MADRID.- Parecía que iba a marcharse sin hacer más ruido que el de los agradecimientos, pero Cayo Lara ha aprovechado su último discurso como coordinador federal de Izquierda Unida para arropar a quien le sustituirá mañana al frente de la organización, Alberto Garzón, y de paso para recordar que Pablo Iglesias, el líder de Podemos, con quien IU ha sellado un pacto electoral, no es santo de su devoción.

Ante la mitad de los delegados que componen la XI Asamblea Federal de IU, porque ha empezado a despedirse con medio auditorio aún vacío, Lara ha puesto punto y final a su mandato y ha debido de pensar que ya tendrá mucho tiempo para estar callado, porque aunque sólo haya sido en una frase, no ha escondido su aversión hacia Iglesias. “Alberto, Has sido y eres mi candidato a la Presidencia del Gobierno. Me va a costar votar estas elecciones. Pero votaré como si fuera tú quien encabeza la lista de Madrid, porque aunque vayas en el número cinco tu sigues siendo mi candidato a la Presidencia del Gobierno”.

Lara, pese a ser manchego, vota en Madrid, donde Iglesias encabeza una lista electoral en la que Alberto Garzón ocupa el quinto lugar. No tuvo éste inconveniente (al menos público) en ceder este puesto durante las negociaciones, pero a Lara, que ya considera “generoso con mayúsculas” el acuerdo con Podemos, le escuece.

Alberto Garzón conversa con Antonio Maillo, durante la XI Asamblea Federal de IU. EFE/Chema Moya

Le costará votar a Lara a quien ha acusado varias de veces de tramar una OPA hostil contra IU, a quien “tiene los principio de Groucho Marx”, o a quien le ha llamado “cenizo”, “pitufo gruñón” y le ha mandado a “cocerse en su salsa de banderas y estrellas rojas”.

Pero votará, aunque sea tapándose la nariz, porque tampoco está del todo a disgusto en una “gran coalición electoral” que “ha costado” tejer, pero que “es probable que sea la que más confianza recabe por la izquierda comparado con cualquier momento de nuestra historia reciente”, ha dicho el ya ex coordinador de IU.

“Ese ‘tenéis que uniros la izquierda’ que se escuchaba en cada movilización ya ha tomado cuerpo”, ha celebrado Lara, que considera el pacto, si no bueno para IU, “una realidad buena para el país y mala para los que consideran a España como su cortijo”.

El coordinador federal de IU, Cayo Lara; el secretario gebneral de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo; los exsecretarios generales de UGT, Cándido Méndez y Nicolás Redondo, y Alberto Garzón, durante la XI Asamblea Federal de IU. EFE/Chema Moya

No ha perdido la ocasión de recordar que “IU es hija de la alianza, de la unidad”. “Aliarnos está en nuestro ADN”, ha dicho, pero “respetando las diferencias” porque “tener lealtad a tus raíces no es un delito, nos dignifica y eso es lo que une al hilo rojo, verde, feminista y republicano de la historia”.

“La brújula siempre señala al norte y nuestro norte es el socialismo, adaptado a nuestro tiempo y para eso necesitamos alianzas sociales y sindicales”, ha afirmado delante de los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Pepe Àlvarez.

Lágrimas por Juana

Casi no se ha olvidado de nadie a quien agradecerle su apoyo durante los siete años y medio que ha ejercido al frente de IU. Incluso ha tenido palabras para José Luis Centella, secretario general del PCE. “Que nunca una diferencia política separe lo que es una gran relación humana”, le ha dicho.

Cayo Lara besa a su esposa, Juana Quiralte,durante su intervención en la Asamblea Federal de IU en la que se despide formalmente con el balance de su gestión.EFE/Chema Moya

Sólo se ha emocionado cuando se ha dirigido a Juana, su mujer, que no ha dudado en subir al estrado para abrazarle y levantarle el puño. “Gracias, Juana, por ser atea, roja, republicana y la madre de mis hijos”, ha dicho entre lágrimas.

Después, gracias por “la confianza” que le han dado durante dos mandatos consecutivos. “He intentado ser el coordinador de todos. Que lo haya conseguido es otra cuestión”, ha reconocido. Lara, que siempre buscó “el consenso y huir del autoritarismo” ha puesto énfasis en que su “regla de oro” ha sido “no criticar ni a la organización ni a los compañeros”, “ya tenemos bastantes críticas y ataques de los adversarios”, ha destacado.