Último fin de semana de la campaña para las elecciones al Parlament del 12 de mayo, lo que ha supuesto que este sábado algunos de los partidos hayan hecho sus actos centrales, como Junts –que ha congregado a unas 3.000 personas en Argeler– o el PP –que ha reunido una cifra similar en Badalona–.

Cuando restan apenas ocho días para pasar por las urnas, los mensajes buscan sobre todo movilizar al propio electorado, desmovilizar al del rival y, si es posible, captar voto fronterizo. Y como las encuestas sitúan al PSC en primera posición –con una ventaja más o menos clara–, es lógico que la formación y su líder, Salvador Illa, concentren buena parte de los ataques del resto.

La jornada de sábado también ha estado marcada por el desembarco de los dirigentes estatales de PSOE y PP, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, y por los intentos de la CUP y los Comuns de marcar agenda claramente de izquierdas, para contraponerlas a los grandes partidos –sobre todo a Junts y al PSC, con modelos de país muy similares–. La campaña, en resumen, gana en intensidad a medida que se acerca la votación.

El PSC ha congregado a unas 2.000 personas en Montmeló (Barcelona), en un mitin protagonizado por Illa y  Sánchez. El candidato se ha comprometido a impulsar una ley de barrios para "transformar y actualizar" municipios y ciudades, con una inversión de 800 millones en cuatro años para renovar 100 barrios.

A la vez, el primer secretario del PSC ha hecho un llamamiento a evitar "caer en provocaciones", si bien fue el miembro de su candidatura y dirigente de UGT, Matías Carnero, quien el viernes incendió la campaña al manifestar que Puigdemont "se fue llorado en un maletero" hacia Bruselas y añadió que no sabía si había ido también "cagado y meado". Sus palabras provocaron una avalancha de críticas y obligaron a la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret, a pedir disculpas.

Sánchez, que ha participado en su segundo acto de campaña después de estrenarse el jueves en Sant Boi, ha pedido votar a Illa para conseguir "una victoria amplia" que garantice "estabilidad y prosperidad" a Catalunya. "Dos presidentes de derechas en la Moncloa y en el Palau de la Generalitat llevaron a Catalunya a la quiebra y dos presidentes socialistas seremos los que la haremos avanzar", ha añadido.

En Badalona, Feijóo ha atacado sobre todo a Sánchez afirmando que a los socialistas "no les interesa la convivencia". Y ha vuelto a acusar Sánchez de querer "un país a su medida" y de "señalar" a jueces o a periodistas. También ha añadido que el PSC es "parte del procés", un argumento que comparte el candidato del partido por el 12M, Alejandro Fernández.

El político tarraconense ha recibido este sábado el apoyo de Alejo Vidal-Quadras, uno de sus predecesores como presidente del PP en Catalunya. Posteriormente rompió con el partido y fue uno de los fundadores de Vox, para recientemente volverse a acercar al PP, sin dejar atrás sus planteamiento equiparables a los de la extrema derecha.

Aragonès juega en casa

El cabeza de lista de ERC y president del Govern, Pere Aragonès, ha jugado en casa este sábado al mediodía, puesto que la formación ha celebrado el mitin en Pineda de Mar (Barcelona), su municipio. Ante medio millar de personas, el candidato a la reelección se ha proclamado heredero de los legados de Francesc Macià, Lluís Companys, Josep Irla y Josep Tarradellas –todos ellos dirigentes de ERC y presidentes de la Generalitat– y ha avisado de la "decadencia" de un gobierno sin él en la presidencia.

Así, se ha comprometido a defender la comunidad y ha pedido el voto para continuar con una "Generalitat republicana" que defienda los lugares de trabajo, la atención primaria, los agricultores, la industria, la lengua, la amnistía y la independencia.

La número dos y vicepresidenta del Ejecutivo, Laura Vilagrà, se ha dedicado a atacar al PSC y a su líder, Salvador Illa, puesto que según ella es el "candidato de Ciudadanos", hecho que la ha llevado a reclamar que "ningún voto catalanista ni de izquierdas" vaya hacia los socialistas.

Junts ha congregado alrededor de 3.000 personas en su mitin de este sábado en Argelers , el municipio de la Catalunya Nord que es el epicentro de su campaña y dónde interviene a diario Carles Puigdemont.

En esta ocasión, el expresident ha insistido que solo una Catalunya independiente puede garantizar que todo el mundo sea "un ciudadano de primera" y ha criticado el eterno déficit inversor del Estado en Catalunya. El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha intervenido para atacar a Sánchez e Illa y los continuos "cambios de relato" del PSC.

La CUP y los Comuns ven "negacionismo climático" en Illa

La CUP ha celebrado su acto del sábado en Girona, la principal alcaldía en sus manos, con Lluc Salellas. En un mitin con mucho peso del mensaje independentista, la candidata, Laia Estrada, ha pedido "romper con la falsa normalidad" que quieren PSC, Junts y ERC y apostar por "la agenda independentista". "Los únicos que estamos planteando legislar en favor de la gente somos la CUP", ha añadido.

La CUP ha acusado al líder del PSC, Salvador Illa, de tener un discurso "cuñado" en materia climática –lo ha tildado de "negacionista"– y de ser "el candidato de facto" de los Comuns. En este sentido, Estrada también ha cargado contra la candidatura de Albiach. "Si alguien espera que cambien el rumbo del país, lo lleva claro", ha espetado.

Los Comuns también han acusado a Illa de "negacionismo climático". En concreto, lo ha hecho lo exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en un mitin celebrado en el Prat de Llobregat (Barcelona). La cabeza de lista,  Jéssica Albiach, ha asegurado que el candidato del PSC "no parece el líder de un partido socialdemócrata del año 2024" sino "el líder de una cementera o de una asfaltadora de los años 80". Lo ha dicho en referencia a proyectos como el Hard Rock, la B-40 o Ronda Nord o la ampliación del aeropuerto.

Según ella, Illa "ha perdido el pulso del momento" y "se ha quedado antiguo". "Basta de reventar Catalunya", le ha espetado. A pesar de las acusaciones hacia al PSC de ubicarse "cada día más a la derecha", los Comuns mantienen la apuesta de pactar con él para formar un gobierno "progresista" junto a ERC.