A menos de un mes de que venza el plazo por el que el PSOE y Unidas Podemos se comprometían a llevar una nueva ley de Vivienda al Consejo de Ministros antes de marzo, las negociaciones entre ambas formaciones parecen más estancadas que nunca. Fuentes de la formación morada denuncian que los socialistas han rechazado las propuestas que en estos meses han puesto sobre la mesa y que, además, ni siquiera han planteado alternativas.

Las negociaciones empezaron a torcerse hace tiempo, tras la segunda reunión mantenida entre los equipos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (encabezado por el secretario general de Vivienda, David Lucas) y de la Vicepresidencia de Derechos Sociales (encabezado por la secretaria de Estado para la Agenda 2030, Ione Belarra).

Aunque en la primera reunión, de carácter técnico, el acuerdo parecía encaminado, fue el segundo encuentro, cuando se entró en materias específicas y medidas, el que abrió un camino de parálisis que continúa hasta el día de hoy. La semana antes de la celebración de las elecciones catalanas, Transportes les trasladó a los de Pablo Iglesias que no negociarían más hasta después de los comicios.

Este jueves los equipos negociadores han vuelto a retomar las reuniones, aunque, según apuntan fuentes de Unidas Podemos, no han logrado desbloquear la situación. "A una semana de que termine el plazo para llevar la ley de Vivienda al Consejo de Ministros, el PSOE sigue sin propuesta en materia de desahucios, control de precios del alquiler y grandes propietarios", apuntan los de Iglesias.

En los últimos meses la formación morada había trasladado al ministerio dirigido por Ábalos una serie de propuestas. En concreto, Unidas Podemos aboga por la regulación y control de precios en las denominadas zonas tensionadas (una medida recogida en el acuerdo de coalición). También por la prohibición permanente de los desahucios que se acordó a finales de diciembre de 2020 y que expirará cuando decaiga el estado de alarma, en el mes de mayo.

Podemos: los planteamientos del PSOE son cercanos a ASVAL

Para movilizar vivienda vacía, la Vicepresidencia segunda propone la creación de un impuesto que grave las viviendas vacías (a partir del cuarto inmueble), así como la cesión de la Sareb y de los grandes fondos de inversiones de parte de sus inmuebles vacíos al parque público de vivienda en alquiler (en concreto, a los parques públicos de cada comunidad autónoma, ya que en España no existe un parque público estatal).

Pese a disponer de estas propuestas, desde Unidas Podemos lamentan que los socialistas las han rechazado sin presentar alternativas. Este miércoles, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a Ábalos y la ministra de Economía, Nadia Calviño, anunció que habrá 10.000 nuevas vivienda de la Sareb (conocido también como el banco malo, creado para absorber los activos tóxicos inmobiliarios del sector financiero) para alquiler social de personas en situaciones de vulnerabilidad.

El presidente explicó que unas 5.000 viviendas estarán a disposición del Estado a corto plazo, y las otras 5.000 viviendas se gestionarán a medio plazo. Pese a que se trataba de una propuesta presentada por Unidas Podemos, ningún ministro ni dirigente de la formación morada estuvo en el acto.

"El PSOE, muy próximo es sus planteamientos a ASVAL (Asociación de Propietarios de Vivienda en Alquiler), dirigida por el exministro socialista Joan Clos, y al sector inmobiliario, ha rechazado las propuestas que desde la Vicepresidencia segunda se le han hecho llegar en los últimos meses sin ofrecer planteamiento alternativo sobre el impuesto a la vivienda vacía o la obligación de los grandes propietarios de poner en alquiler para vivienda social el 30% de su parque", lamentan fuentes de Unidas Podemos en este sentido.