llenaba la sala del plenario y se entregaba a los oradores. Por ejemplo, Javier Arenas, quien ha empleado el tono y los argumentos más rancios. Y ha tenido la “osadía” de alabar al PSOE (“Sí, amigos, a veces hacen cosas bien, aunque sean las menos", se ha justificado) por el hecho de que en la reciente reunión de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) acordase junto al PP “conceder la Llave del Municipalismo a Rita Barberá, a título póstumo. Todo un reflejo de lo que ha sido su intervención.

Peto tal vez quien ha sorprendido más con sus palabras ha sido la secretaria general de Nuevas Generaciones (NN GG), la rama juvenil del partido. Beatriz Jurado, que emplea un verbo verdaderamente apasionado, no he tenido ningún empacho para asegurar que el PP “es del partido de los pobres (…), somos quienes solucionamos mejor que nadie sus inquietudes”, ha clamado con vehemencia ante la audiencia. Unas palabras que ha merecido aplausos de la concurrencia.

El vicesecretario de Organización del PP Fernando Martínez-Maillo (c) y el de Asuntos Territoriales, Javier Arenas (c), con el líder del PP andaluz, Juanma Moreno (i), durante la segunda jornada del XVIII Congreso nacional del partido, en la Caja Mágica de Madrid. EFE/JuanJo Martín

La “sorpresa” que anunciaba Maíllo a los periodistas días atrás tal vez se refería al video que se emitió para aligerar los intensos discursos de la tarde con una glosa de lo ocurrido en España en los últimos 40 años, con el PP como protagonista, por supuesto.

En apenas unos cuatro minutos la imagen de Rita Barberá ha aparecido dos veces, una de ellas, junto a una fallera, cuando el relator destacaba la concesión de Patrimonios de la Humanidad por parte de la Unesco, uno de ellos para las Fallas, aprobado recientemente .

También han aparecido varias imágenes de Manuel Fraga en los primeros años de la Transición y dos imágenes de José María Aznar de cuando era presidente del Gobierno, pero ninguna de Rodrigo Rato ni de Ana Mato; por supuesto tampoco de Federico Trillo ni de nada relacionado con la trama de corrupción de Gurtel que ya cuenta con su primera sentencia judicial, con duras penas de cárcel, desde este viernes.

El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, y la de Estudios y Programas, Andrea Levy, conversan durante la segunda jornada del XVIII Congreso nacional del partido, en la Caja Mágica de Madrid. EFE/JuanJo Martín

La tarde del sábado también es el momento relajado, sobre todo después de conocerse la lista de nombres que acompañan la candidatura de Rajoy, en el que los invitados internacionales se dejan ver y agasajar, sobre todo los que vienen de Venezuela. O cuando los dirigentes o representantes de multinacionales de la consultoría invitados, entre otros, toman el pulso a los cuadros y dirigentes del partido.

Es el momento para las conversaciones relajadas toda vez que no hay tensión entre posiciones ideológicas encontradas ni entre sectores del partido enfrentados en dos o más listas. Es una de las peculiaridades que tiene el PP y que desde Rajoy hasta cualquier cuadro de Génova no se cansa de repetir.

Las riñas y enfrentamientos, que las hay, quedan para el ámbito provincial o local y se plasmarán en los próximos congresos regionales que Rajoy ha mandado celebrar antes del verano. Pero esa es otra historia de la que no está exento el PP, que para eso es “el partido más grande de España y un o de los más grandes de Europa”. Rajoy dixit.