La dimisión del alcalde de Badalona, el socialista Álex Pastor, tras su detención anoche por saltarse el confinamiento, conducir ebrio y encararse a los Mossos d'Esquadra, ha abierto una pugna entre las formaciones municipales por la sucesión, cuya clave vuelve a recaer en el PSC.

La renuncia de Pastor, el dique a Xavier García Albiol, ha sido anunciada a primera hora de este miércoles por el cuarto teniente de alcalde, el también socialista Rubén Guijarro, en una rueda de prensa convocada de urgencia después de que el partido suspendiera a Pastor de la militancia y lo instara a dejar todos sus cargos públicos.

Aún en comisaría, que ha abandonado al mediodía después de que el juez de guardia lo dejara en libertad con cargos por los delitos de atentado a la autoridad y contra la seguridad vial, Pastor ha firmado una carta en que se disculpaba y alegaba que su labor al frente del consistorio ha afectado a su "salud" y "estado emocional", al punto de llevarle a "hacer cosas" de las que se "arrepiente".

Pastor, que ahora será relevado de forma accidental al frente del consistorio por Aïda Llauradó, líder de los comunes, ha quedado en libertad tras negarse a declarar por videoconferencia ante el titular del juzgado de instrucción 15 de Barcelona, en funciones de guardia, en una sesión en que la Fiscalía no ha pedido ninguna medida cautelar.

El exalcalde fue interceptado este martes, alrededor de las 23 horas, en la calle Consell de Cent, en el centro de Barcelona, mientras circulaba solo dando eses e invadiendo el carril bici y, durante la actuación policial se habría resistido a hacerse la prueba de alcoholemia.

Los Mossos d'Esquadra también le atribuyen dos delitos de lesiones leves por las agresiones a los agentes, a uno de los cuales llegó a morder, según han indicado a Efe fuentes cercanas al caso que han explicado que, cuando fue interceptado, habría respondido: "¿Sabes quién soy? Soy el alcalde de Badalona y no eres nadie para decirme esto".

Las mismas fuentes han relatado que Pastor no facilitó su carné de conducir al principio, sino que insistió en entregar un documento del partido, tras lo cual salió del vehículo para agredir e insultar a la patrulla, que tuvo que reducirlo con medidas de contención.

Al abandonar la comisaría de Les Corts, equipado con una mascarilla y tapándose el rostro, Pastor ha evitado a la prensa y se ha subido a un coche a toda velocidad sin hacer declaraciones. Eso sí, se ha montado en el asiento del copiloto, algo prohibido desde que comenzó el estado de alarma.

La caída de Pastor ha provocado un terremoto político en Badalona, donde los socialistas gobiernan gracias al apoyo in extremis del resto de formaciones, que buscaban aislar al PP de Xavier García Albiol, claro vencedor de las últimas tres elecciones municipales.

Y es que la dimisión deja en el aire la alcaldía de la localidad, cuyo sucesor, que será escogido a través de un pleno extraordinario que debería celebrarse durante el mes de mayo, necesitará recabar el apoyo de otras fuerzas políticas para gobernar la ciudad, cuya clave, como ya ocurrió tras el 26M, vuelven a tener los socialistas.

Desde primera hora, los líderes de la oposición se han postulado para suceder a Pastor al frente del consistorio en un fuego cruzado de reproches que augura el mismo tortuoso camino que se vivió en la localidad el pasado año.

"Gobierno de concentración y de progreso"

La exalcaldesa y cabeza de lista de Guanyem Badalona, Dolors Sabater, se ha propuesto estar al frente de un "gobierno de concentración y de progreso" que incluya al PSC y que excluya a los populares, cuyo líder ha pedido al conjunto de fuerzas políticas "dejarse de experimentos".

Albiol ha exigido que se ceda la alcaldía a la lista más votada pero ha tendido la mano al resto de grupos para que presidan "comisiones de trabajo" con poder ejecutivo, una propuesta que dista del gobierno "fuerte" por el que ha abogado la portavoz del Govern, Meritxell Budó, de JxCat.

Mientras tanto, ERC ha apostado por "hacer política en mayúsculas" a través de "gobiernos de concentración o acuerdos de estabilidad" y los comunes han apelado a un "gobierno amplio, sólido y de izquierdas", después de que Llauradó haya anunciado el comienzo de las rondas de contactos entre formaciones, que se sucederán en los próximos días con un apretado calendario.

A partir de ahora, el reglamento concede un plazo de 10 días naturales para convocar un pleno extraordinario en el que se dé cuenta de la renuncia de Pastor, que no está obligado a comparecer, y tras este trámite, se abrirá otro período de 10 días para fijar la fecha del pleno de investidura.

Todo este proceso se desarrollará paralelamente a la causa judicial contra Pastor, que se tramitará de forma ordinaria ante la imposibilidad de llevar a cabo juicios rápidos por la pandemia, y en la que el Departamento de Interior pedirá personarse como acusación como hace siempre que un mosso resulta herido.