Pedro Sánchez quiere mover ficha y avanzar en su propuesta de reforma constitucional, al considerar que Mariano Rajoy sigue instalado en la inacción y Artur Más en los ultimátums. Sin embargo, quiere que no se le abran enfrentamiento internos en su partido y dar los primeros pasos de forma consensuada.

Para ello, el líder del PSOE ha convocado por primera vez desde que es secretario general al Consejo de Política Federal, órgano que agrupa a todos los barones del partido y a la cúpula de la Ejecutiva Federal, y que preside Susana Díaz.

La reunión será este domingo en Zaragoza, y viene precedida de un encuentro que se celebró la noche del martes en Ferraz entre varios barones y la dirección del PSOE, según informó la Cadena Ser, donde se empezaron a poner las bases para intentar que de la reunión salga un documento conjunto que concrete algunas de las propuestas de la reforma constitucional que los socialistas quieren poner ya sobre la mesa.

Ferraz quiere ir con mucho cuidado porque teme que vuelvan a saltar los enfrentamientos entre el PSOE andaluz y el PSC, calmados relativamente desde la Declaración de Granada.

Lo cierto es que Susana Díaz no desaprovecha ocasión para marcar diferencias y reivindicar la simetría y la igualdad (un discurso que vende muy bien en su territorio); mientras que el PSC sigue apostando por defender 'el derecho a decidir'. Todo ese enfrentamiento es el que Sánchez no quiere que se reproduzca el domingo.

Si se llega a un acuerdo, aunque sea de mínimos, será el punto de arranque para que esas iniciativas se trasladen al Parlamento, Sánchez abra una ronda de conversaciones con el resto de grupos, y se empiece a mover, aunque sea mínimamente, su ansiada reforma de la Constitución para ir hacia una España Federal.

El líder del PSOE sigue convencido que su propuesta es la única salida al conflicto con Catalunya y que, tarde o temprano, se acabará imponiendo, pese a que hasta ahora ni Rajoy ni Mas la han tenido mínimamente en cuenta.