MADRID.- Podemos ha fijado condiciones muy claras de cara a la formación de un nuevo Gobierno, e incluso para consolidar una nueva Mesa en el Congreso. Sin embargo, Íñigo Errejón recordaba este jueves al PSOE que las divergencias entre ambas fuerzas sobre el referéndum catalán no son excusa para no sentarse a hablar. “Se puede hablar de todo con todos y no es necesario estar de acuerdo como condición previa”, afirmaba el número dos de Podemos y diputado electo.

La Cámara baja quedó disuelta en octubre, pero en los últimos días sus pasillos han vuelto a ser un hervidero de diputados electos, cargos en funciones, cámaras y periodistas, con la vista puesta en la sesión constitutiva del nuevo parlamento, el próximo día 13. Las conversaciones giran en torno a la composición de su órgano de gobierno, la Mesa, y de los distintos grupos que compondrán la nueva cámara.

Errejón acudía este jueves al Congreso para recoger su acta de diputado, y no ha querido soltar prenda sobre las conversaciones de su partido con el PSOE, pero tampoco ha cerrado la puerta a que Podemos apoye a un presidente del Congreso socialista. Carolina Bescansa, también diputada electa de su partido, se ha reunido esta misma jornada con Antonio Hernando, portavoz del PSOE en la cámara, y lo único que quiere aclarar Podemos es que contar con cuatro grupos distintos, tres de ellos para las candidaturas territoriales de Catalunya, Comunidad Valenciana y Galicia es una prioridad para formar una Mesa “que refleje la pluralidad que ha salido de las urnas”. En palabras de Errejón, "tiene que reflejar la pluralidad, por lo que tiene que haber grupos territoriales".

El número tres en las listas del partido por Madrid llegaba al Congreso en torno a las 12:30 horas, y en su comparecencia recordaba que no apoyarán un nuevo Gobierno de Rajoy “ni por activa ni por pasiva” –voto a favor o abstención-, y criticaba que el resto de fuerzas debatan ahora sobre las posiciones a ocupar en el Hemiciclo y otras cuestiones que él denomina “el juego de la silla”, cuando el parlamento podrá funcionar –parcialmente- a partir del día 13, aunque aún no haya Gobierno. Más, en una legislatura “tan importante, con tanta carga política”, en la que precisamente “se habla tan poco de política”.

Su partido tiene previsto traer a la cámara su ley de emergencia social –Ley 25- el próximo día 13, para poner sobre la mesa la necesidad de garantizar suministros mínimos de luz y calefacción en todos los hogares, o que las víctimas de la violencia machista tengan derecho a una garantía habitacional antes de denunciar.

Errejón ha realizado este jueves su primera visita por las distintas dependencias de la cámara, y se ha mostrado “con mucha ilusión” ante la legislatura que comienza. También, y como hiciera Pablo Iglesias hace un par de días, ha dado por sentado que En Comú Podem, la candidatura de Podemos, Barcelona en Comú, ICV-EUiA y Equo el pasado 20-D participará en las elecciones catalanas que previsiblemente se celebrarán en marzo. Sin embargo, no ha querido pronunciarse sobre si la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, sería una buena candidata para competir por la Generalitat. La propia edil y su número dos, Gerardo Pisarello, ya han rechazado que vaya a postularse, y Errejón se ha limitado a afirmar que está “seguro” de que Colau les acompañará en los nuevos comicios, pero no puede aclarar qué papel adoptará.

Cospedal, Errejón y Rivera, juntos en el Congreso

Es la foto del día. Maria Dolores de Cospedal, Íñigo Errejón y Albert Rivera han coincidido este jueves en el Congreso cuando acudían a recoger sus actas de diputados. La secretaria general del PP, el número dos de Podemos y el presidente de Ciudadanos han cumplido con los requisitos burocráticos, para después comparecer brevemente ante la prensa.

Preguntados por el viaje de Pedro Sánchez a Lisboa para conversar con el primer ministro portugués, António Costa, Cospedal y Rivera han dejado claro que a su juicio España no puede tener un Gobierno a la portuguesa.

El viaje de Sánchez es fuertemente simbólico, y sirve para escenificar su interés por formar un Ejecutivo alternativo al de Rajoy con otras fuerzas de izquierdas, entre ellas Podemos, pero hoy parece difícil que logre este objetivo, y la idea de que habrá que celebrar unas nuevas elecciones generales parece ir cobrando fuerza.