"Toda política de defensa del medioambiente debe contemplar también el interés de los españoles", reza uno de los primeros puntos del apartado dedicado al medioambiente —o 'España verde', como lo titula el partido— del programa de Vox de cara a las elecciones del 23 de julio. En el mismo, se arremete contra el "ecologismo radical de las agendas impuestas por las élites", que, desde la perspectiva de la formación de extrema derecha, perjudican a las comunidades locales.

Así las cosas, la formación apuesta por un cuidado del medioambiente subordinado a las dinámicas del mercado laboral español y en ningún momento de todo el programa electoral cita las palabras crisis climática ni cambio climático. Solo para anunciar que derogarían la ley, aprobada el 20 de mayo de 2021, que los tiene por objeto. 

El punto 223 del programa anuncia, sin ambages, la derogación de dicha ley, que, en sus palabras, "impide que exploremos nuestros recursos, carga sobre los hombros de los españoles el peso de la transición ecológica [...] y criminaliza a nuestros trabajadores y a los agricultores". 

Vox lanza, además, dos propuestas en materia de grandes acuerdos. Por un lado, exige a la Comisión Europea una Política Agraria Común "que anteponga el interés de los productores nacionales y comunitarios sobre delirios ideológicos de los lobbies ecologistas". Por otro, habla de la importancia de impulsar un Plan Nacional del Agua. Con él, pretenden interconectar las cuencas y promover una gestión más eficiente del agua, a efectos de reactivar el sector primario.

En materia energética, el partido de Abascal se compromete a apoyar "todas las fuentes de energía que contribuyan a alcanzar la soberanía energética de España", pero hace especial hincapié en "la actualización del parque de generación nuclear" y no solo eso, sino que declara su intención de extender la vida útil de las centrales nucleares ya existentes.

Las energías renovables aparecen varias veces en el programa. Por un lado, se compromete a fortalecer "un mix energético" a base de energía fotovoltaica, eólica, hidráulica, además de la ya citada nuclear; pero, por otro, promete más controles y muchas precauciones a la hora de instalarlas en la España rural.