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Teresa Rodríguez recupera el Podemos original para ocupar el vacío progresista del PSOE

La reelegida líder de la formación morada en Andalucía rechaza que su victoria sea el triunfo de la “línea dura”. Su candidatura define por primera vez a Podemos Andalucía como “socialista” para “ir ocupando el espacio de un PSOE en crisis”

La secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, realizó declaraciones a los periodistas en la plaza Dean de Jaén, donde presentó su candidatura a la reelección "Por una marea andaluza". / EFE

DANIEL CELA

SEVILLA.- Teresa Rodríguez ha barrido a sus adversarias en las primarias de Podemos Andalucía, imponiendo su alto grado de conocimiento entre los simpatizantes y su gran capacidad de movilización. La nueva dirección del partido estará, por tanto, copada por miembros de su estrecha confianza, 27 de 34, quedando siete puestos repartidos entre las dos candidaturas críticas, cuatro de la corriente de Carmen Lizárraga y tres de Begoña Gutiérrez y Sergio Pascual.

El debate de las primarias de la formación morada en Andalucía se ha centrado fundamentalmente en el pulso entre dos formas de concebir Podemos: un partido cuyo centro de gravedad debe estar en la calle, con la gente que protesta, o un partido que acreciente su perfil más institucional. Para algunos, esta disyuntiva se ha entendido como un pulso entre pablistas y errejonistas, entre una corriente más dura (sobre todo con el PSOE) y otra más moderada.

“Es una nueva etapa donde vamos a articular una alternativa política al PSOE y también al PP”

Las tres candidatas andaluzas han hablado, sin embargo, de compaginar ambas facetas, pero Rodríguez se mostró más próxima a la primera definición, a pesar de que sus rivales le achacaron que por esa vía terminaría convirtiendo a Podemos en un partido-protesta, una formación anclada en la oposición y sin vocación clara de Gobierno. Vista la respuesta abrumadora de los inscritos, parece que el sentir general de los simpatizantes de la formación morada sigue pensando que la fuerza reside más en la calle que en los pasillos del Parlamento.

La militancia ha elegido la voz potente y el discurso emocional y duro de Teresa Rodríguez para la nueva etapa de Podemos Andalucía, que enfila hacia una transformación orgánica importante en la que también estará metida toda la organización estatal. “Tengo tranquilidad porque se ha validado un proyecto que pretende hacer de Podemos algo más que un partido al uso, sino un movimiento popular que esté en los lugares donde la gente tiene los problemas, a pie de calle, que apueste por una autonomía clara del PSOE, tratándole de igual a igual”, ha advertido este sábado la reelegida secretaria general de la formación morada en Andalucía.

El documento político organizativo de la candidatura de Rodríguez -Por una marea andaluza- introduce por primera vez el concepto “socialista” para definir a Podemos Andalucía, con objeto de “ir ocupando el espacio del PSOE en crisis y definiendo la necesidad del socialismo como horizonte regulador de nuestra acción política, más allá de la socialdemocracia”, explican fuentes de la dirección.

Después de la indefinición táctica de los primeros años, evitando ser enmarcados en la izquierda y reclamando un nuevo espacio político (la llamada centralidad), muchos dentro de la organización creen que Podemos se dispone ahora a tomar la dirección contraria que eligió Felipe González hace 40 años, cuando pidió al PSOE que abandonase el marxismo para abrazar el socialismo y la socialdemocracia. Rodríguez ha recalcado que su intención es recuperar el Podemos original, que nació hace dos años de la indignación ciudadana, para ocupar el “vacío” progresista que ha dejado el PSOE de Susana Díaz, al que abiertamente equiparan con la derecha. “Es una nueva etapa donde vamos a articular una alternativa política al PSOE y también al PP, que no deja de ganar votos en las últimas elecciones por una dejación de funciones de políticas progresistas por parte de los socialistas. El reto es plantear una alternativa a la triple alianza que se ha configurado (PP-PSOE-Ciudadanos)”, explica la líder morada.

“Duros seremos con quienes quieren recortar un 20% el gasto para políticas contra la violencia machista y con los que van a aprovechar la crisis para ganar más”

Las primarias dejan a Rodríguez con manos libres para reorganizar un partido que pretende ganar autonomía de Madrid, una vez que Podemos se redefina como un partido federal en la próxima Asamblea Ciudadana de Vistalegre que tendrá lugar en enero. Cuando eso ocurra, el peso político de Teresa Rodríguez será homólogo al de la federación andaluza, la comunidad más poblada del país, y donde reside el reto fundamental de desbancar a un PSOE que lleva 38 años ininterrumpidos gobernando.

La secretaria general va a integrar en su equipo a miembros de las corrientes críticas, incluida Lizárraga (presidenta del grupo parlamentario) a quien Rodríguez pidió en un primer momento que formara parte de su candidatura. Más dudas hay acerca del papel que tendrá el exsecretario de organización de Podemos y diputado en el Congreso, Sergio Pascual, y su cabeza de lista, Begoña Gutiérrez, cuya relación con Rodríguez es bastante complicada. La líder se quejaba de que la corriente más errejonista, encabezada por Pascual, maniató su dirección en el pasado, llegando incluso a cuestionar el no de Podemos a la investidura de Susana Díaz.

Por último, Rodríguez ha rechazado que su triunfo en las primarias anticipe una línea “dura” de Podemos Andalucía. “No es una línea necesariamente dura, sino amable con quienes construyeron Podemos hace dos años, entendiendo que debían dar un paso desde la indignación al cambio político y a la participación. No es una línea dura, sino suave. Duros seremos con quienes quieren recortar un 20% el gasto para políticas contra la violencia machista y con los que van a aprovechar la crisis para ganar más”, advirtió.

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