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La guerra en Ucrania da alas al gasto militar mundial, el gran alimento de la industria armamentística

El conflicto, que se mide ya en un alto número de víctimas, anima los discursos de instituciones y 'lobbies' del ámbito de Defensa que promueven un incremento de las partidas destinadas a estos fines.

Dron de ataque terrestre
Un dron de ataque terrestre, expuesto en la primera Feria Internacional de Defensa y Seguridad (FEINDEF) en Madrid en mayo de 2019. Eduardo Parra / EUROPA PRESS

Desgracia de muchos, negocio de otros. La guerra necesita armas para matar, las armas valen dinero y cada vez hay más gobiernos dispuestos a pagar lo que haga falta para conseguirlas. ¿Irán todos a esta o a otra guerra? La balanza se inclina hacia el no. ¿Gastarán igualmente grandes toneladas de billetes en este ámbito? El peso cae de forma rápida y rotunda hacia el sí. 

Esas preguntas –sobre todo sus respuestas– movilizan hoy a militantes antimilitaristas de diversos países bajo el paraguas de la Campaña de Acción Global sobre el Gasto Militar que impulsa a nivel global el International Peace Bureau (IPB) y que coordina desde Barcelona el Centre Delàs de Estudios por la Paz.

La campaña tiene lugar este año bajo un escenario aterrador: desde el pasado 24 de febrero, Ucrania pasó a formar parte de la lista de países que sufren bombardeos contra la población civil, una realidad que también padece Yemen desde marzo de 2015. 

"Este año, el mundo cosechó los horrores sembrados al invertir en herramientas para la guerra. La violencia que se ejerce sobre las personas de todo el mundo a manos de Estados militarizados ha tenido un impacto devastador sobre la humanidad y el medio ambiente", destaca una declaración firmada por los impulsores de esta campaña contra el gasto militar.

En esa línea, destacan que los 1,98 billones de dólares gastados en ejércitos en 2020 "no nos proporcionaron una verdadera seguridad, sino que esos hinchados presupuestos para armas y guerra nos dejaron sumidos en un ciclo de violencias".

"Es hora de que nos unamos y pidamos a los gobiernos de todo el mundo que recorten el gasto militar y que, en su lugar, inviertan en seguridad común y humana. Es momento de darle un presupuesto a la paz", afirman. 

Esos temas estarán sobre la mesa en un encuentro que organiza la Fundación Espacio Público junto al Centro Delàs y que se emitirá este martes a las 19.00 a través de PúblicoTV. El debate, que girará en torno a las "respuestas pacifistas a la guerra", contará con la participación de Jordi Calvo, vicepresidente de International Peace Bureau; Pere Ortega, investigador del Centro Delàs; e Itziar Ruiz-Giménez, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid. Virginia Pérez Alonso, directora de Público, moderará el evento. 

El precio de la guerra

Un reciente informe de la Red Europea Contra el Comercio de Armas (ENAAT, por sus siglas en inglés) y el Instituto Transnacional (TNI) incide precisamente en el asunto del gasto militar al calor de la invasión rusa en territorio ucraniano. 

"En un momento decisivo, en respuesta a la guerra de Ucrania, la UE ha anunciado que, por primera vez, financiará y proveerá armas letales a Ucrania a través del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz. Si bien este movimiento no tiene precedentes, tampoco es inesperado. La UE ha estado trazando un camino militarista desde hace bastantes años", destaca el documento.

Entre otros puntos, señala que el Fondo Europeo de Defensa (EDF) tiene un presupuesto sin precedentes de 8.000 millones de euros para la investigación y el desarrollo de productos militares, mientras que uno de sus programas precursores, la Acción Preparatoria para la Investigación en
Defensa
, cuenta con una dotación de 90 millones de euros.

La cifra se eleva hasta los 500 millones de euros en el caso del Programa Europeo de Desarrollo Industrial de la Defensa, dirigido a "financiar el desarrollo de equipos y tecnología" del ámbito militar.

Como consecuencia de estas líneas presupuestarias, "se concedieron
casi 600 millones de euros de fondos públicos europeos a empresas privadas muy lucrativas en el comercio de armas y tecnología militar, así como a centros de investigación privados, entre otros beneficiarios".

"Estos proyectos piloto exponen tendencias profundamente preocupantes con respecto al militarismo impulsado por Europa", destacan los autores del informe, que lamentan que "a través del aumento de un enorme 1.250% de la financiación para la investigación y el desarrollo militar de un ciclo presupuestario a otro, la UE está ahora cada vez más decidida a invertir en la guerra en vez de construir y mantener la paz". 

"Ya veíamos una clara tendencia de aumento del gasto militar, pero la guerra de Ucrania servirá para reabrir a nivel mundial no solo el gasto gasto militar, sino también el rearme", afirma Tica Font, investigadora del Centro Delàs de Estudios por la Paz. El camino está abierto. 

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