La sociedad civil ha querido participar de manera activa en estas elecciones generales del 23 de julio. Para ello, se han llevado a cabo iniciativas de vigilancia ciudadana, como es el caso de Polétika.

La plataforma, que aglutina a más de 500 organizaciones expertas en distintas temáticas, ha elaborado 27 peticiones que los partidos políticos "deben incorporar" en sus programas. En este periódico les hemos podido desglosar por temáticas cada una de las propuestas de cara a la cita electoral.

El objetivo, comentan, es el de promover un modelo de sociedad y de economía sostenible, "que garantice una vida digna para todas las personas, que cuide la convivencia y en el que las personas tengan el poder para participar y decidir en democrática".

"Este proyecto se puso en marcha en 2015-2016 con la intención de representar de manera amplia las políticas sociales, ambientales y de calidad democrática que representa el modelo de planeta que necesitamos", explica Javier Pérez, director de Political Watch, en una conversación por videollamada con Público.

"Nos hemos centrado en escoger una serie de medidas, de estos tres grandes ejes, que deberían estar en cualquier visión de país si de verdad se pretende cuidar a las personas, plantear un futuro sostenible y una convivencia democracia aceptable", expone el investigador y activista. 

Nota a los programas más ambiciosos

Además, Polétika ha evaluado la ambición de los compromisos políticos, plasmados en los siete grandes partidos políticos. El estudio junta a los cuatro grandes partidos estatales, PSOE, PP, Sumar, Vox; junto a los partidos ERC, PNV y EH Bildu.

Esta propuesta, explica Pérez, hace saber a los partidos políticos que hay una sociedad civil organizada, experta y vigilante, que sabe a lo que se está comprometiendo y la ambición mínima que debe haber. Una asociación vigilante que tendrá como objetivo que "ninguna promesa sea en vano". 

Las organizaciones han propuesto hasta tres peticiones de estas 27. En cada una de ellas hay entre dos y cinco escenarios: desde la ambición que creemos que debería haber hasta lo inaceptable". "En esa escala hemos ubicado a cada uno de los partidos", adelanta Pérez. La intención, explica, es que cualquier persona pueda ver de un vistazo la petición y dónde se encuentra en la escala.

El avance contra el negacionismo

El proyecto aglutina también a organizaciones medioambientales, como es el caso de GreenPeace. Alicia Cantero, responsable de incidencia política del movimiento ecológico, ha valorado en declaraciones a Público la situación política en relación a la crisis climática.

Cantero interpreta tres bloques "muy obvios". "Uno, de avance hacia este camino que hemos emprendido de abordar la emergencia climática, de continuar con fuerza esta transición energética justa. Un bloque que apuesta por comenzar y variar este modelo agroalimentario que tiende a un cambio de modelo. Este modelo agroeconómico agota recursos". 

El segundo bloque, explica, es el que "no se cuestiona la transición ni la emergencia climática, ni la necesidad de actuar". En cambio, "sí que se quiere retrasar, flexibilizar e incluso presentar retrocesos". Cantero explica que lo hacen sin cuestionar el cambio hacia la transición "pero poniendo zancadillas". El tercero y último, es el escenario negacionista y de retrocesos. "Imagino que ya sabes cuál es", bromea en tono irónico. 

En búsqueda del consenso

"Hemos hecho un esfuerzo grande por detectar y promover los espacios donde puede haber consenso", explica Pérez, quien también afirma que en algunas cuestiones, sobre todo en ámbito social, en el que el consenso parece factible, "si hay voluntad". 

Por otro lado, uno de los temas en los que existe más división entre los programas es en materia ambiental. En este apartado, interpretan desde Polétika, lo que se impone es la lógica de bloques.

"Desde Political Watch creemos que el gran reto es ver en qué dirección se va a dirigir el Partido Popular", cuestiona Pérez. "El PP no tiene una posición negacionista, pero sí tiene una falta de ambición, reprocha. "Puede ser que uno de los temas a negociar sea las cuestiones medioambientales y climáticas, y es clave que ahí note la presión. La responsabilidad de apostar por el futuro", sentencia.