El único misterio por desvelar del XVIII Congreso Nacional del PP seguirá en secreto hasta que no quede más remedio. Mariano Rajoy, consciente de lo "aburrido" de la cumbre de los conservadores, guarda bajo llave su decisión sobre si mantendrá o no a María Dolores de Cospedal como secretaria general del partido. 

El presidente del Gobierno quiere tener un titular que ofrecer en la segunda jornada del evento [no será el único, dado que un compromisario de Castilla-La Mancha ha dimitido tras denunciar un pucherazo en la votación de ayer] y aplazó desvelar los nombres de quienes le acompañarán en el ¿nuevo? Comité Ejecutivo de la formación hasta su discurso como candidato (único) de esta tarde, que se prevé que comience a las 18.00 horas, en el plenario habilitado en la Caja Mágica de Madrid.

¿Habrá sorpresas? "Depende de lo que la gente entienda por sorpresas", respondió Rajoy, fiel a su estilo 'a la gallega'. 

Pocas se esperan en cualquier caso.  Todas las quinielas ratifican a la ministra de Defensa también en su puesto de número dos del PP, así como todos apuestan por el ascenso del vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maíllo, a la figura de coordinador general. 

También se da por hecha la continuidad de Pablo Casado (Comunicación); Andrea Levy (Estudios y Programas) y Javier Maroto (Sectorial), dado que llegaron a la cúpula del partido hace tan sólo año y medio.

Queda por resolver, también, si finalmente se producirá la vuelta del exministro de Sanidad y exportavoz del PP en el Congreso a Madrid. Alfonso Alonso, que ayer fue aclamado tanto por su sucesor Rafael Hernando, como por la propia Cospedal, recibió la ardua tarea de intentar salvar los restos de la formación en el País Vasco. Perdió un escaño, pero superó las expectativas con creces y ahora podría verse premiado con un cargo en la cúpula nacional del partido. 

Más dudosa está la permanencia de Javier Arenas al frente de Política Territorial. Él no entra en el título de 'millenials' que sí condecora a sus compañeros y, además, está pendiente de tener que declarar por su presunta implicación en el caso Gürtel. 

Precisamente, tras el discurso en favor de la "presunción de inocencia" de Cospedal, ayer, Rajoy también ha hablado hoy de corrupción. "Espero que pase a ser parte de la Historia y siempre hay una parte mala en la Historia", se limitó a desear tras responder sobre las sentencias de ayer que respeta las decisiones judiciales. "Lo que digan los tribunales siempre me parece bien", concluyó.