"Menos esculturas, más infraestructuras"; "¿dónde están? no se ven, los contratos del PP"; "menos malos tratos, más contratos"; "basta ya de precariedad". Estos son algunos de los eslóganes que corearon, entre las banderas, los sanitarios concentrados este jueves a la puerta del principal hospital de Andalucía, el Virgen del Rocío, en Sevilla.

Los sindicatos CCOO, UGT y Csif convocaron este martes concentraciones en las ocho provincias y en las puertas de los centros hospitalarios de Andalucía en protesta por el despido –por la vía de la no renovación de contratos– de 8.000 –la mayoría plazas de enfermería– de los 20.000 trabajadores sanitarios contratados durante la crisis covid. Las 12.000 renovaciones serán por seis meses.

"En la planta donde estoy, no se cubren las bajas. Una noche, puedo estar sola con 20 enfermos y sin refuerzos. Necesitamos personal en los turnos", afirmó a Público Raquel, enfermera, a la puerta del Hospital Virgen del Rocío, en Sevilla.

A su lado, una compañera, afirma: "Se está deshumanizado todo. Si tienes demasiados pacientes, no puedes ocuparte como debes de ellos. Cuando estás enfermo, necesitas un trato humano. No podemos estar de mal humor y con una sobrecarga de trabajo".

"Si nuestra sanidad pública ya cojea por el lado de la atención primaria, este rejonazo a la atención hospitalaria no [augura] que vengan buenos tiempos y deja entrever la poca consideración que tienen nuestros gobernantes por mantener un sistema sanitario público fuerte y que pueda enfrentarse con solvencia a cualquier rebrote de la pandemia o a eliminar las terribles listas de espera", manifestaron en un comunicado conjunto los tres sindicatos.

Reacciones políticas

El asunto de la sanidad, cuyo deterioro viene de lejos y se ha intensificado debido a la pandemia, es corrosivo para el Gobierno andaluz. El consejero de Salud convocó una rueda de prensa en Sevilla a la misma hora de las protestas. Jesús Aguirre leyó los datos al revés que los sindicatos y destacó que a partir del 1 de noviembre "habrá un 12% más de profesionales que había a principios de la pandemia, 12.000 contratos más".

"Hasta ahora había fondos Covid pero ahora es todo a pulmón. Tenemos que hacer una gestión eficiente de los recursos públicos", dijo Aguirre.

Los partidos de la oposición se sumaron a las protestas y arremetieron contra el Ejecutivo. "La nueva rebaja de impuestos a las grandes fortunas de Moreno Bonilla nos va costar 330 millones de euros. Aproximadamente, lo que cuesta contratar durante un año a los 8.000 sanitarios que van a despedir a final de mes", afirmó el coordinador de IU, Toni Valero, en Málaga.

"Es completamente irresponsable poner en la calle a 8.000 sanitarios el 31 de octubre porque este personal no sólo hace refuerzo Covid. Ahora se marcharán a otras comunidades donde tengan mejores oportunidades y salarios y, cuando la comunidad quiera de nuevo recurrir a ellas y ellos, no estarán", lamentó la portavoz del PSOE, Ángeles Férriz, en Sevilla.

Luego, recordó que Moreno se comprometió en el Parlamento "a que no iría nadie a la calle". "Ha mentido en el Parlamento", agregó. "Tiene dinero de sobra para mantener estos contratos y no hacerlo es dar la puntilla a la sanidad pública", remachó.

"Estamos en un momento de desmantelamiento de servicios públicos, no solo de sanidad, también casi 3.000 despidos de docentes, de bomberos forestales; y no sobra nadie. Habiendo trabajado por Andalucía, para que lleguen 8.500 millones para ese refuerzo, o 384 millones extraordinarios para educación, ¿Dónde está ese dinero?", dijo Martina Velarde, secretaria general de Podemos, junto a Valero.

Pasaron solo cinco días desde que Juanma Moreno prometiera en el Parlamento que iba a mantener a los 20.000 sanitarios. Esto ocurre en un momento en el que los sanitarios y la ciudadanía están en pie de guerra porque cada vez son más notables las deficiencias en atención primaria, las citas que no llegan, las listas de espera, la saturación de profesionales… Hoy resulta más llamativo porque se va a inaugurar en Sevilla la última escultura homenaje a los sanitarios, a la vez que los despiden. Si el gobierno estuviese preocupado por la sanidad se dejaría de estatuas y contrataría a más personal, a los héroes que homenajean no deberían acabar despedidos", afirmó Teresa Rodríguez, de Adelante Andalucía.