Faltan solo dos semanas para que se celebren las elecciones generales del 23J. Unos comicios en los que se confrontarán dos modelos de país antagónicos. Por un lado, el PSOE y Sumar, cuyo objetivo es revalidar un Gobierno progresista y, por otro, el PP y Vox, que buscan un cambio de ciclo político aupados por la ola reaccionaria que se inició tras el 28M. Y así ha querido mostrarlo el partido de Pedro Sánchez, que se ha estrenado en la campaña electoral con una lona que lanza un sagaz mensaje sobre la derecha y la extrema derecha.

El cartel, desplegado en el número 43 de la Gran Vía de Madrid, ilustra una foto a color donde aparece Sánchez junto a varios de sus ministros, frente a otra con Santiago Abascal (Vox) y Alberto Núñez Feijóo (PP). En este último caso, la imagen sale en blanco y negro, con un aire más vetusto.

Pero el colorido no es la única diferencia entre ambos bloques que el PSOE busca hacer ver a los ciudadanos. En el bando de Sánchez, María Jesús Montero, Teresa Ribera, Nadia Calviño, Félix Bolaños y José Luis Escrivá se puede leer un mensaje: "Adelante". En oposición al "Atrás", que representan los líderes de derecha y extrema derecha.

Pero, además, como bien sabe el PSOE, el espacio no es inocente y la foto que ha seleccionado el partido para figurar a sus contrincantes políticos es un claro ejemplo de ello. Pues, aparte de advertir del retroceso que supondrían sus políticas, los socialistas han querido recordar el giro ideológico que ha marcado Vox sobre la agenda del PP, tras sus pactos, colocando a Espinosa de los Monteros y Abascal por encima de la cabeza del propio Feijóo.

Algunas de las primeras decisiones políticas que han tomado los Gobiernos pactados entre ambas formaciones han sido sustituir el concepto "violencia machista" por "violencia intrafamiliar", descolgar banderas LGTBI+, nombrar altos cargos abiertamente negacionistas de la crisis climática, homófobos y machistas o censurar obras teatrales y películas por su contenido.