Con marchas en todas las capitales de las nueve provincias, junto a la más multitudinaria de todas en Valladolid, la sociedad castellano y leonesa ha dado este domingo un puñetazo en la mesa para decir "basta" a las políticas de Vox en la comunidad.

Desde que Mañueco pactó con los ultraderechistas metiéndoles en el Gobierno, Vox ha generado un discurso que "viene a destrozar los consensos", como señala el secretario general autonómico de CCOO, Vicente Andrés. Ésta es la primera de las razones que ha sacado a la calle a la sociedad castellano y leonesa a modo de "contestación" por parte de la ciudadanía, "harta de una política agresiva de la parte extremista de la Junta", como añade Andrés.

La defensa de los derechos de las mujeres, de los trabajadores y empresarios y la calidad de la Sanidad son tres de las reivindicaciones que han lanzado al aire las miles de personas que han secundado la manifestación de CCOO y UGT por las calles de Valladolid.

Los sindicalistas, además, han protestado enérgicamente ante la incomunicación de la Junta de Castilla y León con los Presupuestos, al señalar al consejero de Empleo, Mariano Veganzones (Vox), como el "principal culpable", asegura el líder de UGT en la comunidad, Faustino Temprano.

Personas que han acudido a la protesta han manifestado a Público el miedo que tienen a la pérdida de derechos desde que empezó el Gobierno de PP y Vox, así como el deterioro de la sanidad y la pérdida de derechos de las mujeres.

Al ritmo de una batukada, que finalizó cantando el significativo himno de Bella Ciao, jóvenes y mayores han protagonizado la primera manifestación en contra del Gobierno de la Junta de Castilla y León. Pero a tenor de lo que los líderes sindicales avisaron tras la lectura del manifiesto final en la pucelana Plaza de la Universidad, ésta no será la última vez que salgan a la calle para defender la democracia: el 23 de diciembre hay una nueva convocatoria, y otra en el mes de febrero.

En todas las capitales de provincia de la comunidad, más la ciudad de Ponferrada, se ha marchado bajo el lema "ni un paso atrás", con vivas a la democracia y a la libertad, y acusando directamente a Mañueco de la deriva que ha tomado la política en la comunidad: "No puede irse de rositas porque es el primer responsable de lo que nos está pasando", lamentaban para Público algunos de los manifestantes.

La marcha de este domingo en Castilla y León se enmarca en una estrategia de "continuidad" de más movilizaciones "hasta que Mañueco se dé cuenta de que no se puede sostener una comunidad en pie de guerra permanente", aseguran desde los sindicatos movilizados, que lamentan "la pérdida de derechos y libertades en Castilla y León provocada por el Gobierno de la Junta".

Y es que las polémicas en materia social durante estos siete meses de Gobierno han sido constantes. Vox hizo públicas sus declaraciones de intenciones nada más aterrizar en el Ejecutivo: renegó del Estado de las autonomías, rechazó la existencia de la violencia de género y aseguró que acabaría con la Ley de Memoria Histórica. De hecho, el polémico García-Gallardo dejó clara su defensa a ultranza de la ideología de los de Abascal al referirse al primer asesinato machista en la comunidad autónoma desde que estaba en el Gobierno como "violencia intrafamiliar".

Pero la relación de los ultraderechistas con los representantes de trabajadores y empresarios ha sido aún más tensa, empeorando aún más si cabe tras el anuncio de Vox de un recorte de 20 millones de euros y la denominación de García-Gallardo de los sindicatos como "ultrasubvencionados".

La gestión de la crisis del Grupo Siro -que da trabajo a unas 1.500 personas en varias plantas de Castilla y León- señaló sin duda a la gestión del consejero de Empleo e Industria de Vox, Mariano Veganzones. Pero las peores críticas que se ha llevado el Gobierno de la comunidad llegaron este verano con la gestión de los incendios forestales que arrasaron Castilla y León. La situación de los bomberos forestales, que pedían a través de Público un esfuerzo de la Junta, chocó frontalmente con la presentación de García-Gallardo en Twitter y casi a medianoche de las vergonzantes medidas que habían acordado las tres consejerías que controla Vox para ayudar en la lucha contra los incendios.