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Movimiento Sumar tendrá una Presidencia, una dirección y una asamblea de afiliados

El partido de Yolanda Díaz recoge en sus estatutos que su máximo órgano será la Asamblea de afiliados, que elegirá a la Mesa de Coordinación (la dirección). También habrá una Comisión de Garantías.

Yolanda Díaz interviene en la presentación de la plataforma Sumar, en el polideportivo Antonio Magariños, a 2 de abril de 2023, en Madrid.
Yolanda Díaz interviene en la presentación de la plataforma Sumar, en el polideportivo Antonio Magariños, a 2 de abril de 2023, en Madrid. Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

Movimiento Sumar ya tiene estatutos legales y, por lo tanto, ya es un partido político. Estos estatutos, de hecho, recogen el organigrama clásico que estructura los órganos de elección, dirección, vigilancia y gestión que han seguido las formaciones de la izquierda transformadora, aunque con algunos matices y elementos distintivos que superan algunas formas de organización que nacieron al calor del 15M.

El partido político encabezado por Yolanda Díaz seguirá la pauta de organización militante, es decir, tendrá un órgano principal de toma de decisiones formado por el conjunto de afiliados de Movimiento Sumar que, entre otras competencias, designará la composición del resto de órganos (la dirección y la comisión de garantías).

Esta Asamblea la conformarán aquellos afiliados constituidos, es decir, aquellas personas que hayan formalizado su afiliación cumpliendo con los requisitos de identificación que recogen los estatutos y que, además, estén al corriente de pago de sus cuotas. En resumen, sólo podrán participar en las decisiones que corresponden a la Asamblea (como elegir a la dirección del partido) los afiliados que paguen cuota.

Podemos introdujo en su día un censo de inscritos que conforman la denominada Asamblea Ciudadana (el máximo órgano de toma de decisiones) y que eligen a los miembros de su dirección y el rumbo del partido en procesos participativos y votaciones que no exigen el pago de una cuota.

Con el tiempo, la formación morada ha ido depurando su censo ante las enormes diferencias que había entre las personas registradas como inscritos y las que participan de forma activa en las distintas votaciones y procesos. Sin embargo, el pago de la cuota nunca ha sido una condición necesaria para la participación en las principales decisiones que corresponden a la Asamblea.

En este sentido, Movimiento Sumar tendrá un segundo grado de "afiliación" que en los estatutos se denominan las "personas Amigas", que podrán ser afiliadas a otros partidos. Estas personas tendrán derecho a recibir información sobre las actividades del partido y las principales decisiones y acuerdos de los órganos directivos; a participar y colaborar en las actividades de la formación y "en cuantos debates, escuchas ciudadanas, votaciones y consultas se establezcan por los órganos de dirección como accesibles a las personas Amigas". Pero no formarán parte de la Asamblea que elige a los órganos de dirección y gestión del partido.

Tendrán los mismos deberes que los afiliados de pleno derecho, excepto el del pago de la cuota. La dirección se denominará Mesa de Coordinación y estará formada por entre tres y 10 miembros, elegidos por la Asamblea de afiliados. Más allá de la organización temática de cada área o secretariado que asuma cada persona cuando se constituya esta dirección (feminismo, economía, etc), el partido tendrá por estatutos una Presidencia, una Secretaría y una Tesorería.

Esta estructura de dirección es similar a la que tiene, por ejemplo, el Partido Popular, que tiene un presidente y un secretario general. En partidos como el PSOE, el secretario general cumple la función presidencial y su número dos o el encargado de la gestión del partido suele constituirse en una secretaría de organización, una secretaría política o ambas, como sucedía con Podemos en sus primeros años.

Esta Mesa de Coordinación tendrá las competencias que suelen tener las direcciones (aprobar presupuestos, nombrar portavoces, la gestión política diaria del partido...). Sin embargo, tendrá una competencia que en los partidos de la izquierda transformadora solía estar reservada en última instancia a la militancia: aprobar las coaliciones preelectorales y los acuerdos poselectorales, así como las candidaturas con las que el partido se presente a las elecciones.

Es decir, los acuerdos con otras formaciones no tendrán que someterse a primarias para el refrendo de los afiliados, sino que la dirección tendrá la última palabra sobre estas cuestiones. Sin embargo, una vez al año la Asamblea podrá aprobar o rechazar en votación la gestión de la Mesa de Coordinación.

El partido de Yolanda Díaz también contará con una Comisión de Garantías que velará por el cumplimiento de los estatutos por parte de los diferentes órganos y dirigentes de la organización, y que aplicará un régimen sancionador en caso de producirse algún tipo de falta.

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