Susana Díaz no lo hizo oficial, pero casi, y en el controvertido acto de este sábado en Madrid que le organizó su fan “número uno”, el alcalde de Vigo, Abel Caballero; supuso un paso más al esperado anuncio de que se presentará a las primarias para ser la secretaria general del PSOE.

Así, casi al terminar el acto y con el público entregado al discurso de Díaz, no ocultó su compromiso con “levantar” al PSOE: “Tengo fuerzas, tengo ganas, estoy ilusionada y animada”, afirmó, y el pabellón se vino abajo. La interpretación por los asistentes fue clara de que era la conformación no oficial aún a la Secretaría General del PSOE.

Aunque supuestamente era un acto municipalista, todo tuvo doble intención de cara a la candidatura de Díaz. Abrió el mismo un alcalde del PSC, una federación donde no cuenta con muchas simpatías la andaluza. Se citó a ediles de casi todas las federaciones del partido para exhibir poder territorial, y para que no quedasen dudas de las intenciones del evento, Abel Caballero lo dijo por dos veces: “Eres lo mejor que tenemos en este proyecto”.

Y sin precandidatura anunciada y siendo un acto municipalista, Díaz actuó de facto ya como la voz del PSOE en el ámbito nacional; con críticas al Congreso de Podemos, a las políticas de Mariano Rajoy o con elogios a la labor de oposición parlamentaria que está haciendo su partido. Unos mensajes que en buena lógica correspondían a la actual dirección del partido que no hizo acto de presencia.
Especial hincapié hizo Díaz en destacar lo que está consiguiendo el Grupo Parlamentario Socialista con la llamada oposición útil, para contrarrestar sobre todo el mensaje de Pedro Sánchez del error de haber entregado el Gobierno al Partido Popular.

La presidenta también empezó a esbozar las líneas de cuál es el proyecto que debe buscar el PSOE en el futuro, de cómo afrontar desafíos como el cambio climático, la precariedad salarial y laboral, de dar una respuesta social a la revolución robótica que se avecina. Fueron mensajes generales, pero que sonaron a las que podría defender ella en la campaña de las primarias. Tampoco faltaron guiños hacia Catalunya en la necesidad de buscar un mejor entendimiento.

El evento también significó un acto de fuerza para la andaluza, que había quedado un poco arrinconada tras las primeras intervenciones de su posible rival Pedro Sánchez, quien ha hecho distintos mítines con bastante asistencia de la militancia. No parece preocupar esto mucho al PSOE-A, que entienden que esto sólo acaba de empezar.