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Sánchez pone en aprietos al PP con la renovación del CGPJ al hacer suya la propuesta de Guilarte

Miembros de la dirección nacional del PP reconocen que esta fórmula sí podría "ir en la dirección de despolitizar la justicia" que ellos han defendido, pero insisten en que es imprescindible reformar el sistema de elección de los jueces.

Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Gobierno, este miércoles. Eduardo Parra / Europa Press

Finiquitado el ciclo electoral con las europeas del pasado domingo, el presidente del Gobierno ha retomado este miércoles la enquistada renovación del Consejo General del Poder Judicial. Después de cinco años y medio persistiendo en el bloqueo, con mediación europea incluida, el Partido Popular —primero con Pablo Casado y ahora con Alberto Núñez Feijóo—no ha renunciado a ninguna de sus condiciones para renovar un CGPJ que controla y Pedro Sánchez parece haber tomado la firme decisión —ya amagó con ello en 2020— de dar un paso al frente si no hay un acuerdo con los de Feijóo en las próximas dos semanas.

Así lo ha dicho este miércoles. En el PP lo han interpretado como un "ultimátun inaceptable", un "chantaje" y una "bravuconada", que no busca el acuerdo, dicen, sino cambiar la conversación pública para "tapar sus derrotas en las elecciones y en las Cortes Generales". Las formas no han gustado nada a los populares, pero sobre el fondo de la alternativa que Sánchez ha puesto encima de la mesa hay menos rotundidad en la respuesta.

Lo que Sánchez ha esbozado durante una entrevista concedida a RTVE es que está dispuesto a impulsar su propia reforma "para acabar con esta situación inaceptable" en el CGPJ.  Si bien no ha aterrizado cómo, el presidente del Gobierno ha querido darle pistas al PP: "El incentivo perverso que tiene el PP para bloquear es la facultad que tiene esa institución para nombrar a magistrados que van al Supremo o a los tribunales superiores de justicia. Deberíamos revisar esa facultad para hacerla más objetiva y más transparente y menos politizada", señaló. 

Cuando el PP rechazó la vía Guilarte

En el mes de diciembre, el presidente en funciones del CGPJ, Vicente Guilarte, firmó una columna de opinión en el diario El País en la que planteaba una fórmula no explorada hasta entonces por los partidos que, a su juicio, podría facilitar la renovación. Guilarte exponía entonces que si recortaban las competencias del órgano de gobierno de los jueces para que no pueda realizar nombramientos discrecionales de altos cargos judiciales, los partidos perderían interés en él.

Guilarte acabó enviando su propuesta al Congreso, a título personal, en el mes de abril. El PP la rechazó así: "Todo mi respeto, pero la realidad es que estamos en conversaciones con el PSOE y nuestra postura no ha cambiado: renovación del CGPJ y, al mismo tiempo, renovación de la norma que nos permite profundizar en la despolitización del Poder Judicial", afirmaba Miguel Tellado, portavoz del partido en el Congreso. 

Esas conversaciones a las que se refería Tellado incluían también a la Comisión Europea, pero ya estaban congeladas. Hubo tres encuentros entre Félix Bolaños, por la parte socialista, Esteban González Pons, por la popular, y el comisario de Justicia de la Unión Europa, Didier Reynders, que les dio dos meses para llegar a un acuerdo en enero. El acuerdo sigue lejos ahora y han pasado seis meses. 

¿Y la Comisión Europea?

Pero el PP, que, como contó este medio, hace tiempo ha dado por fracasada esa mediación que ellos mismos forzaron, insiste en implicar a las instituciones europeas. Este miércoles, Bolaños ha enviado un mensaje a Pons para reunirse el viernes e intentar llegar a un acuerdo sobre el CGPJ.

Varias horas después de este contacto, fuentes del PP informaban de que Pons se había dirigido a la vicepresidenta de la Comisión Europea, Věra Jourová, "para informarle del intento del presidente del Gobierno de desestabilizar la negociación mantenida con el Partido Popular y con la supervisión del Gobierno comunitario para la mejora del modelo judicial de nuestro país" y pedirle "un encuentro a tres con carácter urgente".

Ante esta respuesta, fuentes del PSOE destacan su "alegría" porque el PP vuelva a querer reunirse con ellos para renovar el CGPJ. "Es una gran noticia", apuntaban. Pero en Ferraz recuerdan que los socialistas llevan solicitando a la Comisión Europea y al PP que se celebre una nueva reunión desde que el PP canceló el encuentro propuesto por el comisario Reynders y acordado por los dos partidos para el 27 de marzo en Madrid.

Concretamente, apuntan que se han dirigido a la Comisión y al PP para celebrar una reunión los días 11 de abril, 3 de mayo y 22 de mayo. "Además, ha habido otros intentos de reunión bilateral PSOE-PP, a iniciativa siempre del PSOE", añade. "Sin embargo, en estos casi tres meses, el PP se ha negado a avanzar en el diálogo estructurado para la renovación del CGPJ", destacan. 

Y para cerrar el día, fuentes gubernamentales informaban sobre un nuevo contacto. El de Bolaños con Jourová. El objetivo ha sido "trasladarle su voluntad de celebrar una reunión con el PP para reanudar las negociaciones para desbloquear la renovación del CGPJ este próximo viernes en Madrid si se puede desplazar o la próxima semana en Bruselas". 

En Génova insisten en que no confían en el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes y por eso quieren las instituciones europeas presencien el diálogo. Hace un par de meses desde el Gobierno sí que trasladaron que la Comisión Europea debería emitir algún tipo de mensaje sobre las negociaciones. Algo que hasta la fecha no ha sucedido y los socialistas han decidido dar un paso adelante. 

Miembros de la dirección nacional del PP reconocen a este medio que la propuesta de Guilarte  —es decir, la que Sánchez ha puesto ahora sobre la mesa— sí podría "ir en la dirección de despolitizar la justicia" que ellos han defendido, pero también insisten en que es imprescindible reformar el sistema de elección de los jueces. Y aquí es donde los populares permanecen enrocados.

Las excusas del PP 

En el PSOE están decididos a dar este paso si el PP no cede. El lunes, la portavoz socialista, Esther Peña, insistió en que a los populares se les han acabado las "excusas", una vez han pasado las elecciones europeas. Pero al mismo tiempo son conscientes de que el partido que lidera Feijóo no tiene voluntad para llegar a ningún acuerdo. Las excusas dadas en los últimos cinco años se cifran en Moncloa en prácticamente una treintena. 

Realmente Sánchez ya había dejado la puerta abierta a estudiar el modelo que propone Guilarte sobre el CGPJ hace unos cuantos meses. Concretamente a principios de diciembre, en el marco de las celebraciones del Día de la Constitución. En ese contexto, el presidente usó además unas palabras similares a las de este jueves. "El PP tiene ese incentivo para tener secuestrado al poder judicial", destacó entonces. Poco después llamaría a Feijóo para una reunión en la que el CGPJ estuvo sobre la mesa y desembocó en la mediación de Bruselas. 

El hartazgo de los socialistas con ciertas maniobras judiciales, tanto sobre el entorno familiar de Sánchez como con la próxima aplicación de la amnistía, es mayúsculo. Han reaccionado de forma directa, especialmente contra el juez Peinado, que investiga a la esposa del líder socialista, Begoña Gómez. Algo que no ha sido bien recibido por el CGPJ pero que fue contestado de nuevo por el PSOE pidiéndoles que "no hagan política". 

La cuestión ahora es si el PP decide descolgarse definitivamente de la renovación del CGPJ y permite —de llegar a producirse—que se elimine su competencia de hacer nombramientos. O, por otra parte, si Feijóo acepta llegar a un acuerdo con Sánchez que llegó a estar prácticamente hecho y se frustró por unas presiones internas que solo han ido a más.

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