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Pello Otxandiano (EH Bildu): "Un nuevo estatus político tiene que reconocer el carácter nacional del pueblo vasco"

Pello Otxandiano
Pello Otxandiano, candidato a lehendakari por EH Bildu. Jaime García-Morato

Vienen días de carretera, de mítines y encuentros. Pello Otxandiano, candidato de EH Bildu a lehendakari está preparado para estos días y para los que vendrán. Su mirada está puesta en el escenario que previsiblemente se abrirá el próximo día 21, cuando se cierren las urnas. Cree que entonces nacerá un tiempo nuevo, sin vuelta atrás. Lo dice tranquilo, convencido, firme. Los nervios, en la política y en la vida, van por dentro. 

¿Por qué motivos hay que votar a EH Bildu en estas elecciones autonómicas?

En primer lugar, representamos a una formación política que pone todo su potencial al servicio de un proyecto de país y es capaz de dejar muy atrás los intereses partidistas. En segundo lugar, creo que tenemos las manos libres: no tenemos el lastre que pueden tener otros partidos por las relaciones clientelares que se hayan podido construir en torno al sistema institucional.

¿Qué significa para usted ser candidato a lehendakari?

Una responsabilidad enorme. Represento a una comunidad que tiene un capital político inmenso en su seno. En los primeros compases de la presentación de la candidatura me daba cierto respeto erigirme en representante de esa comunidad. Por otro lado, siento mucha responsabilidad por tener conciencia de dónde está este país: estamos ya en un nuevo ciclo, y se requiere una política capaz de dar respuestas nuevas a retos nuevos.

¿Cómo valora las últimas actuaciones polémicas de la Ertzaintza?

Yo creo que tenemos un problema con la Policía autonómica, pero lo enmarco en un contexto más general. Este gobierno tiene problemas importantes en muchos ámbitos. Hay una pérdida del control sobre algunas instituciones públicas y una evolución muy preocupante de diferentes servicios públicos, en este caso de la Policía autonómica. Ha habido diferentes situaciones en las que las actuaciones por parte de la Ertzaintza no han sido correctas ni mucho menos.

"Hay que afrontar urgentemente el debate en torno al modelo policial"

También vimos cómo sectores de la Ertzaintza llegaron a amenazar con no dejar pasar el Tour por la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) o entorpecieron el paso del tranvía frente al Parlamento. Eso denota una crisis institucional, porque esos agentes están desafiando la autoridad del Ejecutivo. Hay que afrontar urgentemente el debate en torno al modelo policial.

¿Cómo resumiría usted el modelo de gobierno del PNV?

Hay un agotamiento del modelo de gestión. Los gobiernos de coalición entre PNV y PSE en las principales instituciones del país representan un modelo de gestión mucho más reactivo que proactivo. Esos gobiernos no tienen un proyecto de país a medio-largo plazo, y a estas alturas no se puede gobernar sin un propósito claro, sin una visión de país. Lo que les une a los dos partidos son intereses partidistas y cortoplacistas.

Pello Otxandiano
El candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, durante la entrevista ofrecida a 'Público' en Bilbao. Jaime García-Morato

¿Qué hoja de ruta tendría un gobierno de EH Bildu para ganar autogobierno?

Hemos propuesto activar la ponencia de autogobierno en los primeros tres meses de la siguiente legislatura. Ya existe un acuerdo entre PNV y EH Bildu –y con Podemos en algunos ámbitos– en torno a las bases y principios de lo que tiene que ser el nuevo estatus para la CAV. Ahora hay que retomar ese trabajo y redactar un nuevo estatus político en el plazo de un año, porque hay que aprovechar la ventana de oportunidad que se ha abierto en el Estado.

"Los partidos tenemos que llegar a un acuerdo y acudir a Madrid con una sola voz"

Tenemos un presidente de Gobierno que ha adquirido el compromiso de abrir el debate en torno a la plurinacionalidad, y esa es una oportunidad que tenemos que ser capaces de aprovechar. Para ello, los partidos tenemos que llegar a un acuerdo y acudir a Madrid con una sola voz. Por otra parte, España tiene que ser capaz de disponer de un procedimiento y metodología para abordar este debate, que es crucial para el futuro del Estado. 

¿Un nuevo estatuto podría permitir avanzar o profundizar en términos de soberanía?

Un nuevo estatus político tiene que reconocer el carácter nacional del pueblo vasco, porque si España es un estado plurinacional evidentemente es porque hay naciones en su seno, y Euskal Herria es una de ellas. En segundo lugar, tiene que plantear una serie de competencias jurídicas y políticas suficientes para hacer políticas públicas del siglo XXI, que respondan a los retos sociales que tenemos.

En tercer lugar, tiene que plantear un sistema de garantías que impida que existan injerencias por parte del Estado. En los últimos cuarenta años ha habido un proceso recentralizador e involutivo por parte del Estado, que empieza con la LOAPA y transcurre a golpes de sentencias del Tribunal Constitucional.

¿En esta campaña EH Bildu no habla de independencia o derecho de autodeterminación?

La independencia es nuestro proyecto estratégico, y nosotros siempre hemos entendido que eso sería consecuencia de un proceso gradual. Evidentemente, no renunciamos a la independencia en ningún caso. Lo que decimos es que hay que hay que dar cauce democrático a la voluntad de la sociedad vasca libremente expresada. Ese es un punto de encuentro que debería unirnos tanto a independentistas como no independentistas.

"La modernización del Estado español pasa por aceptar que es plurinacional"

El siguiente estadio en el camino de la soberanía consiste en alcanzar un estadio en el que esa capacidad de decisión se recoja en un nuevo estatus político y se acepte por parte del Estado. Un nuevo estatus político que nos ponga en pie de igualdad con el Estado y que se sustancia en la capacidad de decisión del pueblo vasco. La modernización del Estado español pasa indefectiblemente por aceptar que es plurinacional, y que en todo caso será la suma de las partes si las partes así lo desean.

Situándonos en el día después de las elecciones vascas, ¿alberga usted alguna esperanza de que el PSE pueda apoyar a EH Bildu y no al PNV?

Eso lo tendrán que decir ellos. Si EH Bildu gana las elecciones, lo que yo voy a hacer es llamar a la segunda y a la tercera fuerza política, y también a la izquierda confederal si obtiene representación, y trataré de articular un espacio cooperativo y una discusión en torno cuál es el proyecto de futuro que se necesita en este país para dar cauce al mandato popular: avanzar en soberanía y en políticas públicas más igualitaristas. Para ello contamos con el PSE, con el PNV y con la izquierda confederal.

"Estamos ante otro ciclo político; no se pueden poner puertas al campo"

Ahora bien, yo me pregunto: ¿Qué van a hacer el PSE y el PNV? Les animo a que lo digan, porque los electores tienen derecho a saber qué se va a hacer con su voto a partir del 21 de abril. Estamos ante otro ciclo político. El mapa que enseñan las encuestas es muy distinto, y no se puede poner puertas al campo. Quien vaya en contra del signo de los tiempos se equivocará.

Si el PSE apoya al PNV e impide un gobierno de EH Bildu, ¿eso podría afectar las relaciones en el Congreso entre EH Bildu y el PSOE?

No, porque nosotros no intercambiamos cromos. No entendemos la política de esa forma. Hacemos política en base a propósitos claros, y el propósito de la actuación de EH Bildu en el Congreso va claramente dirigida a cerrar la puerta a un posible gobierno de la extrema derecha, a posibilitar políticas progresistas, y a la normalización en cuanto a las consecuencias del conflicto político que se ha vivido en este país. Eso lo hemos planteado públicamente y actuamos en consecuencia.

En Navarra, nuestro propósito ha sido desalojar de las instituciones a esa derecha reaccionaria representada por UPN, y hemos cumplido con ese compromiso. Nuestro propósito en la CAV es poner en marcha a esta parte del país en función de sus capacidades y posibilidades, y para eso hace falta un espacio de cooperación, y no se puede excluir a nadie. Si otras fuerzas deciden seguir haciendo lo mismo, el perjudicado no será EH Bildu, sino la sociedad vasca.

¿La decisión de Elkarrekin Podemos y Sumar de acudir por separado a estas elecciones perjudica o beneficia a EH Bildu?

Sinceramente no lo sé. Más allá de nuestros intereses partidistas, creo que hay que hacer una reflexión como izquierda: me parece un auténtico desastre. Vivimos un tiempo histórico muy singular, se escuchan tambores de guerra en Europa, tenemos el auge de la extrema derecha en el contexto europeo y mundial, hay una crisis ecológica y climática que pone en cuestión las bases materiales que hacen posible la vida en el planeta.

En un contexto así, que la izquierda no sea capaz de llegar a consensos de mínimos entre personas muy afines que en última instancia pertenecen a la misma familia política, es una catástrofe, y el mensaje que se lanza es demencial.

Muchos creían que el candidato a lehendakari sería Arnaldo Otegi. ¿Qué papel le queda a Otegi una vez que usted es el candidato a lehendakari en el nuevo ciclo que se abre para la izquierda abertzale?

Por una parte, nuestro proyecto político engloba a las siete provincias del pueblo vasco. A Otegi le corresponde mantener esa visión nacional y el desarrollo de nuestro proyecto político en términos nacionales. En segundo lugar, el mapa político ha cambiado, y eso supone un reto enorme también para la izquierda soberanista. Estamos destinados a asumir responsabilidades de gobierno y eso nos sitúa en otro escenario. La experiencia y la visión de Otegi van a ser muy importantes para situar a la izquierda independentista en una nueva fase.

PP y Vox se esfuerzan para tratar de vincular a EH Bildu con ETA. ¿Usted qué piensa cuando escucha este tipo de declaraciones?

Lamentablemente, este tema se emplea mucho más en términos electoralistas que de otra manera. Hay una pulsión por parte de muchos sectores de la sociedad que plantean la necesidad de abordar un debate y un proceso genuino de construcción de una memoria plural. Hay que mirar al pasado, hay que rescatar lecciones de ese pasado para proyectarlas hacia el futuro, pero después hay una utilización muy partidista y muy maniquea de este tema, especialmente por la derecha y la extrema derecha. 

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