Sumar negocia con el PSOE ampliar en el tiempo los impuestos extraordinarios a las entidades financieras y a las grandes empresas eléctricas. Así lo ha anunciado este jueves la líder de este espacio y vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, durante una rueda de prensa de la jornada inaugural de la conferencia de alto nivel El Pilar Europeo de los Derechos Sociales y las nuevas políticas activas de empleo que se celebra en Barcelona.

Preguntada sobre la posibilidad de ampliar el impuesto a la banca tras conocerse los ingentes beneficios de algunas entidades financieras, Díaz ha asegurado: "Soy clara, y lo estamos negociando en el acuerdo de Gobierno con el PSOE, desde Sumar defendemos el mantenimiento el impuesto a la banca".

Posteriormente también ha mencionado el impuesto a las grandes empresas energéticas en el marco de hacer permanentes estos tributos. La líder de Sumar también ha avanzado que los socialistas rechazan ampliarlos: "A día de hoy todavía no hemos encontrado acuerdo con el PSOE, pero desde Sumar seguiremos insistiendo para que este impuesto a la banca, igual que el impuesto a las energéticas, permanezca en nuestro país".

Los tributos a la banca y a las energéticas fueron aprobados por el Gobierno y refrendados por las Cortes a finales de 2022 en una reforma fiscal pactada entre el PSOE y Unidas Podemos que también alumbró el impuesto a las grandes fortunas (que Díaz no ha mencionado durante su intervención, pero que entraría dentro de este pack de impuestos extraordinarios).

El objetivo era el de detraer parte de los importantes beneficios que tanto las eléctricas como las entidades financieras estaban obteniendo en un momento de inflación que estaba empobreciendo a las familias españolas. Se buscaba, según el Ejecutivo, detraer parte de ese dinero para financiar los escudos sociales y las medidas de protección que en se momento se estaban desplegando ante la crisis.

La negociación de la reforma fiscal

Díaz ha señalado en este sentido que, al igual que en ese momento, ahora también se da el mismo contexto: las familias siguen empobreciéndose y haciendo frente a la inflación (sobre todo la de los alimentos y la de la denominada cesta de la compra en general) mientras las grandes entidades financieras exhiben beneficios de récord.

Una situación provocada en parte, a juicio de la vicepresidenta segunda, por la política de subida de los tipos de interés desplegada por el Banco Central Europeo: "Como consecuencia de la subida de los tipos de interés se está produciendo la mayor transferencia de rentas de la ciudadanía a las entidades financieras. La crisis de inflación que sufrimos no está causada por los salarios, sino por los extensos márgenes empresariales que están teniendo las empresas en nuestro país y en Europa", ha defendido.

El impuesto a la banca opera sobre los resultados que las entidades obtuvieron durante los ejercicios de 2022 y de 2023 (este último no se cerrará hasta finales de este año y no se recaudará hasta el siguiente), pero una vez transcurrido este plazo, dejará de existir por su carácter "extraordinario".

Sumar negocia el mantenimiento de estos tributos con el PSOE en el marco de una negociación más amplia, la de la reforma fiscal, en la que también entrarían el impuesto a las grandes fortunas o el de Sociedades, que a día de hoy presenta una brecha importante entre las bases imponibles y los beneficios de las grandes empresas.

"La salida de esta crisis tiene que ser justa y las entidades financieras tienen que seguir pagando los impuestos porque esto es hablar de bienestar, dependencia o  de los ERTE. Queremos que se quede este impuesto a la banca", ha zanjado la vicepresidenta segunda en funciones.