El último movimiento de la secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, de lanzar junto a IU una plataforma para construir por su cuenta una candidatura conjunta para las próximas elecciones autonómicas, al margen de las directrices aprobadas por el partido, ha generado una gran "alarma" en la dirección estatal.

La cúpula del partido morado teme que esta iniciativa responda en realidad a una estrategia "impulsada" por el sector anticapitalista para disolver Podemos en una nueva formación en Andalucía, sin descartar que se repita el modelo en otros territorios, según explican fuentes de la formación.

La relación entre los anticapitalistas y el equipo del secretario general, Pablo Iglesias, pasa por su peor momento, tras una serie de graves desencuentros. El último tiene que ver con esta decisión de Rodríguez de negociar por su cuenta una confluencia con IU, "contraviniendo" el reglamento aprobado por la dirección estatal, tal y como avisó el lunes el secretario de Organización, Pablo Echenique.

Las fuentes consultas explican que su preocupación va más allá del hecho de que, en su acuerdo con IU, Rodríguez apueste por celebrar primarias conjuntas para elaborar las listas definitivas, a pesar de que Podemos ha descartado esta vía para el ámbito autonómico ─sólo contempla este mecanismo en algunos casos municipales─.

Un nuevo censo

Según la dirección, el acuerdo andaluz implica además impulsar una "plataforma electoral sin el nombre de Podemos" y crear un nuevo censo, al margen de la dirección del partido morado. Estos fueron precisamente los motivos que esgrimió la diputada en el Congreso por Huelva Isabel Franco para dimitir este miércoles como miembro de la Ejecutiva de Podemos Andalucía.

La parlamentaria andaluza, afín a Iglesias, acusó a Teresa Rodríguez de "crear una organización nueva" con el manifiesto 'Adelante Andalucía' que presentó el martes junto al líder de IULV-CA, Antonio Maíllo, para buscar apoyos al proceso de confluencia; y así se lo ha trasladado a la dirección estatal.

La 'número dos' de Podemos y portavoz en el Congreso, Irene Montero, ha explicado este jueves en una rueda de prensa en la Cámara Baja, al ser preguntada por esta cuestión, que Echenique ya se había puesto en contacto con Franco para analizar en profundidad un asunto que la dirección estatal considera "preocupante".

Otro de los elementos que llevan a la Ejecutiva nacional a pensar que Rodríguez podría estar trabajando para crear un nuevo partido es la "opacidad" con la que ha llevado su negociación con IU, sin informar a su Ejecutiva de los detalles, según denuncian las fuentes consultadas.

En este sentido, Podemos considera que "tanto el hecho de que en esta marca electoral no aparezca el nombre de Podemos como que, sin embargo, sí vaya a contar con un censo propio, pueden parecer los primeros pasos hacia una disolución de Podemos Andalucía en un nuevo partido político; un proceso además que podría estar impulsando Izquierda Anticapitalista también en otros territorios".

Desde la dirección estatal aseguran asimismo que en estos momentos están recopilando toda la información posible sobre el tema, para poder analizar "la magnitud" del movimiento de Rodríguez, que por su parte está decidida a seguir adelante con su iniciativa conjunta con IU.

"No nos van a aguar la fiesta" aseguró Rodríguez el pasado martes, remarcando que los problemas con los reglamentos y las primarias "siempre" tienen solución y que todo el problema se limita a un "desajuste" que se va a resolver.

La dirigente anticapitalista ha seguido este jueves dando difusión a esa recogida de firmas que inició con IU y que la dirección estatal interpreta como la creación de ese nuevo censo, al margen de Podemos. En concreto, la secretaria general de Podemos en Andalucía ha hecho un llamamiento a apoyar "un espacio andaluz de encuentro que quiere ir más allá de dos organizaciones para abrirse a todo lo que sume al cambio", en uno de los muchos mensajes que ha difundido en su cuenta de Twitter.

Meses de desencuentros

Esta crisis llega tras meses de graves desencuentros entre el equipo de Iglesias y el sector anticapitalista. Por ejemplo, la decisión de la dirección de celebrar en mayo las primarias en la Comunidad de Madrid para oficializar la candidatura de Errejón para las próximas autonómicas tampoco gustó a los anticapitalistas, que rechazaron participar en el proceso.

De hecho, esta misma semana diputados y concejales del sector anticapitalista en Madrid han lanzado un manifiesto y una recogida de firmas junto a cargos de IU a favor de "la unidad de actores políticos y sociales desde la pluralidad", para construir una candidatura en la Comunidad, con "primarias abiertas".

La tensión entre la cúpula de Podemos y los anticapitalistas también alcanzó niveles preocupantes después de que este sector liderara las críticas contra la decisión de Iglesias y su pareja y portavoz parlamentaria, Irene Montero, de comprarse una casa de más de 600.000 euros, y dejar después en manos de las bases la decisión de si debían dimitir por su posible falta de coherencia.

Fueron precisamente Rodríguez y su pareja y alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', los primeros que alzaron la voz para cuestionar la falta de coherencia de los dos líderes; cuestionamiento que Iglesias y Montero tomaron después como argumento para celebrar su consulta a las bases. Y además, el pasado viernes, el sector anticapitalista liderado también por el eurodiputado Miguel Urbán decidió desmarcarse de la postura oficial del partido de pedir al nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un Ejecutivo de coalición.

El duro comunicado que emitieron, criticando la decisión de "mendigar" a Sánchez puestos en su Gobierno, llegó un día después de que la líder andaluza publicara por error en Twitter un fragmento de una conversación con el secretario de Organización, en el que acusaba a Echenique de estar detrás de la difusión de un documento "inventado" para desprestigiar y "reventar" a los anticapitalistas.

A pesar de todos los desencuentros, y de las sospechas de la dirección estatal, los anticapitalistas afirman al ser preguntados tanto en público como en privado que no tienen intención de abandonar el partido, como se afirmaba precisamente en el documento cuya falsedad denunció Rodríguez.