La figura de Nicolás Redondo, secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT) desde 1976 a 1994, permitió este martes a los socialistas cerrar filas en torno a su figura en el homenaje organizado por el sindicato cuando está a punto de cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento. En el ambiente sobrevoló, aunque en un segundo plano, la tensión entre la dirección del PSOE y el hijo del histórico sindicalista, Nicolás Redondo Terreros, presente en el acto y recientemente expulsado del partido el pasado mes de septiembre por su "reiterado menosprecio" a sus siglas.

El acto, además, tuvo lugar un día después –porque en estas cosas nadie da puntada sin hilo– de que Redondo Terreros presentara junto a Alfonso Guerra su nuevo libro No me resigno, en el que narra su expulsión del PSOE. En ese evento Redondo Terreros aprovechó para declarar que "hoy es un día triste" en clara alusión al inicio del debate en el Congreso sobre la Ley de Amnistía.

El homenaje a Nicolás Redondo daba una tregua al conflicto entre su hijo y los socialistas, en una fecha además histórica para el mundo sindical, al cumplirse 35 años de la huelga general del 14D que consiguió parar al 90% de los trabajadores en España.

Hubo pocos –y los justos– saludos de cortesía de la nutrida representación socialista con Nicolás Redondo Terreros. Al homenaje acudió la dirección de UGT en pleno, con Pepe Álvarez, su actual secretario general a la cabeza; también participaron el líder de CCOO, Unai Sordo; la vicepresidenta María Jesús Montero; la presidenta del Congreso, Francina Armengol; la presidenta del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, Iratxe García; y exministros como Reyes Maroto y Ángel Víctor Torres también asistieron, aunque evitaron contacto alguno con Redondo Terreros.

Fue llamativa también la presencia de la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, y del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.

El acto de UGT estuvo presentado por la directora de Relaciones Institucionales de Público, Ana Pardo de Vera, que destacó la figura del homenajeado y recordó su trayectoria: su paso por la cárcel durante el franquismo, su participación en la Transición, su elección como diputado en las primeras elecciones democráticas de 1977 y su liderazgo en UGT durante 18 años.

Pardo de Vera recordó también cómo el libro editado por UGT en recuerdo de Nicolás Redondo "empieza con muchas imágenes en blanco y negro y con todo hombres, pero con el color llegan las mujeres sindicalistas y, destacada entre ellas, Almudena Grandes". 

Tras la proyección de un vídeo sobre la figura de su padre en el que el líder sindicalista defendía las huelgas generales que convocaron los sindicatos durante los Gobiernos de Felipe González, Redondo Terreros destacó que una de las películas que más le gustaba a su progenitor era Solo ante el peligro. Un título que, a juicio de su hijo, define muy bien la trayectoria de Nicolás Redondo.

En un discurso que probablemente iba con segundas, Redondo Terreros aseguró que su padre "tuvo siempre una cara, mantenía al final de semana lo que había dicho al principio, desde su convencimiento y reflexión, y eso no lo cambiaba nadie, ni los más queridos, ni los más lejanos, ni sus adversarios". Con cierta ironía, ante una importante representación socialista, liderada en el salón de actos de UGT por la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, explicó que "ahora surgen muchos nicolasistas post morten".

Intervención de Pedro Sánchez

Poco se habló de las diferencias de Redondo con la patronal y los conflictos con el Gobierno socialista y el propio Felipe González. Era un día para alabar la dedicación del sindicalista por los trabajadores españoles.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, participó en el homenaje de forma telemática. Lo hizo minutos después de que Nicolás Redondo Terreros defendiera en el estrado que su padre "una vez tomaba una decisión, ya no la cambiaba nunca y era consecuente con su palabra".

Sánchez destacó la relevancia de Nicolás Redondo en la unidad de acción sindical. Según sus palabras, "lideró el proceso del paso del sindicalismo industrial y masculinizando a un sindicalismo moderno, europeo y al que se incorporaron jóvenes y mujeres en un proceso que no fue fácil. La España que somos se levanta en torno a todas aquellas conquistas". El presidente calificó a Redondo "como un buen hombre y una inspiración de memoria sindical".

Pepe Álvarez, tras acudir también al cementerio para participar en el homenaje, destacó ya desde la sede del sindicato el legado de Redondo al que calificó "un grande del sindicalismo", mientras Garamendi dijo de Redondo que "de no haber existido habría que inventarlo". Por su parte, Unai Sordo, desde CCOO, destacó que es "un privilegio y un honor poder estar un 14D rememorando la figura de, un paisano además, Nicolás Redondo", al que calificó como "un hombre de profundas convicciones y un sindicalista flexible". También reconoció su papel por la "unidad de acción sindical". 

María Jesús Montero destacó el "papel tan importante" que Nicolás Redondo tuvo durante la etapa de la Transición, en la que se produjo una "explosión de derechos y libertades de la clase trabajadora, que contribuyó a la construcción del Estado del bienestar de la mano siempre de presidentes socialistas".