El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha defendido este jueves las escuchas que ordenó practicar en el caso Gürtel para evitar 'que los acusados siguieran delinquiendo', al cumplirse cinco años del inicio de la operación contra una supuesta trama de corrupción ligada a cargos del PP.

En una entrevista en la Cadena SER, el magistrado ha recordado la decisión que le costó el puesto en la Audiencia Nacional, tras ser condenado el 9 de febrero de 2012 por el Tribunal Supremo a 11 años de inhabilitación y pérdida de empleo por prevaricación a raíz de la querella interpuesta contra él por ordenar escuchas entre varios de los imputados en el caso Gürtel en prisión y sus abogados.

'No había otra alternativa y no me arrepiento de tomar esa decisión', ha afirmado Garzón, que ha añadido que 'se tomó con todas las garantías para evitar que continuara una conducta delictiva y protegiendo absolutamente el derecho de defensa'.

Precisamente, ha continuado, a día de hoy no se ha demostrado con esas medida que hubiese ningún perjuicio para los investigados, 'sino solo el mío', dice en referencia a su inhabilitación.

'Actué con la misma contundencia que en cualquier otro asunto' 'Era consciente de que era un tema delicado porque había indicios de delitos de blanqueo, corrupción en los que aparentemente estaban implicados cargos del PP y empresarios', ha explicado el exjuez de la Audiencia Nacional, que ha agregado que actuó 'con la misma contundencia que en cualquier otro asunto'.

No obstante, ha criticado la lentitud en la que derivó la causa una vez fue removido del juzgado de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional al afirmar que llegó al 'sobreseimiento' de la causa respecto al extesorero del PP, Luis Bárcenas, y su esposa.

Hasta la llegada del juez Pablo Ruz 'a nadie le interesó el caso' por la presión de determinadas personas del PP para evitar que la instrucción avanzara, ha dicho.