La ley de Protección Animal se debatirá y votará este jueves en el Congreso de los Diputados. El anteproyecto de ley busca, (entre otras cosas), endurecer las penas por maltrato animal; prohibir las peleas de gallos; reconvertir los zoológicos y delfinarios en centros de rehabilitación y recuperación de especies; prohibir el abandono; y acabar con el sacrificio de animales sin motivos sanitarios.

Sin embargo, la aprobación de la ley está en el aire debido a una enmienda presentada por el PSOE durante su tramitación parlamentaria, que excluye a los perros de caza de la protección de la ley, y contradice lo que habían aprobado previamente en el Consejo de Ministros y lo que piden todas las asociaciones de protección animal.

Esta enmienda, (presentada por el PSOE), salió adelante gracias al apoyo del PP y Vox. Partidos que, por cierto, ni siquiera quieren que se apruebe la ley de protección animal. Y esto a pesar de que, (desde un punto de vista de pura aritmética electoral), tampoco tiene mucho sentido. Realmente no hay tantos cazadores en España como pensamos, actualmente hay unas 900.000 licencias vigentes, pero estas se corresponden a unos 300.000 cazadores, pues estos no tienen solo una licencia, tienen varias cada uno.

La ley cuenta con las presiones de algunos barones del PSOE como el castellano-manchego Emiliano García Page o el extremeño Guillermo Fernández Vara. De hecho, el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, llegó a decir que "gracias a las gestiones de Page, el Gobierno de España va a excluir al sector de la caza del proyecto de ley de Bienestar Animal".

Esto no tiene ningún sentido, porque con esta enmienda el PSOE está defendiendo el privilegio de un sector minoritario, el de los cazadores, para situarse por encima de la ley. Es decir, defienden, que, una licencia de caza, (que se puede conseguir gratis en cualquier Comunidad Autónoma), te dé inmunidad a la hora de maltratar a los animales.

Es importante señalar que la ley de Protección Animal es una ley que fomenta las buenas prácticas y evita las malas. Es decir, que los cazadores que se preocupan por el bienestar de sus perros no deberían tener ninguna objeción a que se les aplique la ley en igualdad de condiciones que al resto de propietarios de animales.

La federación de cazadores ha celebrado la exclusión de los perros de caza de la ley de Bienestar Animal. El presidente de la Federación Española de Caza, Manuel Gallardo, ha pedido a Podemos que "deje de disfrazar de bienestar animal a una ley con la que sólo quieren seguir viviendo del dinero público y tener presencia en organizaciones sociales, y para ello han creado el bulo de que los animales están desprotegidos".

Los datos son contundentes. Según las asociaciones animalistas y de rescate de animales se abandonan cerca de 50.000 galgos cada año, muchos de ellos coincidiendo con el final de la temporada de caza. Esta cifra supone casi la mitad del total de los perros abandonados en España, que alcanza los 114.000. Además, los perros de caza son los más vulnerables según datos de la Guardia Civil: alrededor del 40% de los perros afectados por algún tipo de maltrato animal son galgos u otros perros de caza.

Y si nos fijamos en los casos de robos, los perros de caza son también los más afectados, y acumulan el 80% de los robos. Estas cifras de abandono, maltrato y robo de perros de caza son muy elevadas, teniendo en cuenta que, según la Federación de Cazadores de la Unión Europea, sólo el 2% de la población tiene una licencia de caza. A pesar de esto, (atención), son los cazadores los que se están presentando como víctimas de una campaña de violencia animalista. 

España es el único país de la Unión Europea donde sigue permitida la caza con galgos y podencos. La nueva ley de protección animal no va a llegar tan lejos, (porque no acabará con la caza), pero lo que sí que pretendía, (al menos antes de la enmienda), era proteger a los perros de caza, garantizando su bienestar como el de cualquier otro perro.

Según el informe Sensibilización de la sociedad española respecto a los derechos de los animales, (realizado el pasado julio por la empresa Ipsos), el 92% de la población ve necesario poner en marcha una legislación que proteja a los animales, el 69% está en contra del maltrato a los animales silvestres y el 73% quiere preservar los derechos de los animales utilizados para la caza. Es interesante ver los resultados de la encuesta por recuerdo de voto. Como es de esperar, los votantes de partidos de izquierdas muestran una mayor preocupación por el bienestar animal, pero los votantes de derechas también se consideran mayoritariamente defensores de los derechos de los animales.

En concreto, el 82% de los votantes de Unidas Podemos se consideran preocupados por la protección de los animales, el 76% dentro del PSOE, el 75% en el PP y el 62% en VOX. Y aún más, según la encuesta, el grado de aceptación de la caza, que no llega al 20% entre los votantes de centro-izquierda, es solo del 30% entre los votantes de la derecha.