Se acabó el perfil bajo. Podemos lanzará mañana su campaña electoral a las elecciones generales con el regreso a la primera línea política de su secretario general, Pablo Iglesias. El mismo escenario que acogió la irrupción de la formación en las elecciones europeas de 2014 (la plaza aledaña al Museo Reina Sofía de Madrid) servirá a Iglesias para marcar el eje y las claves de un discurso con el que encararán los comicios.

La última intervención del líder de Podemos antes de su baja de su baja de paternidad tuvo lugar el 20 de diciembre en el Congreso de los Diputados. Entonces, Iglesias estaba volcado en sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado que había pactado con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El escenario de su vuelta nada tiene que ver con aquella sesión plenaria. Tres meses después, no hay Presupuestos ni tampoco legislatura, y el horizonte político más relevante, al que el partido tiene que dedicar todo sus esfuerzos, son las elecciones del 28 de abril. Desde Podemos siempre se ha asegurado que el partido estaba "preparado" para unos comicios, pero el adelanto electoral pilló al líder de la formación en su baja de paternidad, por lo que no ha podido asumir el rol que el resto de líderes trabajan desde la irrupción de los comicios.

La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, ha asumido el liderazgo en este tiempo, sobre todo en momentos clave, como la manifestación feminista del 8M, pero su actividad no ha sido igual a la del resto de dirigentes, inmersos en actos de campaña en todo el territorio desde hace semanas.

El regreso de Iglesias a la primera línea política se guiará por dos objetivos principales que servirán de pistoletazo de salida a una campaña en la que Podemos tratará de superar las expectativas reflejadas en las últimas encuestas electorales. El primero se identifica con el discurso al que el secretario general del partido pondrá voz en el mitin, pero que servirá de eje durante el resto de la campaña.

Por un lado, se quiere advertir del riesgo de "involución" que puede suponer un triunfo de la derecha y de la extrema derecha en las elecciones. El foco mediático se ha puesto en los últimos meses en Vox que, pese a tener un perfil más bien bajo (con importantes ausencias de su líder, Santiago Abascal), durante estas semanas, ha conseguido colocar algunos temas en agenda, sobre todo su ofensiva contra el feminismo.

Reencuentro con militancia, asociaciones y candidatos

Pero más allá de la batalla contra las derechas, Iglesias también tratará de poner en valor la utilidad política de su partido en el espacio de la izquierda, donde el PSOE está disparado en las encuestas desde su llegada al Gobierno tras la moción de censura. En el partido quieren destacar que los socialistas no han mostrado la suficiente "valentía frente a los poderosos" en momentos clave, cuando tenían la oportunidad de modificar legislación sensible (en materias como la vivienda y los alquileres o el nuevo sistema de pensiones).

Además de los ejes discursivos, en Podemos interpretan el mitin de Iglesias como su reencuentro con todos aquellos "actores del cambio" que se aglutinan en torno o al lado de la formación, desde la propia militancia hasta las asociaciones que han trabajado con el partido, por ejemplo, para presentar iniciativas legislativas.

Por eso, al acto también tienen pensado acudir los cabezas de lista de Podemos a las elecciones generales. Los candidatos se reúnen por la mañana con el secretario de Organización, Pablo Echenique, y con la de Participación, Noelia Vera, en un encuentro donde abordarán temas logísticos de sus candidaturas. Por la tarde, acudirán al mitin de Iglesias.