sevilla
Las televisiones públicas autonómicas han sufrido desde su creación una fuerte lucha de las redacciones por imponer los criterios profesionales por encima de los políticos –el último episodio protagonizado por Isabel Díaz Ayuso es un buen ejemplo de esta pelea– y el caso de Canal Sur, la Radio Televisión Pública de Andalucía, en la que hoy trabajan unas 1.400 personas, no es una excepción: ha sido durante años –y sigue siendo– un campo de batalla en el que los distintos partidos han intentado ejercer su influencia y que ahora sufre el asedio de Vox, además de un viraje en su tiempo de atención a los partidos: del PSOE, que gobernó durante 36 años, hacia el PP, como revela el último informe sobre pluralismo hecho público por el Consejo Audiovisual.
Desde que se produjo el cambio de Gobierno en Andalucía, el control de una televisión que llega a todos los pueblos en una Comunidad en la que sus 8,5 millones de habitantes ocupan el territorio en modo malla, ha sido uno de los grandes temas de discusión.
A pesar de que las audiencias han caído en picado desde hace más de una década, Canal Sur, que está en el entorno del 7,5% de cuota a finales de abril, una décima menos que hace dos años, y por detrás de las que tienen en sus respectivas Comunidades de las televisiones gallega, vasca, catalana y aragonesa, según los datos a los que ha tenido acceso Público, sigue siendo un objeto de deseo para los partidos.
Desde luego, lo es desde siempre para el PP, un partido al que le cuesta aún llegar a la población rural y para el que la RTVA es un instrumento formidable para alcanzar –una vez gobernadas las grandes capitales– al último bastión socialista, la red de pueblos del interior de Andalucía.
El PSOE, una vez en la oposición –ganadas, pero perdidas por el pacto PP-Vox y por el PP-Ciudadanos, las elecciones de diciembre de 2018– aceptó que el periodista Juande Mellado fuese nombrado en el Parlamento –con 91 votos a favor y 17 abstenciones, las de Adelante Andalucía– nuevo director general. A partir de ahí, en julio de 2019, se inició una etapa marcada, en los primeros momentos tras ese pacto, a pesar de los empujones de Vox a la cadena, por un aire distinto.
Ese aire distinto se truncó –según se analiza en la redacción– de un plumazo con la llegada de un nuevo director de informativos, Álvaro Zancajo. "Es un antes y un después en la tele nuestra. Tiene un modo de entender el periodismo incompatible con la televisión pública, como denunció el anterior Consejo Profesional", afirma en conversación con Público, Pedro Lázaro, recién elegido presidente del Consejo Profesional de Canal Sur.
Cambios y más cambios se produjeron durante el mandato de Zancajo y se instaló un "régimen", del que aún se viven algunas secuelas en la redacción. "La situación es de absoluta tristeza y decepción", agrega Lázaro. "La queja común es que hay demasiado intervencionismo, y que las escaletas están demasiado dirigidas. Se habla de independencia y de libertad. y no se respeta. Sigue habiendo compañeros apartados. Esas cosas siguen encima de la mesa".
Lázaro afirma que "desde el Consejo nos hemos marcado recuperar los principios que nos marca el estatuto de objetividad, veracidad y pluralidad para recuperar un servicio público que hemos constatado que se ha ido degradando en los últimos 15 meses". "Los medios públicos están en el ojo del huracán. La única manera de solucionar esto es periodismo", agrega.
Las fuentes consultadas por Público aseguran que en Canal Sur jamás se había vivido nunca nada igual a la etapa de Zancajo y que se superaron límites nunca vistos anteriormente, aun cuando en la época del PSOE las quejas eran también constantes. Valga un ejemplo: el ocultamiento de la condena Gürtel en un informativo, un hecho que el propio Mellado llegó a tachar de "mala praxis informativa".
Toda la tensión creada por Zancajo, después de diez meses, se saldó con una huelga importante y con centenares de trabajadores de la RTVA que dieron la cara, con su nombre y apellidos, para que se le destituyera, decisión que finalmente, después de meses, la dirección tomó. "Tampoco voy a negar que se había producido una falta de confianza y entendimiento con el anterior responsable de los servicios informativos, sobre cómo abordar determinados proyectos de futuro", afirmó Mellado en el Parlamento, tras despedir a Zancajo.
Renovación tecnológica
Los grandes temas de Canal Sur, una vez dejada atrás la era Zancajo, son los que eran: las condiciones de trabajo de los profesionales, la renovación tecnológica y la insuficiencia de la publicidad, que apenas llega al 8% de la financiación, para hacer rentable Canal Sur, cuyos fondos provienen fundamentalmente de los presupuestos de la Junta de Andalucía –este año, 141 millones de euros, más de cien millones menos que en las etapas doradas de audiencia–.
La Cámara de Cuentas acaba de sacar un informe sobre el ente público, que Mellado, en una reciente comparecencia parlamentaria, resumió de este modo: "El resumen del informe es claro y nítido: refleja una empresa con una financiación insuficiente para cubrir sus costes; una plantilla envejecida y poco flexible; una pérdida, en una década, del 70% de su patrimonio neto, ausencia de medidores sobre el cumplimiento del servicio público... En definitiva, una empresa pública al borde de la quiebra técnica y en situación de abandono, como se comprueba que el déficit de inversión en los últimos años, con una caída del 80%, que ha provocado una situación grave de obsolescencia tecnológica y técnica, y con una tasa de reposición cero desde hace años".
A estos asuntos, hay que añadir el asedio de Vox, el socio parlamentario del Gobierno de PP y Ciudadanos, para reducir la cadena la mínima expresión y para que se ocupe de los temas que ellos quieren y como ellos quieren. En la última comisión parlamentaria, a principios de mayo, por ejemplo, el portavoz del partido ultra insistía en uno de sus temas favoritos, la dimensión de Canal Sur. "Hay que hacer una estrategia de personal, y hay que analizarlo y hay que trabajar en esa línea. No puede ser que esta casa tenga más empleados que muchas cadenas nacionales, con independencia del gasto por comunidad autónoma, pues somos la última que menos nos gastamos en esto. Hay que analizar al personal, hay que analizar lo comercial. Es que son actuaciones que son absolutamente necesarias si se quiere transformar", afirmó Gavira.
Al respecto de la presión de Vox, el sindicato CCOO afirma en un comunicado de principios de mayo varias cuestiones: "en el interior, las trabajadoras y trabajadores sufren las consecuencias [de la presión de Vox]. Desde la prohibición expresa de referirse al partido como de "extrema derecha", hasta la continua vigilancia para que al veto parental que quiere implantar en las escuelas se le llame exclusivamente "pin parental", un nombre mucho más suave y amable. O las órdenes para dejar caer bloques enteros de información política porque el representante de Vox no ha llegado a tiempo para la emisión".
Al respecto de lo que CCOO llama "prohibición expresa de referirse al partido como de extrema derecha", que ha sido una de las obsesiones del partido de ultraderecha, el director general, Mellado, dijo en una comparecencia parlamentaria en otoño del año pasado, en plena era Zancajo, lo siguiente: "A mí no me gustan las etiquetas, no me gustan ni ultraderecha ni ultraizquierda, y el Libro de estilo prohíbe etiquetas y hacer adjetivos calificativos a un partido por si no queda claro. Y si hay quejas de cualquier profesional, igual que no se dice ultraderecha, no se dice ultraizquierda. Son partidos democrático, votados en unas elecciones con 10, 15, 20 o 50 millones de votos, tanto unos como en otros".
Los datos del último informe sobre pluralismo publicado por el Consejo Audiovisual de Andalucía se ocupan del año 2019 para Canal Sur: ya reflejan el cambio de orientación, de ocuparse del PSOE en el Gobierno, a ocuparse del PP y Ciudadanos en el Ejecutivo. Así, este informe recoge: "Teniendo en cuenta la suma del tiempo de palabra tanto con rol institucional como de partido, los actores con más tiempo de palabra en Canal Sur TV han sido: Juan M. Moreno Bonilla (Gob. de Andalucía-PP, 10%), Pedro Sánchez Pérez-Castejón (Gob. de España-PSOE, 5%), Juan A. Marín Lozano (Gob. de Andalucía-Ciudadanos, 5%), Pablo Casado Blanco (PP, 4%), y Susana Díaz Pacheco (PSOE, 3%)".
Del 2020, la etapa de Zancajo, habrá pronto un informe. De momento, el Consejo analizó una queja de CGT sobre el tratamiento de la información durante los primeros meses de la pandemia y constató "algunas informaciones puntuales en las que se puede cuestionar la separación entre opinión e información, la ausencia de pluralidad de puntos de vista en el relato de los hechos o la imparcialidad informativa". Este trabajo tuvo un voto particular mucho más duro.
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