La izquierda andaluza ha obtenido este domingo uno de los peores resultados de su historia en esta comunidad autónoma. La suma de Por Andalucía, la candidatura de Inma Nieto, y de Adelante Andalucía, la de Teresa Rodríguez, es de siete escaños, por lo que las formaciones a la izquierda del PSOE pierden 10 asientos en el Parlamento andaluz respecto a 2018.

Solo hay dos resultados peores en la historia de la izquierda andaluza, los que se produjeron en los años 2000, 2004 y 2008, cuando la izquierda Unida de Antonio Romero, primero, y de Diego Valderas, después, sacó seis escaños en las tres citas electorales. 

También hubo un resultado por debajo de 10 escaños para la izquierda andaluza, el que obtuvo el Partido Comunista de Andalucía de Felipe Alcaraz en 1982. Este importante retroceso se reparte entre dos espacios políticos distintos que en 2018 concurrieron juntos a los comicios autonómicos bajo la marca de Adelante Andalucía.

Tras una ruptura abrupta que se escenificó en el Parlamento andaluz con la expulsión de Teresa Rodríguez (líder de la candidatura hace apenas cuatro años) del grupo parlamentario, surgieron dos espacios distintos que terminaron de constituirse de cara a las elecciones celebradas este domingo.

Por Andalucía se conformó como el proyecto que aglutina a buena parte de la izquierda en el territorio, hasta a seis formaciones (Izquierda Unida, Podemos, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz) al amparo de las dinámicas de unidad que parece haber despertado el plan que pretende llevar a cabo la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, a nivel estatal.

Sin embargo, el proceso de negociación entre estos partidos puso de manifiesto las tensiones y diferencias existentes entre estas organizaciones, y se saldó con un registro de la candidatura accidentado que dejó fuera a Podemos (sus candidatos tuvieron que concurrir dentro de la coalición, pero como independientes).

135.000 votos menos desde 2018

Esto provocó un terremoto que ha llegado a afectar incluso a Unidas Podemos a nivel estatal, espacio donde la formación morada e IU comparten tanto departamentos ministeriales en el Ejecutivo como grupo en el Congreso de los Diputados.

La candidatura de Por Andalucía y su líder, Inma Nieto, fueron amadrinadas por Yolanda Díaz, que protagonizó hasta tres actos de campaña en el territorio, aunque la presencia de la ministra de Trabajo no parece haber obtenido el efecto deseado y no parece haber logrado frenar la pérdida de votos de la izquierda. Entre las dos formaciones han perdido casi 135.000 votos desde 2018, lo que supone alrededor de un 3% menos de los que obtuvieron hace cuatro años

Desde el principio, en ambas candidaturas se marcaron como uno de sus principales objetivos la movilización de un electorado progresista que ya en el año 2018 dio cierta sensación de desencanto y lejanía con la política institucional. Sin embargo, este objetivo tampoco se ha logrado (de hecho, la mayoría absoluta del PP apunta a que el territorio ha virado hacia la derecha en su eje político).

La propia Inma Nieto apuntó al adelanto electoral forzado por Moreno Bonilla como una de las principales consecuencias de que no se haya logrado "despertar" al electorado de izquierdas en la comunidad.

Durante su intervención para valorar los resultados achacó el desarrollo de las elecciones al hecho de que Por Andalucía y Adelante Andalucía concurrieran por separado: "La fuerza política que no se sumó podrá ver el destrozo electoral y social que provoca la desunión".