A primera hora de la mañana de este miércoles, fuentes de Moncloa anticipaban que la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso iba a tener un tono constructivo y alejada del rifirrafe político. Así lo hizo, efectivamente, durante su primera intervención de unos 50 minutos. El líder del Ejecutivo se centró en relatar la acción de su Gobierno frente a la DANA y en anunciar el tercer paquete de ayudas para las zonas afectadas. 

Pero el líder de los socialistas cambió el paso en la réplica, tras escuchar las acusaciones de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. El tono duro de PP y Vox, los ataques personas y los "bulos" que difundieron en la sesión parlamentaria, además de espolear las acusaciones sin pruebas de Víctor De Aldama, encontraron respuesta en el presidente del Gobierno. 

La ofensiva es significativa, tras semanas en las que Moncloa optó por no entrar al cuerpo a cuerpo de manera tan directa. Sí lo había hecho el PSPV, con Diana Morant a la cabeza, durante la comparecencia de Carlos Mazón en Les Corts hace casi dos semanas. Las comparecencias en el Congreso de Teresa Ribera y Ángel Víctor Torres tampoco elevaron demasiado el tono y solo María Jesús Montero rompió la semana pasada momentáneamente esta aparente contención. 

De este modo, Sánchez ya sacó toda su artillería contra Feijóo en su segunda intervención. Y continuó con ella en la pregunta que le efectuó el líder del PP en la sesión de control. Sobre la DANA, el líder del PSOE cargó contra Mazón, al que señaló como "responsable de la catástrofe" y contra Feijóo, al que acusó de mentir para "tapar las vergüenzas" de la Generalitat valenciana. 

Insistió Sánchez en pedirle a Feijóo que destituyera a Mazón, tal y como pidió hace dos semanas el PSPV. Presentó al "negacionismo climático" de PP y Vox como un peligro. "Me echo a temblar si hubiera habido dos Gobiernos de PP y Vox. ¿Se imaginan al gobierno de Mazón con el torero de Vox y aquí a Feijóo y Abascal y cómo hubieran gestionado esta DANA? Hubiera sido aún peor", dijo. 

La tensión subió todavía más al acabar la comparecencia. Feijóo le preguntó, al comenzar la sesión de control, si le preocupaban más los "posibles whatsapps" entre Moncloa y el Fiscal General del Estado o la próxima declaración de Aldama. Sánchez contratacó diciendo que la principal preocupación era la gestión de la DANA y que en ella asumían su responsabilidad, al contrario que el PP que no destituye a Mazón. 

El dirigente de los populares volvió a la carga con Aldama, con Begoña Gómez o con el hermano de Sánchez. Y fue en la última respuesta del presidente del Gobierno cuando recuperó una mención a Marcial Dorado y la amistad con Feijóo. También la sede de Génova "pagada con dinero negro", la condena al PP por financiación irregular o el cese de Pablo Casado para "tapar" la corrupción de "la jefa" Isabel Díaz Ayuso. "Lecciones pocas", repitió Sánchez. 

En el PSOE también sacaron pecho durante la jornada del "fracaso" de Feijóo en sus maniobras contra el nombramiento de Teresa Ribera en Bruselas. "No ha podido hacer nada por evitarlo, porque ni sus compañeros europeos lo han apoyado. El último acto de este enorme ridículo, el voto del PP contra toda la propuesta de Comisión Europea. De apellido, fracaso", transmitieron fuentes socialistas. En cualquier caso, Sánchez ha aceptado acudir a cualquier comisión de investigación a la que se le cite.

Se consolida el período de calma en el bloque de investidura

El choque entre Sánchez y Feijóo, con todo, acaparó la mayor parte del interés de la jornada. A diferencia de lo que ocurrió la semana pasada, cuando culminaron las negociaciones ―con éxito― entre el Gobierno y sus aliados acerca de la reforma fiscal, la tensión en la mayoría de investidura es baja.

Diputados de distintas formaciones del bloque que hizo presidente a Sánchez reconocen que, igual que si no hubiera prosperado el paquete fiscal se estaría hablando de una crisis entre Ejecutivo y socios parlamentarios y, por lo tanto, de legislatura; un éxito en aquella negociación otorga calma y permite mirar más allá. 

Así, la mayor parte de sus intervenciones desde la tribuna del Congreso fueron críticas a la gestión de Mazón y, también, a la generación de bulos. "Hoy, la realidad de este país ya no te la explican Carlos Llamas o Balbín, te la explican Pablo Motos o Iker Jiménez", aseveró Gabriel Rufián, líder parlamentario de Esquerra Republicana. "Ustedes saben perfectamente que la forma de [que el Gobierno central asumiera el control] era que Mazón pidiera elevar el nivel de emergencia. ¿Por qué insisten en convertir esto en un lodazal?", insistió ante la estrategia de responsabilizar a Pedro Sánchez de la tragedia que siguieron PP y Vox durante toda la mañana.

Mertxe Aizpurúa (EH Bildu), por su parte, cargó muy duramente contra el president valenciano por un hecho que tachó de "peligroso". "Han sustituido", dejó caer, "a consejeras por militares, que dicen abiertamente que no aceptarán directrices políticas, eliminando, además, el tope salarial para los nuevos cargos".

Desde Sumar, animaron a Sánchez a impulsar lo que la nueva portavoz de la formación, Verónica Martínez Barbero, considera los tres ejes fundamentales de "en los que debe basarse una administración pública del siglo XXI": un escudo social, un escudo climático y un Estado emprendedor. Así, entre otras cosas, apretó para que el Ejecutivo haga ya efectivo el impuesto a las energéticas al que se comprometió. De todas formas, en el pacto que alcanzaron PSOE y Podemos quedó claro que el primer paso para ello será la conformación de una mesa de negociación entre partidos.

"Las caricaturas del adversario no son propias de alguien con talla de estadista si realmente aspira a convertirse en presidente", le espetó Aitor Esteban, portavoz del PNV, en este caso a Feijóo: "No espera ni un día para dar por válidas las declaraciones de un delincuente confeso  [en referencia a Aldama] para lanzar la propuesta de una moción de censura y, además, apelando a terceros". 

Con esas declaraciones, el jeltzale ha fulminado cualquier esperanza, por optimista que fuera, del líder del PP de arrebatarle la presidencia a Sánchez, como deslizó a principios de semana. Esteban ha deslizado que "el llegar al poder" no lo justifica todo.

Dos formaciones han sido algo más punzantes con Sánchez. Míriam Nogueras, portavoz de Junts per Catalunya, ha remarcado que "la gestión de la DANA evidencia el fracaso del modelo centralista impulsado por PP y PSOE". No obstante, como el resto de partidos de la mayoría de investidura, ha responsabilizado a Mazón de la gravedad de la catástrofe. También lo ha hecho así Ione Belarra, aunque, en su caso, sí ha puntualizado que su formación no se cortará a la hora de pedir explicaciones sobre José Luis Ábalos.