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Juzgan a 21 activistas 12 años después del primer 'Rodea el Congreso'

El juicio comienza este lunes en los juzgados de lo Penal de Madrid, donde los acusados se enfrentan a una suma total de 121 años de prisión.

Manifestación 'Rodea el Congreso'.
Manifestación 'Rodea el Congreso'. Eduardo Parra / Europa Prees

Los 21 activistas acusados de causar desórdenes y enfrentarse a la Policía en el primer Rodea el Congreso se enfrentan a 121 años de cárcel, más de una década después de la movilización. El juicio comienza este lunes en los juzgados de lo Penal de Madrid.

Durante la protesta, miles de personas se concentraron en la plaza de Neptuno de forma pacífica contra la corrupción institucional. La manifestación acabó siendo disuelta mediante cargas policiales. El saldo final fue de 34 detenidos y 64 heridos, 27 de ellos policías. Ocho de los organizadores del evento fueron procesados por la Audiencia Nacional.

La Fiscalía de Madrid les imputa en su escrito de acusación delitos de desórdenes públicos; atentado a la autoridad, resistencia, daños y lesiones, entre otros. El juicio se celebrará en el Juzgado de lo Penal número 20 de Madrid y se prolongará hasta el próximo 28 de noviembre.

Los acusados se enfrentan a penas de entre tres años y ocho meses de cárcel y ocho años y dos meses. La solicitud de cárcel suma un total de 121 años de prisión.

Según el relato de hechos de la Fiscalía, la tarde del 25 de septiembre de 2012 un numeroso grupo de personas se concentraron en torno al cinturón de seguridad establecido alrededor del Congreso de los Diputados para protestar contra la corrupción institucional.

Varios de estos individuos se subieron a la valla de seguridad colocada en el lugar, quienes jaleaban a los allí congregados a romper y rebasar dicho perímetro de seguridad con expresiones tales como: "vamos a tomar el Congreso, ahí están los ladrones", llegando a quitar parte de las vallas de dicho perímetro.

En ese momento, mientras los agentes de servicio se disponían a volver a colocar las vallas en condiciones idóneas y requerían a los concentrados a respetar el cordón de seguridad, uno de los acusados se encaramó a una de las citadas vallas, mientras exhortaba a los allí congregados a romper el dispositivo policial.

Así, gritaba "vamos a tomar el Congreso, vamos, ahí dentro están los ladrones que nos están jodiendo y estos pistoleros que les defienden nos los llevamos por delante", al tiempo que los integrantes del grupo allí concentrado arrojaron a los uniformados todo tipo de objetos tales como botellas, latas, piedras y pilas de gran tamaño, así como también les propinaban diversas patadas y puñetazos a los agentes de policía allí desplegados.

Sobre las 19 horas en el exterior de las vallas del Congreso y a pesar de los repetidos requerimientos efectuados por la fuerza policial desplegada para que se respetaran las zonas de seguridad, los concentrados empezaron a coordinarse para lanzarse a modo de avalancha sobre las vallas de seguridad, mientras manifestantes violentos lanzaban objetos contra la fuerza actuante y otros desarmaban el vallado e increpaban a los policías que intentaban recolocarlo.

Los disturbios se reprodujeron en toda la zona que comprendía aproximadamente desde la plaza de Cibeles hasta la fuente de Neptuno, congregándose multitud de personas en distintos puntos que, actuando de forma conjunta y coordinada con la ilícita finalidad de alterar el pacífico fin de las manifestaciones convocadas, se enfrentaron usando todo tipo de objetos y desplegando emboscadas contra los agentes encargados de mantener la seguridad pública.

Sobre las 22.30 horas unas 200 personas se desplazaron hasta la zona de la estación de Atocha con "la misma e ilícita finalidad de impedir el control de la paz y seguridad que intentaban salvaguardar los agentes de Policía, ocasionando graves incidentes allí", según la Fiscalía.

Así increparon a los vigilantes de seguridad y ocasionaron destrozos en el mobiliario de la estación, llegando incluso a cruzar las vías, lo que motivó que se detuviera el tráfico ferroviario, lanzando objetos a los agentes intervinientes, entre ellos, piedras.

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