Junts per Catalunya considera un "error histórico" el cese del vicepresident Jordi Puigneró, anunciado este miércoles por la noche por el president Pere Aragonès. En un comunicado a medianoche, el partido expresó su apoyo a Puigneró y afirmó que el cese "pone en peligro la continuidad del proyecto independentista". Esta valoración había sido trasladada a Aragonès por parte de Jordi Turull, secretario general del partido, con el que se reunió durante cerca de tres horas en el Palau de la Generalitat. La situación actual aboca a Junts a la salida del Govern, ya sea de forma inmediata o después de una consulta a la militancia.

El expresident Carles Puigdemont, que ya no ostenta ningún cargo en el partido pero sí milita y sigue teniendo influencia, criticó la decisión pocos minutos después: "La lealtad que importa es la lealtad a Catalunya. Jordi Puigneró la ha demostrado siempre, y de hace años. De otros no podremos decir lo mismo cuando tengan que dejar el cargo".

Los consellers de Junts han puesto sus cargos públicos a disposición de la decisión del partido esta mañana, tal y como ha anunciado Jordi Turull en una entrevista en RAC 1 esta mañana. Estos son: Josep Maria Argimon, de Salud;
Jaume Giró, Economía y Hacienda; Victòria Alsina, Acción Exterior y Transparencia; Lourdes Ciuró, Justicia; Gemma Geis, Investigaciones y Universidades y Violant Cervera, Derechos Sociales. 

En el comunicado, la formación critica que la decisión vulnera el acuerdo de gobierno. La ejecutiva se reunirá de urgencia esta mañana para abordar la situación, que parece que aboca Junts a la salida del Govern. Se abren dos escenarios: la salida inmediata o una en diferido, a través de una consulta a la militancia. Esta última opción es la que estaba sobre la mesa desde que se presentaron los resultados de la auditoría sobre el acuerdo de gobierno, aunque no se había fijado fecha.

Todo se ha precipitado a raíz de la propuesta de Junts, en el debate de política general, de que Aragonès se sometiera a una cuestión de confianza. El presidente, que no sabía que se lo plantearían, recibió con perplejidad y malestar la propuesta y decidió cesar a Puigneró porque, a diferencia de la mayoría de diputados y consellers, lo sabía y no le había informado.

Aragonès afirmó que "el Govern de la Generalitat seguirá adelante" pero que a raíz de la pérdida de confianza en Puigneró había decidido cesarle: "Las instituciones no pueden estar permanentemente en cuestión". El resto de los miembros del Govern mantienen su confianza.